Nairo Quintana le puso las cosas difíciles, sobre todo en los dos últimos días de los Alpes, con finales en la Toussuire y en Alpe d'Huez, pero el triunfo final ha sido para un espigado, alto y flacucho corredor keniata, nacionalizado británico, que corre para el conjunto Sky. Chris Froome ha logrado hoy, en los Campos Elíseos, su segunda victoria en el Tour de Francia, en la carrera ciclista más importante del planeta, la que todos quieren ganar. En sus segundo paseo triunfal hacia París, la carrera ha ido desde Sèvres hasta la capital de Francia, en la que ya solo faltaba por decidir el ganador, mediante la última llegada masiva, de esta 21ª etapa.
La simbólica etapa de París ofrece, en la gran mayoría de ocasiones, y desde hace 40 años, el último ganador de etapa de la ronda en forma de llegada masiva. El último en romper el sprint tras las nueve vueltas al circuito de la capital parisina fue el kazajo Alexander Vinokourov, en la edición de 2003. Hoy, entre la lluvia, se ha visto cómo André Greipel era el más rápido por primera vez. A Bryan Coquard, el ciclista francés de Europcar, poco le faltó para hacer saltar la gran alegría entre el público, pero el alemán les privó de ese momento.
Van der Breggen, la más lista
La invitada protagonista fue la lluvia, que ya empezó a incordiar a las chicas, que disputaron una etapa con un recorrido similar al de los que hoy acabaron el Tour. La holandesa Anna van der Breggen (Rabobank-Liv), escapada, alzó los brazos antes de ser cazada por sus diez perseguidoras, que estuvieron a solo un segundo de 'aguarle', nunca mejor dicho, la fiesta. La belga Julien d'Hoore (Wiggle Honda) y la también holandesa Amy Pieters (Liv-Plantur) la secundaron en el pódium de París como segunda y tercera clasificada respectivamente. Entre las cuatro españolas que empezaron la prueba, ninguna pudo acabar la misma.
Fiesta, champán y una lluvia incordiante
Chris Froome era el encargado de agitar la bandera -encima de su bici, claro- y de dar el pistoletazo de salida a una jornada de calma, celebraciones, fotos y anécdotas entre los 160 ciclistas que lograron llegar sanos y salvos, algunos sufriendo más que otros, a París. La lluvia que había azotado a las ciclistas femeninas no paró y también marcó el día de 'fiesta' de la etapa masculina, que arrancó cuando faltaban diez minutos para la cinco de la tarde. Nada más empezar, el pelotón afrontó el Col de l'Observatoire, con un Filippo Pozzato (Lampre-Merida) sorprendido de saber, unos minutos después, de saber que había pasado en primera posición.
París, engalanada como siempre para la ocasión, aunque esta vez mojada, y sus habitantes esperaban ansiosos la llegada de los corredores, que entraron a la ciudad francesa guiados por Sky y su maillot amarillo, como ha marcado la tradición durante las pasadas ediciones. Se producía el primer paso por meta y se oficializaba la victoria general de Froome, porque, como había asegurado Prudhomme, los tiempos solo iban a contar hasta el primer paso por la línea de meta. Así que a más de 60 kilómetros de acabar la etapa, Chris Froome ya era el ganador del Tour.
Los ataques, muy presentes
Con el Tour ya decidido, ya solo faltaba saber quién iba a lograr la última victoria de etapa. Los sprinters, batallarían por última vez ante un Arco del Triunfo que consagraría, como ya lo hizo Marcel Kittel un año antes, al ganador. Así que desde el primer paso por meta, los ataques no se hicieron esperar. Tras un ataque de Merhawi Kudus (MTN-Qhubeka) y Andriy Grivko (Astana), era Sylvain Chavanel (IAM Cycling) el que saltaba del grupo con más peligro, para abrir hueco respecto a un Lotto-Soudal con muchas ganas de victoria.
Tampoco fue el bueno el ambicioso movimiento del veterano francés, que volvió a entrar en el grupo poco después de saltar del mismo. Tras su intento atacaron Nelson Oliviera (Lampre-Merida), Florian Vachon (Bretagne-Séché) y Kenneth Vanbilsen (Cofidis), más acertados que el francés de IAM, que intentó marcharse solo. Su medio minuto de máxima rento no hizo peligrar el sprint, pero debilitó a los gregarios de André Greipel, el que era el máximo favorito a ganar hoy en París.
Greipel remata
La fuga de tres ciclistas nunca iba a causar problemas al pelotón. A una distancia visual de los gregarios de los sprinters, los fugados nunca tuvieron opciones de jugarse la victoria entre ellos. Sí lo hizo el pelotón, que aprovechó las dos últimas vueltas para reducir diferencias y eliminar de forma definitiva las opciones de los tres escapados. Rohan Dennis (BMC) había probado por su cuenta, pero también fue neutralizado junto con el belga de Cofidis, el último en aguantar en la escapada de hoy. Quedaban, en ese momento, solo tres kilómetros.
Y tras la completa neutralización, llegó el baile de equipos y la lucha por la posición de los principales sprinters, que en estos Campos Elíseos significa, prácticamente, una victoria segura. André Greipel (Lotto-Soudal) hizo bueno el trabajo de su equipo y, aunque apretado por Bryan Coquard (Europcar) -que equedó segundo-, alzó los brazos por primera vez en París para conseguir su cuarta victoria este año y rematar, de la mejor forma posible, su mejor Tour hasta la fecha, que dice adiós hasta el próximo mes de julio. Como en cada edición, se hará larga la espera.
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