23 días después de aquel prólogo en Utrecht y tras 21 durísimas etapas, Chris Froome (Sky) pudo entrar abrazado a sus compañeros en la meta de los Campos Elíseos saboreando su segundo triunfo en el Tour de Francia. El conjunto británico domina la Grande Boucle en la última época, con tres de las últimas cuatro rondas galas en su haber (Wiggins en 2012, Froome en 2013 y 2015). 

Como no podía ser de otra manera, la alegría de Froome al conseguir su segundo maillot amarillo le desbordaba. "El maillot amarillo tiene una larga historia y siempre la he respetado, nunca la he deshonrado y me siento orgulloso de todos y cada uno de los días que lo he llevado", confesó.

"¡Esto es increíble! Ha sido muy largo y he tenido que ir paso a paso"

El anglokeniano reveló las dificultades para lograr su segundo entorchado en París: "El camino hasta esta segunda victoria ha sido muy largo y he tenido que ir paso a paso. ¡Es increíble! Si me pongo a pensar en todo lo que ha pasado desde que salimos de Holanda... hay tantas cosas, tantos momentos con mi equipo..."

Froome también se refirió a los momentos desagradables que tuvo que vivir en la disputa de la ronda gala, a causa de los insulto y otro tipo de faltas de respeto que sufrió por parte del público. "A veces ha sido estresante, he tenido que luchar con la bici y sin ella", comentó.

"Por esto es por lo que cada mañana me despierto para entrenar"

Ninguno de estos desagradables recuerdos podía empañar la alegría del ciclista del Sky: "Ahora me encuentro mucho mejor porque quería esta foto sobre el podio... la deseaba con todas mis fuerzas", aseguró. "Me ha supuesto muchísimo trabajo, muchos sacrificios, pero es por lo que me despierto cada mañana para entrenar, por lo que paso tiempo lejos de mi familia", añadió.

El británico no es capaz de decidir si prefiere esta victoria o la de 2013: "Soy incapaz de decir si esta victoria es más bonita que la anterior. Ganar el Tour de Francia una vez es algo increíble. Y volver a estar aquí otra vez significa mucho para mí", concluyó.