Es muy difícil conectar con una carrera cuando el objetivo con el que llegabas prácticamente se desvanece tras la primera semana. Pero la ambición le ha permitido a Joaquim Rodríguez (Team Katusha) sobreponerse a las pérdidas de la primera semana y de las dos primeras etapas pirenaicas para conseguir el doblete en el Tour de Francia, luego de su victoria en el Muro de Huy.

El catalán fue el más fuerte de la fuga, tanto en fuerzas como mentalmente, jugó bien sus cartas y se llevó la victoria tras varios kilóemtros en solitario. La lluvia, al igual que a hombres como Contador o Nibali, también dio fuerzas al catalán. Una lluvia regeneradora y que parece haber reseteado el tostado motor de Purito. Jakob Fuglsang entró segundo y Romain Bardet (AG2R La Mondiale), tercero.

En la general, la lluvia fue regeneradora para hombres como Contador, Nibali o Pinot que tuvieron un rendimiento mucho mejor que el de días atrás. Además, una lluvia que llenó de esperanzas la carrera y acabó con la tiranía absoluta que había impuesto Froome tras la crono por equipos. Sky intentó dominar pero no pudo hacerlo tan cómodamente como días atrás. Tinkoff, primero, y los ataques de Nibali, Contador, Valverde y Quintana, espoleados por una lluvia que no le viene nada bien a Froome, hicieron del pelotón de favoritos un auténtico polvorín. Al final, sin diferencias en meta más allá del segundo que picó Valverde al resto del grupo.

La etapa "reina" pirenaica

Todo ello en la etapa "reina" de los Pirineos con final en Plateau de Beille. La carrera salía de Lannemezam para pasar por el Col de Portet-d'Aspet (2ª), Col de la Core (1ª) y Port de Lers (1ª) antes de afrontar la subida definitiva al alto de categoría especial. 195 kilómetros que iban a tener un invitado especial: la lluvia.

Sin tiempo para ataques, el sprint intermedio de Saint-Bertrand de-Comminges copó el protagonismo al inicio. Greipel se llevó el triunfo en su 33 cumpleaños pero los puntos acumulados no eran suficientes para enfundarse el verde al final de la etapa.

A partir de ahí, velocistas fuera y turno para los valientes. Se trataba de la primera gran etapa de alta montaña, con permiso de las llegadas a La Pierre-Saint-Martin y Cauterets, y muchos eran los ciclistas de nivel los que querían recuperar sensaciones tras varios días malos. El nivel de la fuga estuvo liderado por ciclistas como Joaquim Rodríguez (Team Katusha), Romain Bardet (AG2R La Mondiale) y Jakob Fuglsang (Astana Team), acompañados por gregarios como Mikael Cherel y Lieuwe Westra o Michal Kwiatkowski (Etixx-Quick Step). Además, buenos outsiders como Krijstian Durasek (Lampre-Merida), Gorka Izagirre (Movistar Team), Louis Meintjes (MTN-Qhubeka), Dani Navarro (Cofidis Credit Solutions), Christope Riblon (AG2R La Mondiale), Romain Sicard (Team Europcar) o Sylvain Chavanel (IAM Cycling) también se encontraban entre los 22 protagonistas del día. Compeltaban la escapada Matthieu Ladagnous, Jérémy Roy (FDJ), Jan Barta (Bora-Argo 18), Bryan Coquard (Team Europcar), Jérôme Coppel (IAM Cycling), Frédéric Brun, Anthony Delaplace (Bretagne-Séché Environnement), Georg Preidler (Giant-Alpecin) y Sep Vanmarcke (LottoNL-Jumbo).

