Greg Van Avermaet es un corredor muy completo, ya que es capaz de brillar en distintos terrenos. Las clásicas de los adoquines o los finales de etapa complicados es donde el ciclista belga puede sacar provecho de sus dotes ciclistas.

Lucha entre dos tipos muy regulares

El ciclista del BMC Racing Team recibió críticas por no terminar de rematar nunca. Buenos resultados no le faltaban, muy regular durante todas las épocas de la temporada, solamente el hecho de no rematar preocupaba en el seno del equipo. Ha sido podio en monumentos como el Tour de Flandes o la reciente Paris-Roubaix, pero nunca ha conseguido imponerse.

Por suerte para el corredor belga los triunfos están llegando este año. Con este triunfo en el Tour de Francia, el corredor de treinta años lleva ya un total de cuatro triunfos –cinco si sumamos la CRE de este Tour- en la presente campaña. Una etapa en la Tirreno-Adriático, la última etapa más la general del Tour de Bélgica y el triunfo de hoy en Rodez son las cuatro victorias cosechadas hasta el día de hoy.

El equipo norte americano se está saliendo en la presente edición de la ‘Grande Boucle’, ya que este es su tercer triunfo después del que consiguió el australiano Rohan Dennis en la contrarreloj inaugural y en la contrarreloj por equipos disputada el pasado domingo entre las localidades francesas de Vannes y Plumelec.

Etapa salpicada de repechos

La etapa comenzaba alrededor de la una del mediodía desde la localidad francesa de Muret para finalizar en Rodez después de 198,5 kilómetros de etapa bajo un calor asfixiante –temperaturas cercanas a los 40 grados durante la disputa de la misma-. Wilco Kelderman (Team Lotto-Jumbo), Thomas De Gendt (Lotto-Soudal), Alexandre Geniez (FDJ), Cyril Gautier (Europcar), Nathan Haas (Cannondale-Garmin) y Pierre-Luc Périchon (Bretagne-Seché Environnement) han sido los principales protagonistas de la etapa. Una fuga de gran calidad, con buenos galgos como el holandés Kelderman o el belga De Gendt –podio en el Giro 2012-.

Nathan Haas ha sido el primero en romper las hostilidades a 25 kilómetros para el final. El ciclista del Team Cannondale-Garmin ha aprovechado un tramo con una ligera subida para lanzar su ataque. La intentona del ciclista ‘aussie’ no ha desastabilizado a sus otros compañeros de fuga y estos le han cazado con una cierta facilidad. El siguiente en atacar ha sido el belga Thomas De Gendt que se ha llevado con él al holandés Wilco Kelderman y al francés Cyril Gautier. El ataque no ha dado sus frutos ya que en plena cota final, y más concretamente a falta de 300 metros el gran grupo los ha cazado y no han tenido recompensa alguna.

Poca renta

El gran grupo ha dejado un margen muy escaso para los seis fugados, conscientes del ondulado terreno que faltaba por recorrer y por la calidad de la escapada. El paquete principal, liderado por el Team Giant-Alpecin, nunca ha dejado que los seis ciclistas alcanzasen una renta superior a los cinco minutos. El conjunto alemán hacía una apuesta clara para su sprinter John Degenkolb.

La colaboración clave para cazar

El buen entendimiento ha permitido que el pelotón diera alcance a los seis protagonistas de la jornada. Equipos sin victorias como el Team Giant-Alpecin, el MTN Qhubeka o el Orica GreenEdge más el Tinkoff-Saxo, que ya consiguió el triunfo con Rafal Majka en la segunda etapa pirenaica, han sido los que más interés han puesto en cazar a los seis fugados.

En una etapa salpicada de pequeñas cotas unidas a pequeños repechos han provocado mucho desgaste entre los 175 corredores que han salido en la jornada de hoy. El ritmo alto que ha impuesto el gran grupo ha hecho que muchos corredores empezaran a ceder bastante pronto.

Imbatible Greipel

El potente corredor alemán del Lotto-Soudal se está mostrando intratable en los sprints intermedios. Hoy se ha vuelto a llevar el que ha disputado el pelotón, hecho que le ha permitido recuperar, de manera provisional, el maillot verde por un solo punto sobre Peter Sagan. La dureza y el fuerte ritmo impuesto, principalmente por el equipo del eslovaco, han hecho que el corredor germano cediera y no pudiera disputar el triunfo por la etapa. De esta forma, el mismo Sagan ha conseguido mantener el maillot de la regularidad, un claro objetivo que se ha marcado en este Tour.

La mala suerte de Jean-Christophe Peráud

Si el año pasado consiguió sorprender a todo el público terminando segundo en el Tour de Francia, superado por un intratable Nibali, este no está siendo su año. Él mismo comentó que llegaba a la ronda francesa con algunas incertidumbres sobre su forma. Estas dudas se resolvieron con la llegada de la montaña, donde el veterano ciclista galo ha estado muy lejos de los favoritos. A este mal rendimiento en esta primera parte del Tour se ha añadido la mala suerte ya que a falta de sesenta kilómetros para llegar a meta de Rodez se ha caído. Las consecuencias de este percance se han quedado con fuertes abrasiones en sus brazos y piernas. Pero los ciclistas están hechos de otra pasat y el galo ha vuelto a conectar con el paquete principal, en gran medida gracias al coche médico, pero en la cota final ha sufrido y se ha dejado más de un minuto respecto al vencedor de la etapa, el belga Greg Van Avermaet.

La maldición de Sagan

Peter Sagan es un corredor que lleva la regularidad por bandera. Desde que en 2012 debutara y ganara un total de tres etapas –con curiosas celebraciones- no ha vuelto a levantar los brazos en otra edición de la Grande Boucle que ha disputado. El eslovaco del Tinkoff-Saxo lleva numerosas segundas plazas –cuatro en esta edición- pero no termina de rematar en ninguna. Su equipo ha hecho todo lo posible para cazar la escapada, pero el ciclista eslovaco, muy exhausto, no ha podido rematar y sumar de nuevo en el Tour. Esta regularidad le permite seguir sumando puntos para el maillot verde, un objetivo que se marcó al principio del Tour. La regularidad que tiene el propio Sagan en todas las ediciones de Grande Boucle que ha disputado le han permitido llevarse, en cada una de ellas, el maillot verde –en total ha ganado tres, y está a un solo paso de llevarse el cuarto-.

Y mañana…

La jornada de mañana se presenta clave para los hombres que se quieren llevarse esta edición del Tour de Francia. La etapa se iniciará con una zona repleta de repechos – con un puerto de cuarta en este tramo- que servirán para que se haga la fuga de la jornada. El tramo final de la etapa está compuesto por tres puertos –dos de segunda y uno de cuarta- que añadirán emoción y dureza a las piernas de los corredores. El puerto final de la Croix Neuve, con sus tres kilómetros al 10,1%, se presentan como decisivos para definir el ganador de la etapa y para marcar diferencias entre los corredores más fuertes en la clasificación general.

Clasificación