Cuatro años después de su durísima caída en el descenso del Collado Bermejo durante la Vuelta a Murcia 2011, el alicantino Rubén Plaza (Lampre Merida), ha logrado hoy a sus 35 años la victoria más importante de su ya dilatada carrera. Tras unos años de mala suerte, que nunca le han permitido demostrar toda su valía en el Tour de Francia, el ciclista de Lampre por fin ha podido sacar a relucir su grandísima calidad en todos los terrenos en la carrera más importante del mundo. Diez años después de su primera y hasta hoy única victoria en una Gran Vuelta, una contrarreloj individual en Alcalá de Henares durante la Vuelta Ciclista a España 2005, el veterano rodador español encuentra de nuevo la gloria cuando quizás menos lo esperaba, en una ronda gala a la que llegaba para sacrificarse y trabajar en servicio de su buen amigo Rui Costa. Sin embargo, el desafortunado abandono del portugués permitió a Plaza buscar su propia oportunidad, y precisamente en el mismo lugar donde su jefe de filas ganó en 2013, el alicantino ha conseguido su triunfo más importante como ciclista.

Disputada etapa de media montaña

La etapa entre Bourg-de-Peage y Gap, de 201 kilómetros de longitud, tuvo un recorrido de media montaña, y con dos puertos puntuables, el Col de Cabre (2ª, 9,1 kilómetros al 4,6 %) y el Col de Manse (2ª, 8,9 kilómetros al 5,6 %), situado a tan solo 11 kilómetros de la línea de meta. Tras esta subida, se afrontó la rápida y complicadísima bajada de La Rochette, aquella que enterró los sueños de Joseba Beloki en 2003. Además, el recorrido transitó en todo momento por un terreno jalonado de pequeños repechos y subidas no puntuables, ascendiendo desde el valle del Ródano hasta el pie de los Alpes. Esto, unido al de nuevo sofocante calor y a la altísima velocidad con la que se rodó durante el comienzo de la etapa, con una velocidad media de 53,6 kilómetros por hora en la primera hora de carrera, provocaron un día más una jornada dura en este Tour 2015.

El resultado de este vertiginoso inicio fue una numerosa escapada, inicialmente compuesta por 12 hombres, a los que más tarde, y tras varios kilómetros de encarnizada persecución, se unieron otros 11 corredores, para sumar un total de 23 escapados. Una fuga con ciclistas de contrastada calidad, entre los que se encontraban corredores que ya sabían lo que era ganar en la Grande Boucle, como Thomas Voeckler (Team Europcar), Christophe Riblon (AG2R La Mondiale), Pierrick Fedrigo (Bretagne-Seche), Edvald Boasson-Hagen (MTN-Qhubeka), Matteo Trentin (Etixx-Quick Step), y el portador del maillot verde, un combativo Peter Sagan (Tinkoff-Saxo). Entre estos 23 se encontraban, además, corredores de gran renombre como Thomas de Gendt y Adam Hansen (Lotto Soudal), Bob Jungels (Trek Factory Racing), Simon Geschke (Giant Alpecin), Daniel Teklehaimanot (MTN-Qhubeka), Jarlinson Pantano (IAM Cycling) o el propio Rubén Plaza. Además del alicantino, la representación española en la escapada estaba compuesta por Luis Ángel Maté y Daniel Navarro (Cofidis), e Imanol Erviti (Movistar Team).

Rubén Plaza resuelve con maestría

Pese a un valiente ataque a casi 50 kilómetros de meta del incombustible Adam Hansen, corredor conocido por competir año tras año en las tres Grandes Vueltas, y que si termina este Tour 2015 igualará el récord de 12 Grandes disputadas y terminadas del eterno corredor español Bernardo Ruiz, la fuga se resolvió en los últimos 20 kilómetros de etapa, que consistían en subir el Col de Manse (2ª), para posteriormente lanzarse en su peligrosísimo descenso hasta la meta de Gap. Tras un ataque inicial de Simon Geschke, que sirvió para neutralizar la valiente intentona de Hansen, al que respondieron Sagan, Riblon y Plaza, fue el alicantino el que a 18 kilómetros de meta, a siete de coronar la ascensión, lanzó la que fue la estocada definitiva en esta etapa.

Una arrancada que no encontró respuesta entre sus compañeros de fuga. Mientras sus perseguidores se miraban, dejándole la responsabilidad a Sagan, por todos conocido como el mejor bajador y el mejor esprinter de la escapada, la potencia que imprimía Plaza en cada pedalada aumentaba más y más el hueco, que pronto llegó al medio minuto. En los últimos kilómetros de ascensión, el corredor de Lampre siguió imponiendo su calidad frente a sus perseguidores. En el grupo trasero, todos se vigilaban, y nadie quería trabajar para neutralizar a Plaza y que luego Sagan le rematase aprovechando su condición de hombre rápido, lo que permitió la entrada de un grupo perseguidor que contenía a corredores como Voeckler, Jungels, Pantano, Maté y De Gendt.