Protagonismo total de la escapada

El grupo numeroso del día fue haciendo, muy poco a poco, diferencias por el Pirineo de la región de Mediodía. La ventaja de los fugados alcanzaba los cinco minutos tras 57 kilómetros recorridos, con dos intentonas por detrás para unirse al grupo de cabeza: la de Angelo Tulik (Team Europcar), más corta, y la de Marcel Sieberg (Lotto-Soudal), durarera aunque sin éxito. En la cima de Aspet, los puntos fueron para Preidler seguido de Roy, Westra y Delaplace. Parecía que los ciclistas con menos opciones querían protagonismo en la primera parte de la etapa. Y es que luego, llegaba lo gordo.

La subida al Col de la Core (1ª), mucho más larga y dura ya fue el terreno de los grandes escaladores. Hombres como Purito, Bardet, Fuglsang, Izagirre o Meintjes hicieron sufrir a los más débiles en montaña. Al final, pese a producirse un corte que afectó a unos diez corredores, todo se igualó en la cima. El único que no pudo entrar fue Riblon, quien se dejaba ir definitivamente.

Kwiatkowski, con ganas

En el descenso, Kwiatkowski arrancó la locomotora y aprovechó la colaboración de otro galgo como Vanmarcke para abrir hueco. Cherel se unió a ellos y formaron el corte de cabeza durante varios kilómetros. Con la llegada del llano, todo volvió a estabilizarse aunque polaco y belga querían más. Ambos aprovecharon su superior capacidad y potencia de rodaje para para irse junto con Preidler en el terreno llano, en los más de veinte kilómetros de transición entre Core y Lers.

A todo esto, a falta de 75 kilómetros para la meta, la escapada superó los diez minutos de renta y, el trío de cabeza, llegó a rozar los trece minutos más adelante. Kwiatkowski, Vanmarcke y Preidler relevaron con solvencia y se mantuvieron con rentas de minuto y medio sobre el grupo perseguidor en donde la responsabilidad la cogía AG2R.

Los escaladores imponen su ley

Con el inicio de la ascensión al Col de Lers (1ª) empezaron a descolgarse los más débiles mientras que, a falta de siete kilómetros para la cima, Barta impuso un buen ritmo para evitar que los tres de cabeza se fueran. El checo hizo un gran esfuerzo e incluso llegó a marcharse en solitario, en el ataque que rompió el grupo. Solo Izagirre, Meintjes, Fuglsang, Bardet, Cherel, Joaquim Rodríguez y Sicard pudieron seguir a Barta en esos instantes. Aun así, el ciclista de Bora iba a sucumbir ante el empuje de estos grandes escaladores y también se iba a quedar.

Con la cabeza formada por Vanmarcke y Kwiatkowski, ya que Preidler iba a perder contacto, era Fuglsang el que cogía el mando. El danés quería poner un puntito más para probar las fuerzas de sus principales rivales: Purito y Bardet. Belga y polaco supieron mantener un buen ritmo y aprovecharon sus dotes de bajada para consolidar su diferencia con los perseguidores. Querían soñar pero sabían que por detrás llegaba un grupo de escaladores que ambicionaban a la victoria en la subida final. Los perseguidores les tuvieron a la vista en la pancarta de Lers pero supieron defenderse en el descenso como grandes bajadores que son.

Atención, ¡lluvia!

Mientras tanto, el movimiento en el pelotón comenzó en esta ascensión. Sky, que había, simplemente, controlado la carrera hasta el momento, puso un punto más con Konig y Poels. La diferencia era de diez minutos en la cima de Lers y querían poner un poco de gasolina británica a la etapa.

La etapa, con algún amago de lluvia y, eso sí, con menores temperaturas que los días anteriores, había sido tranquila por detrás y por delante se estaba cociendo la victoria. Pero el factor de la lluvia apareció en meta. Las imágenes de la cima de Plateau de Beille daban esperanzas a hombres como Contador, Nibali o Valverde, que se mueven mejor que Froome sobre agua. Granizo, lluvia intensa y 15ºC, eso les esperaba en meta tal y como mostraban las imágenes a 46 kilómetros para la meta.

