Después de nueve días de intenso ciclismo llega un más que merecido descanso. Sin embargo, algunos llegarán con una sonrisa de oreja a oreja mientras que otros estarán muy decepcionados por su actuación en este primer bloque del Tour de Francia. Estas son las sorpresas y decepciones de la primera semana de la ronda gala:

Los sobresalientes:

Rohan Dennis (BMC Racing Team): después de un comienzo de temporada algo discreto, a pesar de su excelente victoria en la general de Tour Down Under, Dennis cosechó tres segundos puestos en las distintas contrarrelojes a las que se ha tenido que enfrentar durante toda la temporada. Aun así, el australiano natural de Adelaide no quería ser uno más, quería ser el mejor.

"Ya puedo decir que estoy entre los ciclistas que se han enfundado el maillot amarillo", dijo Dennis al final de la primera etapa

Así pues, fue capaz de quitarse el polvo y recuperar su mejor versión. Esa versión que le hizo ser partícipe de la exclusiva lista de los record-man de la hora. Pues bien, tras vencer en la primera etapa a corredores experimentados y frescos como Tony Martin (Etixx - Quickstep), Fabian Cancellara (Trek Factory Racing) o Tom Dumoulin (Giant - Alpecin), ayer hizo gala de su potencia y determinación en la última etapa del primer bloque reivindicando así su condición de contrarrelojista. Realizó un ascenso espectacular al Côte de Cadoudal, tirando de experiencia y enseñando que sus piernas también valen para la montaña. Así lo demostró en la edición pasada del AMGEN Tour of California, llevándose la etapa reina en Mount Diablo a base de constancia y perseverancia. Sólo 25 años tiene el aussie, y sin lugar a dudas un futuro prometedor por delante en el que será partícipe del auge del ciclismo australiano con ciclistas como Michael Matthews (Orica – GreenEDGE) o Caleb Ewan (Orica – GreenEDGE) al frente. Las promesas se van haciendo realidad, y Dennis es una de ellas.

Fabian Cancellara (Trek Factory Racing): aunque él mismo es una caja de sorpresas, Spartacus nos regaló una serie de actuaciones realmente buenas en las primeras jornadas del Tour. Logró estar con los mejores en el prólogo, algo que después de las graves lesiones que sufrió en primavera fue muy meritorio. Pero Cancellara quería más. Tenía el maillot amarillo a tiro y no lo iba a desaprovechar.

"Cuando llegué a Utrecht dije que podía ser mi ultimo Tour y que no quería irme con las manos vacías", dijo Cancellara tras lograr el maillot amarillo

Así pues, el suizo sacó su espada y luchó por cuatro segundos que le darían la gloria y justificarían su forma de cara al Tour. Pegado a la rueda de Peter Sagan (Tinkoff – Saxo), realizó un sprint insólito. Sin levantarse de su bici logró ponerse a 69 km/h y lograr un tercer puesto adelantando a Mark Cavendish (Etixx – Quickstep). Por lo tanto, Fabian Cancellara vistió de nuevo el codiciado amarillo. Pero llegó la etapa de Huy y todo se torció. El suizo sufría una grave caída que desembocaría en la posterior neutralización de la etapa. Sin embargo, haciendo gala de su apodo, Spartacus se volvió a colocar su casco y volvió a luchar aunque sufriese el dolor inmenso de tener dos vértebras rotas. Otra de las grandes sorpresas, aunque haya sido por tres días. Cancellara venía con ganas de morder pero, de nuevo, el destino le arrebató aquel maillot amarillo por el que tanto había luchado.

MTN – Qhubeka: el primer equipo africano que disputa el Tour de Francia también ha sido una de las grandes sorpresas de esta primera semana. Tirando de corredores experimentados como Edvald Boasson Hagen, Tyler Farrar o Daniel Teklehaimanot, el conjunto sudafricano ha dejado un balance muy positivo: dos top-5, cuatro top-10 y un maillot de la montaña que supone un hito en el ciclismo africano. Todo un acierto de la organización invitar a un conjunto que a base de garra y coraje están corriendo con los mejores del mundo, y en la mejor carrera ciclista del planeta. Y ahora llega la montaña, se verá de qué son capaces Louis Meintjes o Merhawi Kudus entre otros.