El esfuerzo le valió a Rubén Plaza para coronar con 55 segundos de ventaja. Pese a un susto en esta bajada tan traicionera, con un piso bacheado y con carretera muy estrecha, y pese a la exhibición de Sagan, que bajó como un auténtico cohete, descolgando a todos sus compañeros de persecución, la renta del alicantino en la cima del puerto fue suficiente para alzar los brazos en el Tour de Francia, para conseguir la victoria más gloriosa de su carrera a sus 35 años, probablemente cuando menos la esperaba. Un Tour al que vino para trabajar en favor de un líder, pero que por suerte o por desgracia le dio la oportunidad de buscar la gloria personal, y la ha acabado encontrando. Detrás de él, a 30 segundos, llegó Sagan, que un día más se quedó sin el premio que lleva tantos días buscando. El eslovaco deberá seguir trabajando, pero le queda el consuelo de dejar más que encarrilado su cuarto maillot verde consecutivo.

Nibali a buen nivel, susto de Geraint Thomas

Por detrás, el pelotón, que rodó muy relajado durante gran parte de la etapa, tanto como para dejar una ventaja a la escapada superior a los 20 minutos, se deshizo en mil pedazos en las rampas del Col de Manse. Un puerto que con lluvia deparó en 2011 un grandioso espectáculo, pero que en 2013 con sol fue algo decepcionante. Hoy, otra vez con sol, y pese a un esfuerzo inicial de Tinkoff, volvió a dejar un regusto agridulce. Tanto Alberto Contador (Tinkoff-Saxo) como Alejandro Valverde (Movistar Team) intentaron poner en dificultades al líder Chris Froome (Team Sky), pero el británico solventó la situación con solvencia en todo momento. El vigente campeón Vincenzo Nibali (Astana) fue el único que consiguió abrir hueco con el grupo de favoritos, coronando el puerto con 15 segundos de ventaja.

Se había señalado la complicada y técnica bajada como un punto donde Froome, corredor conocido por su poca habilidad en las bajadas, podía sufrir. Sin embargo, había pocas ganas de jugar entre los favoritos, que quizás recordaron el susto que tuvieron Contador y Quintana la última vez que se superó esta subida, en 2013, o la escalofriante caída de Beloki en este descenso, que puso fin a su carrera al máximo nivel. Las pocas ganas que tuvieran seguramente las perdieron tras la aparatosa caída de Geraint Thomas (Team Sky), lugarteniente del maillot amarillo. El galés, sexto en la general, fue desplazado de su trayectoria por Warren Barguil (Giant Alpecin) y salió de la carretera chocando contra un poste de electricidad, y cayó por un terraplén. Unas imágenes que presagiaban una lesión grave, pero afortunadamente la suerte sonrió a Thomas, que pudo retomar la marcha, y únicamente tiene que lamentar unos segundos de pérdida en la clasificación general.

En la meta de Gap, únicamente Nibali consiguió llegar escapado, arañando unos pírricos 28 segundos. La buena noticia, que el italiano parece en mejor forma que durante la primera mitad de la carrera, y se une al Movistar y a Contador como amenaza para el hasta ahora invulnerable Froome, que pese a todo sigue gozando de un buen colchón de tiempo sobre sus perseguidores. Geraint Thomas, pese a su contratiempo, perdió 42 segundos con los favoritos y mantiene su sexta plaza.

En puertas de la batalla definitiva

El líder Froome agradecerá no haber perdido al galés, su mayor apoyo en la alta montaña junto a Richie Porte, en una jornada en la que ya perdió a Peter Kennaugh por enfermedad. El Tour inicia el miércoles sus etapas definitivas, y los equipos deben rayar al máximo nivel para que sus líderes no sufran más de la cuenta. El Sky da la sensación de comenzar a flaquear, y los demás equipos de los favoritos tienen motivos para la esperanza. Se avecinan las etapas clave, y los movimientos tácticos y las estrategias de equipo pueden ser claves para decidir el destino final de este Tour 2015.

Y es que el miércoles, tras la segunda jornada de descanso, se disputará la primera de las cuatro etapas alpinas de esta edición. Una etapa de distancia media, con 161 kilómetros, y cinco puertos puntuables, los más relevantes, los dos últimos, el Col d´Allos (1ª, 14 kilómetros al 5,5 %), seguido de una bajada bastante técnica, y sin un metro llano, la ascensión final a Pra Loup (2ª, 6,2 kilómetros al 6,5 %). Una etapa homenaje a la cabalgada de Bernard Thevenet en 1975, que destronó definitivamente al más grande de todos los tiempos, el ‘Caníbal’ Eddy Merckx, y cuyos últimos kilómetros se recorrieron en la quinta etapa de la última edición del Critérium du Dauphiné, con victoria para Romain Bardet (AG2R La Mondiale), y en la cual se vio sufrir al actual líder Froome. Veremos si 40 años después supone el inicio de la caída del rey actual, o si por el contrario el ciclista nacido en Nairobi da el golpe de gracia a la carrera.

Clasificaciones de la etapa

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