Entre tanto, a 40 kilómetros para el final, acabando el descenso de Lers, Louis Meintjes sufría una caída que, quien sabe si le ha privado de luchar por la victoria. Muy magullado, el sudafricano pudo reemprender la marcha y contactar con el grupo Purito y compañía que se mantenía a 1:50 de la cabeza y con más de diez minutos sobre el pelotón a solo 23 kilómetros para el final.

Tambores de guerra

El agua arreciaba de gran forma sobre la cabeza en las cercanías de la ascensión final. Llovía mucho sobre los cascos de los ciclistas que se aproximaban a una de las subidas más duras de los Pirineos. Cherel, como no, llevó el mando en el inicio de la ascensión. AG2R quería jugar su doble baza de gregario-líder. por delante, Kwiatkowski dejaba atrás a Vanmarcke y seguía firme en su camino, con 1:33 de renta. Pero, como ya se dijo antes, llegaba un grupo de escaladores con mucho hambre.

Por detrás, en el pelotón sonaban las trompetas. La lluvia desafiaba a Sky y a su firme líder y equipos como Movistar y LottoNL-Jumbo aparecían en la punta del paquete. Novedad. Ya no era solo Sky el que dominaba. Con Konig descolgado, llegó el leve turno de Kennaugh que no duró mucho en la cabeza del pelotón. Entró Tinkoff -Saxo con Rogers, Kreuziger y Majka. Nueva novedad, valga la redundancia.

Fuglsanhg, Purito y Tinkoff agitan el árbol

En la escapada, movía ficha Fuglsang y desataba la caja de hostilidades. Bardet, Joaquim y Meintjes no tardaron en salir; algo más Izagirre que ya no pudo contactar de nuevo. Respondía Purito con un cambio de ritmo ligero que volvió a hacer sufrir a Meintjes. El ataque del catalán y el contraataque de Fuglsang dejó al sudafricano hundido y los propios Purito y Fuglsang, junto a Bardet, iban a formar el trío perseguidor.

Por detrás, Rogers dejó su paso a Kreuziger y este a Majka, eliminando a Kennaugh y poniendo una marcha dura en el pelotón. Querían fiesta los Tinkoff para que su líder se divirtiera más que en los últimos días. Los relevos de los hombres de Oleg Tinkov dejaron el paquete principal en solo catorce unidades. Los más fuertes y, esta vez, sí estaban Nibali y Pinot.

La ambición de Joaquim Rodríguez

Menos de diez kilómetros de subida, constante, sin bajar de 7% y rara vez subiendo 10%, y el trío perseguidor estaba recortando, poco a poco, la renta de Kwiatkowski. 51 segundos a falta de nueve kilómetros gracias a los, más que relevos, cambios de ritmo de Fuglsang y Purito. Bardet guardaba más, ¿pensando en ahorrar fuerzas o en intentar aguantar como pueda? Pues fue la segunda.

Joaquim Rodríguez atacaba por delante al tiempo que Majka cambiaba el ritmo en el pelotón, llevándose consigo a Porte y sacando de punto al resto del pelotón. Un reguero de descolgados para dejar en la decena el grupo en la última aparición del polaco en la etapa. El otro ataque, el de Purito, era muy efectivo pues dejaba cortado a Bardet y distanciaba a Fuglsang. Con paso ligero, potencia y cara de esfuerzo, el catalán fue añadiendo metros y segundos a su renta. Pasó como una exhalación a Kwiakowski y siguió su camino hacia la cima, hacia el doblete.

Sky recupera el control en el zafarrancho

Por detrás, Porte y Sky recuperaron el control una vez los gregarios de Contador habían hecho su trabajo. Más de ocho kilómetros de subida para el pelotón que no tenía esperanzas de alcanzar a los fugados. La batalla se fraguaba en la general. Y ahí fue Alberto Contador el primer en mover ficha. El ciclista de Tinkoff lanzó un ataque de prueba, para ver si alguien reaccionaba o se quedaba. Enseguida vio que no ocurría nada y volvió a ampararse en el grupo. Con la lluvia cayendo de manera intensa, llegó el momento del tiburón Vincenzo Nibali (Astana Team). El siciliano demarró con más convencimiento y con el beneplácito relativo de Sky cogió unos metros más que Contador.