Daniel Teklehaimanot se convirtió en el primer eritreo en vestir el maillot de la montaña | Fuente: Gruber Images

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Los nuevos recursos tecnológicos del Tour: a principios de julio, ASO revelaba los patrocinios de la prestigiosa marca americana GoPro y la sudafricana Dimension Data. Compañías que facturan más de tres billones de euros al año y que supondrían un salto de calidad importante en términos de calidad y tecnología para la ronda gala. El resultado ha sido más que positivo. Dimension Data lanzó una útil web, que permite a cualquier persona del mundo saber donde va su ciclista favorito. Algo muy útil en las etapas venideras. En la otra cara de la moneda está GoPro, una prestigiosa marca de cámaras digitales que ha dejado imágenes nunca vistas en el ciclismo. Sin duda alguna, es una positiva sorpresa que la organización del Tour haya apostado por entidades tan fuertes para ponerse a la altura de los espectáculos deportivos más importantes del mundo.

Si hubiese que destacar algunas actuaciones y sorpresas notables, también podríamos incluir a Tejay Van Garderen (BMC) o Warren Barguil (Giant-Alpecin), los cuales, están aguatando con los mejores y estamos deseando de verlos en la montaña; Joaquim “Purito” Rodríguez (Katusha) por la clase magistral que dio en el Muro de Huy o incluso Tony Martin (Etixx – Quick Step) por su gran ataque en Cambrai.

Las decepciones:

Thibaut Pinot (FDJ): tras cosechar muy buenos resultados en Romandía o en Suiza, Pinot se postulaba como uno de los principales favoritos de cara al top-5 de la general, o al menos al top-10. Tras realizar una gran contrarreloj en Utrecht, todo han sido adversidades para el francés. Después de perder más de un minuto en los abanicos de la segunda etapa, se volvió a dejar otro minuto y medio en Huy y más de tres minutos en la etapa de pavés. El que el año pasado fuera el tercero en la general, está muy lejos de disputar la general a día de hoy. Se encuentra a más de ocho minutos de Chris Froome (Sky) y a casi seis del décimo clasificado. Tendrá que buscar otras metas, porque parece que este año la general no le ha sonreído.

Michal Kwiatkowski (Etixx-Quick Step): tras un buen inicio de temporada cosechando buenos puestos en Algarve, Paris Niza, País Vasco o en la Amstel Gold Race, llegaron las dos clásicas de las Árdenas restantes y poco pudo hacer: 33º en la Flecha – Valona y 21º en Lieja. Después de dichos resultados, Kwiatkowski se arrastró en el Tour de Suiza intentando recuperar su forma. Se pensaba que podría, al menos, entrar en la disputa de la etapa de Huy o del Muro de Bretaña, pero nada. El campeón del mundo no hacía más que descolgarse a diez kilómetros de meta y entrar a un minuto y tres minutos respectivamente. No está siendo el Tour de aquel joven que tanto sorprendió en Ponferrada. Si no recupera sensaciones en la montaña se convertiría en una decepción más que notable en esta edición de la Grande Boucle.

Joaquim Rodríguez y Michal Kwiatkowski durante el Tour 2014. | Fuente: ASO

Pierre Rolland (Europcar): la suerte tampoco le ha sonreído a la otra esperanza del ciclismo francés. Tras entrar a cinco minutos del primero en la segunda etapa, el francés poco pudo hacer para recuperar tiempo. La etapa de pavés fue otro infierno para Rolland, se dejaba otros tres minutos. Sin embargo, en Bretagne y en Huy consiguió estar con los mejores y no perder tanto tiempo. Aunque la decepción no sea tan notable como la de Thibaut Pinot (FDJ), los tiempos dicen otra cosa. A día de hoy, después de esa primera semana que muchos definen como "puesta a punto", Pierre Rolland está a más de once minutos del líder. Lo cual supone que debe afrontar la carrera desde otro punto de mira. El francés no acaba de cuajar en la carrera de casa.

Las caídas: aunque se conocía el nerviosismo que protagoniza la primera semana, nadie podría pensar que al cabo de nueve etapas, trece corredores tuviesen que hacer las maletas. El balance es realmente estremecedor: dos fracturas de vertebra, una luxación de hombro, tres fracturas de clavícula, una fractura de muñeca y una fractura de fémur. En fin, una de las grandes decepciones pero por la que poco se puede hacer. Se espera que en estas posteriores semanas las caídas pasen a un segundo plano y que lo que prime sea el espectáculo y el disfrute de este deporte.

Los adoquines fueron el "infierno" de los franceses. | Fuente: ASO