Llegaba su terreno, y el vigente ganador de la clasificación de la montaña acudió fiel a su cita con la gloria. El polaco Rafal Majka (Tinkoff-Saxo), después de unos días difíciles para su equipo, con el duro golpe de la enfermedad de Ivan Basso, y el desfallecimiento de su líder Alberto Contador en la primera llegada en alto, ganó la segunda etapa de montaña de este Tour de Francia 2015, aportando algo de alegría a la escuadra ruso-danesa. Liberado de su trabajo de gregario en esta etapa con pocos alicientes para los hombres de la general, Majka, al igual que hace un año, supo perfectamente aprovechar la oportunidad de brillar que le brindaba esta jornada, y volvió a demostrar que se trata de uno de los escaladores más consagrados del panorama ciclista actual. La calidad del polaco cuando la carretera se empina fue inalcanzable para todos sus compañeros de escapada.

Esta undécima etapa, de 188 kilómetros, entre Pau y Cauterets, tuvo un recorrido de alta montaña algo descafeinado. Después de unas suaves cotas al inicio de la jornada, la Côte de Loucrup (3ª, 2 km al 7 %), la Côte de Bagnères-de-Bigorre (4ª, 1,4 km al 6,1 %) y la Côte de Mauvezin (3ª, 2,7 km al 6 %), se superaron puertos tan míticos como el Col d´Aspin (1ª, 12 km al 6,5 %), en el kilómetro 117 de etapa, y el coloso pirenaico por excelencia, el Col du Tourmalet (HC, 17,1 km al 7,3 %), en el kilómetro 147, antes de la tendida ascensión final a la Côte de Cauterets (3ª, 6,4 km al 5 %), en el kilómetro 184,5, cuya cima estaba situada a solo tres kilómetros y medio de la línea de meta en el pueblo de Cauterets. Una jornada con grandes puertos, pero situados demasiado lejos de meta como para ser relevantes en el ciclismo de hoy en día, en la que se vivió una etapa con dureza pero sin grandes movimientos entre los corredores que luchan por vestir de amarillo en París.

Un comienzo de etapa rapidísimo

La fuga del día, de siete corredores, no se formó hasta el kilómetro 80 y tras dos horas a casi 45 kilómetros por hora de media

La segunda entrega pirenaica de esta 102ª edición vivió un inicio vertiginoso, con varios intentos infructuosos de escapada, entre ellos el de un cuarteto formado por Lieuwe Westra (Astana Pro Team), Michal Kwiatkowski (Etixx-Quick Step), Bob Jungels (Trek Factory Racing) y Edvald Boasson-Hagen (MTN-Qhubeka), que pese a llegar a gozar de 50 segundos de ventaja con el pelotón, fue neutralizado en el kilómetro 47 de etapa, justo antes de la primera cota del día. Fue alrededor del kilómetro 80 de etapa cuando, tras mucha batalla y a una velocidad media de 44,4 kilómetros por hora en las dos primeras horas de carrera, por fin se consolidó la escapada definitiva del día. Una fuga con mucho nivel, formada por corredores de la talla del propio Majka, Thomas Voeckler (Team Europcar), Steve Morabito y Arnaud Demaré (FDJ), Julien Simon (Cofidis), Serge Pauwels (MTN-Qhubeka), y el campeón alemán, Emmanuel Buchmann (Bora-Argon).

Por detrás, los equipos que no habían conseguido meter a ningún corredor en la escapada no se dieron por vencidos, y se vivieron contraataques por parte de Andriy Grivko (Astana Pro Team) y Daniel Martin (Cannondale-Garmin). En las rampas del primer gran puerto del día, el Col d'Aspin, el irlandés se deshizo de su compañero de fatigas ucraniano, y consiguió enlazar con la cabeza de carrera a pocos kilómetros de la cima. El escalador de Cannondale-Garmin tuvo fuerzas incluso para coronar en primera posición el puerto. Por detrás, el pelotón, comandado por el Team Sky, escuadra del líder Chris Froome, llegaba a la pancarta del Gran Premio de Montaña a ocho minutos de los escapados, muestra de la falta de batalla entre los favoritos en aquel momento.

Tímido intento de Astana en el Tourmalet

Únicamente el vigente campeón Nibali intentó, aunque sin éxito, poner en dificultades al hasta ahora intratable líder Chris Froome

En las rampas del gran coloso del día, el Col du Tourmalet, cambió radicalmente el decorado de la etapa. El Sky fue relevado de la cabeza del gran grupo por el Astana, equipo del vigente campeón Vincenzo Nibali, que estableció un duro ritmo de ascensión con corredores como Michele Scarponi y Tanel Kangert. La exigencia impuesta por la escuadra kazaja, unida al sofocante calor que un día más azotó los Pirineos, se cobraron víctimas ilustres. Entre los damnificados, los corredores franceses, Thibaut Pinot (FDJ), Jean-Christophe Peraud y Romain Bardet (AG2R La Mondiale), y el catalán de Katusha, Joaquim Rodríguez. También sufrió por no descolgarse Warren Barguil (Giant Alpecin), que hizo tres cuartos de ascensión treinta segundos por detrás del grupo principal, haciendo la goma por no perder contacto definitivamente.