No reaccionó Sky pero si Alejandro Valverde quien quiso unirse al italiano por delante pero no hizo más que acercar el grupo hasta Nibali. Sin llegar a cazarlo, el murciano volvió a demarrar y, esta vez sí, cazó a Nibali. Ambos ciclistas se movieron varios minutos en duo pero el esfuerzo de Porte por cazar tuvo éxito. Gregario de hierro el australiano. La batuta del Movistar Team la cogió el líder todopoderoso. Nairo Quintana demarró en un intentó por comprobar las fuerzas de Froome y Van Garderen, principalmente. El ataque eliminó a Porte e hizo entrar en acción a Thomas. Hombres como Mollema o Pinot sufrían a cola de grupo. A todo esto, faltaban más de cinco kilómetros todavía.

Mientras Purito, a tres de meta, seguía consolidando su ventaja, a 4,5 kilómetros de la cima, para el pelotón, demarraba Chris Froome. El líder de la carrera quería sacar tajada pero las cosas no iban a ser como en La Pierre-Saint-Martin. La lluvia había espoleado a sus rivales, había refrigerado los motores quemados de Contador y compañía, y no le dejaron escapar.

Quintana y Contador llegaron fácil a su rueda mientras que el resto fue reintegrándose con cuentagotas. Contraatacaba Nairo en un intento por sorprender pero nada, otro de los gregarios de hierro como Geraint Thomas volvía a cazar. Todo igualado de nuevo y así seguiría hasta los últimos metros.

La doble sonrisa de Purito

Centrados en la cabeza de carrera, con gesto de esfuerzo llegaba Purito al último kilómetro, derrochando la poca energía que le quedaba, gastando sus últimos cartuchos. Su renta era buena y con un gesto, entre rabia y alegría, alzaba los brazos en la cima de Plateau de Beille. Doblete del catalán que conseguía su primer gran triunfo en un puerto de alta montaña del Tour. Mende y Huy no es lo mismo que Plateau de Beille debía pensar. Segundo, a 1:12 entró Fuglsang y tercero, a 1:49, lo hizo Bardet. Con cuentagotas fueron llegando los resto s de la escapada que no habían sucumbido al pelotón principal.

Combate "nulo"

Por detrás, todavía restaban varios kilómetros para que los favoritos llegaran a meta. Quintana volvió a moverse y se repetía lo ocurrido anteriormente con Froome y Contador respondiendo bien y esperando unos segundos para que el resto se uniera. Llegaba el último kilómetro y Valverde lo probó, simplemente por asustar. El murciano lanzó la llegada y la violencia se apoderó de la misma. Valverde picó un segundo y Froome y Nairo entraron algo destacados, pero sin picar nada al resto de favoritos como Contador, Van Garderen, Nibali, Pinot o Rolland. Mismo tiempo, a 6:47.

Así pues, batalla nula entre la lluvia aunque, eso sí, las sensaciones dejan un halo de esperanza para los perseguidores de Froome. Sin perder nada, el británico no ejerció la tiranía de los días anteriores y, quizás, mostró algo de debilidad, tanto él como su equipo, en ciertos momentos. Además, doble sonrisa de Purito que se llevó el segundo triunfo en este Tour de Francia y se coloca segundo en la clasificación de la montaña.

Y mañana...

Tras varias jornadas muy intensas, desde el Mur de Bretagne, crono por equipos y la montaña pirenaica, la carrera toma rumbo norte hacia el macizo central. Jornada de transición entre Pirineos y Alpes con final en Rodez. ¿Sprint masivo o sorpresa en forma de "puncheur"? Esa es la cuestión. Varias cotas y repechos salpican la parte final de la etapa y los grandes velocistas podrían tener problemas para llegar compactos a Rodez.

Clasificaciones tras la 13ª etapa