El mejor ciclismo se dejó para el final. Tras el paso por los Pirineos y el Macizo Central donde Sky y Chris Froome tiranizaron la carrera, los Alpes decidieron contar otra historia. Nairo Quintana (Movistar) se mostró como el mas fuerte pero no fue suficiente para destronar a Chris Froome (Sky) que administró de manera inteligente su diferencia.

Pero no solo el colombiano atacó al ejercito ingles del Sky, hombres como Vincenzo Nibali (Astana), Romain Bardet (AG2R) o Thibaut Pinot (FDJ) se revelaron y tuvieron recompensa a su ambición con victorias parciales. Una semana de magnifico ciclismo al que le faltó un poco mas de lucha por la general para ser una semana perfecta.

Casi vuelco en la general

Chris Froome había atemorizado a sus rivales en los Pirineos y se dedicaba a administrar su renta cercana a los cuatro minutos sobre el colombiano del Movistar. Las dos primeras de las cuatro etapas alpinas solo mostraron el carácter ofensivo de Vincenzo Nibali y Alberto Contador (Tinkoff-Saxo) que no sobresaltaron al equipo del líder. Mientras Movistar mantenía cierto conservadurismo y pensando mas en tener a Nairo y Alejandro segundo y tercero en la general que en ganar el Tour.

Sin embargo, el colombiano consiguió descolgar a Froome en la tercera etapa alpina con final en la Toussuire. La debilidad del británico dejó las espadas por todo lo alto para la ultima etapa camino de Alpe d'Huez. Y la etapa fue antológica, digna del perfil propuesto por la organización. Movistar apostó a ganar el Tour con ataques en la Croix de Fer a los que respondió Froome con inteligencia.

Ya en el inicio de Alpe d'Huez, Nairo tras varios ataques consiguió deshacerse de Froome y se fue directo a por el amarillo, apoyándose en Valverde y en Anacona para aumentar las diferencias. Por su parte, Froome se tuvo que apoyar en su equipo (Poels y Porte) para minimizar perdidas. Finalmente el británico se adjudicó su segundo Tour con algo mas de un minuto de ventaja sobre el colombiano. Gran victoria del anglokeniano apoyado en un gran equipo.

La valentía tiene premio

Siguiendo la tónica del Tour de Francia las escapadas tuvieron recompensa. Solo la etapa final en Paris puso la excepción. Ruben Plaza (Lampre-Merida) dio la tercera victoria española tras atacar a sus compañeros de fuga en el Col de Manse camino de Gap relegando a Peter Sagan (Tinkoff-Saxo) a su enésimo segundo puesto. En dicho descenso Warren Barguil (Giant-Alpecin) se llevó por delante a Geraint Thomas (Sky), sin consecuencias para ambos.

El hambre del lobo Simon Geschke (Giant-Alpecin) permitió llevarse la victoria en Pra Loup tras un ataque en solitario a mas de 30 kilómetros no exento de cierta agonía en la parte final por parte del alemán.

Romain Bardet (AG2R) fue el vencedor camino de Saint-Jean-de-Maurinne realizando un espectacular descenso en el col del Glandon y una subida excelsa en los espectaculares Lacets de Montvernier. Una victoria de gran calidad para el joven francés y merecida pues la buscó durante todo el Tour.

En la estación invernal de La Toussuire se vio el gran mordisco del 'Tiburón' Nibali con un ataque a falta de 60 kilómetros y a falta de dos puertos de montaña. Exhibición de las de antaño que el italiano celebró con gran rabia. Demostró volver a ser el del año pasado e incluso se metió en la lucha por el pódium.

Al día siguiente en Alpe d'Huez, la gran esperanza francesa, Thibaut Pinot, se reivindicó en el Tour con una extraordinaria victoria. Tras meterse en la fuga en la Croix de Fer y demostró ser el mas fuerte de todos ellos y aguantó el acoso de Nairo Quintana que buscaba vestirse de amarillo.

La lucha por el tercer cajón

Con Froome y Quintana como los mas fuertes solo quedaba por resolver el propietario de la tercera posición. Tejay Van Garderen (BMC), Alberto Contador, Alejandro Valverde y Vincenzo Nibali eran los candidatos.

Van Garderen fue el primero en claudicar debido a un resfriado que le hizo abandonar la ronda gala. Una avería camino de Pra Loup y los esfuerzos del Giro hicieron que Alberto Contador no pudiera optar al pódium. Mostró su carácter valiente pero sin la forma física adecuada no tuvo nunca opciones reales de asaltar el pódium.

La lucha quedaba entre Nibali y Valverde con algo mas de un minuto de ventaja a favor del murciano y con Alpe d'Huez como juez final. Todo se resolvió al comienzo del puerto donde el siciliano sufrió un pinchazo y con la carrera ya lanzada nunca volvió al grupo de los favoritos. Valverde por fin consiguió su tan ansiado pódium gracias a una estado de forma superior a sus rivales y la regularidad que siempre le faltó en la ronda gala.

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Sobre el autor
Román Vilares Francisco
Apasionado del ciclismo. Community Manager de la Sociedad Ciclista Rebonza y redactor de su revista: Pedaladas Verdinegras www.screbonza.es