El arreón del Astana provocó que la ventaja de los escapados se redujese drásticamente, pasando de más de siete minutos en la base del puerto a cuatro mediada la subida. Ante la perspectiva de ser neutralizados, Majka decidió probar suerte, con el doble objetivo de mantener su ventaja y de seleccionar la escapada. El polaco demarró en las rampas más duras del mítico puerto, en el tramo de las galerías anterior a La Mongie. Pese a una inicial resistencia por parte de Dan Martin, y sobre todo de un correoso Pauwels, el vigente Rey de la Montaña consiguió marcharse en solitario y abrir un hueco de más de un minuto con su perseguidor más cercano, el belga de MTN-Qhubeka.

Precisamente en el tramo de las galerías fue donde Nibali atacó, intentando mejorar su posición en la clasificación general, y probar al líder Froome, hasta ese momento perfectamente arropado por hasta cuatro corredores de su potentísimo Sky. Sin embargo, pronto quedó claro que el dorsal uno de este Tour no tiene las espectaculares piernas que hace sólo un año le permitieron arrasar a todos sus rivales. La arrancada de Nibali no consiguió descolgar a ningún corredor importante, y además de Chris Froome, sus compañeros de equipo Richie Porte y Geraint Thomas consiguieron mantenerse en el grupo de favoritos.

Mientras tanto, el parón que sobrevino al comprobar Nibali que su arrancada apenas había causado daño permitió a Majka agrandar la diferencia con el pelotón, coronando el Tourmalet en primera posición con dos minutos de ventaja sobre Pauwels y cinco y medio sobre el pelotón de favoritos. El águila polaca había desplegado sus alas, y su ritmo era inalcanzable para cualquiera de sus rivales. Además, los 25 puntos que sumaba al coronar primero este mítico puerto le permitían entrar de lleno un año más en la lucha por la clasificación de la montaña.

Un final sin sobresaltos

Superado el tramo más duro de la etapa, la bajada y la tendida subida final provocaron pocos movimientos. Se había especulado con la posibilidad de que hombres como Nibali o Contador intentasen atacar a Froome bajando, disciplina en la que es conocida la poca habilidad del corredor nacido en Kenia. Sin embargo, a la hora de la verdad no hubo movimiento alguno y el líder descendió sin complicaciones, auxiliado por los omnipresentes Porte y Thomas.

Ya en la última ascensión, pese a la raza y la entrega hasta la extenuación de Martin, que superó a Pauwels, Majka conservó su ventaja de manera solvente, cruzando la línea de meta en solitario, con un minuto de diferencia sobre el ciclista irlandés. El fino escalador polaco completaba así una cabalgada marca de la casa, con las que ya nos deleitó en 2014, tras recorrer 50 kilómetros en solitario. Por detrás, los gallos no se movieron, exceptuando un ataque de Bauke Mollema (Trek Factory Racing), que volvió a destapar la debilidad de Nibali, quien pese a empezar la etapa a la ofensiva terminó cediendo 50 segundos frente a los grandes favoritos. El italiano además se vio relegado fuera del top 10, precisamente en favor de Mollema, que escala a la décima posición de la general.

Mañana tercera y última etapa de alta montaña en los Pirineos, ¿sentenciará Froome o mostrará debilidad por vez primera?

Por tanto, un día sin sobresaltos para el líder Froome, que mantiene intacta su ventaja en la clasificación general. La etapa de mañana, sin embargo, será harina de otro costal. Segundo final en alto de este Tour 2015, en el durísimo Plateau-de-Beille (HC), al que se llegará tras superar dos puertos más de primera categoría, el Col de la Core y el Port de Lers, además del Col de Portet-d´Aspet (2ª), situado al inicio de la etapa. Tras lo vivido en La-Pierre-St-Martin ayer, todo parece indicar que un pletórico Froome intentará aumentar su ventaja en una cima donde han ganado hombres como Marco Pantani o el propio Contador. Sus rivales, después de dejar escapar la oportunidad de hoy, deberán esforzarse porque la ronda gala no quede vista para sentencia a más de una semana de terminar.

Clasificaciones tras la undécima etapa

Vídeo de la etapa 11

Así lo vivimos en VAVEL https://www.vavel.com/colombia/514064-etapa-11-tour-de-francia-2015-en-vivo-pau-cauterets.html