El Boulevard Donostiarra espera en meta. Una de las competiciones más ilustres del calendario español llega cuando todavía rezuma el sabor a Tour de Francia. Pero la ronda gala es historia y muchos de los escaladores que acudieron a esa carrera buscarán la gloria en San Sebastián. Una clásica hecha para escaladores, con subidas muy duras pero también abierta a ataques de hombres potentes. Una amplia nómina de candidatos para hacerse con la gloria en el Boulevard.

Un palmarés de lujo para una carrera de gran prestigio internacional. Marino Lejarreta, Claude Criquelion, Miguel Indurain, Raul Bugno, Lance Armstrong, Claudio Chiapucci, Davide Rebellin, Laurent Jalabert, Paolo Bettini, Philippe Gilbert o Alejandro Valverde, en dos ocasiones, completan una historia de vencedores de lujo.

Poco a poco, la Clásica de San Sebastián ha ido reinventándose con el fin de obtener una carrera con más dureza. Una jornada plagada de repechos y de puertos cortos pero de grandes pendientes, hecha para escaladores. Hecha en principio para escaladores, fue cambiando para permitir un mayor abanico de favoritos pero, con el paso del tiempo, volvió a reconvertirse en una carrera para escaladores luego de que en los años 2000, la carrera se resolviese en grupos muy granes, tipo Milán-San Remo. Cambios con el Jaizkibel, Miracruz o la última innovación, la introducción de la subida al Monte Igeldo, hacen que el abanico de favoritos, sin ser únicamente para escaladores, se reduzca. Solo los más fuertes pueden llevarse la gloria en el Boulevard en una llegada muy muy reducida.

Poco cambio con respecto a 2014

El recorrido no versa mucho de la pasada edición. Con algún cambio en cuando a localidades de paso, el mapa es prácticamente idéntico. Tradicional el paso por pueblos típicos como Orio, Zarautz, Azpeitia, Tolosa, Andoain o Hernani en la primera parte del recorrido. Al introducirse ya en la segunda mitad de la carrera, la parte decisiva, transcurre por la zona oriental de Guipúzcoa con el paso por municipios como Oiartzun o Irún. Para acabar, paso por meta para afrontar la decisiva subida al Monte Igeldo para acabar en la meta del Boulevard Donostiarra. Serán 203 kilómetros vivos y de ataques.

Desgaste, táctica y desenlace

El perfil, lo podemos dividir en tres partes. La primera parte, correspondiente a los primeros cien kilómetros, será de desgaste puro. Se saldrá a mil por hora en los complicados repechos del inicio de Clásica en donde destacan los altos no puntuables de Orio/Zudugarai (2 km al 4%) y Meagas (4,4 km al 3%), antes de afrontar la primera subida puntuable, el Alto de Iturburu (1ª - 3,5 km al 5%). Descenso y aproximación hacia la costa con repechos, como el Alto de Ventas (2,4 km al 4,6%) o Gurutze (2 km al 4,5%) para entrar en la segunda parte del recorrido.

El segundo paso por Jaizkibel y Arkale dejará muchos movimientos

En el kilómetro 117 arranca la subida al Jaizkibel (1ª - 7,8 km al 5,8%), que se repetirá más adelante. Sin tiempo para recuperar, tras el descenso y una zona de repechos, los ciclistas afrontarán el primer paso por Arkale (2ª - 2,7 km al 6,3%). Descenso y, de nuevo sin descanso, se subirá Jaizkibel (1ª) y, otra vez, Arkale (2ª). Esta segunda parte mezclará el desgaste con los primeros movimientos tácticos. Especialmente en los segundos pasos por los altos, habrá que ver si alguien decide mover ficha desde lejos o manda a algún gregario para hacer de puente en la parte final.

La definitiva. Todo se decidirá aquí. Paso por meta, siempre tenso y nervioso, antes de afrontar la última cota. La subida al observatorio metereológico del Monte Igeldo (2ª - 2,5 km al 9%) se estrenó en 2014 con éxito. Mucha emoción, tanto en la subida como en la bajada. Moviemientos hacia arriba como hacia abajo. Descendiendo ganó Valverde el año pasado. Una vez acabada la bajada de está empinada y complicada cota, la meta del Boulevard se hecha encima y, normalmente, se llega en grupos de dos o tres ciclistas o de forma individual. No hay más oportunidades.

El "muro" de Igeldo

El perfil de la cota final, la subida al Monte Igeldo, deja una pendiente enorme, con media del 9% , en apenas 2500 metros de subida. Una subida estrechada por la marea que sube desde la ciudad hacia el observatorio meteorológico para buscar una instantánea para el recuerdo. La ascensión arranca con una rampa constante del 8% para subir al 20% con un muro tremendo. Luego suaviza al 4,5% para afrontar la parte decisiva; de nuevo con rampas del 20 %, unos 800 metros infernales antes de alcanzar la cima con una rampa final del 7,5%. Su inclusión el pasado año fue exitosa y dejó muy buen sabor de boca a organizadores, ciclistas y aficionados. Un final más duro e intenso que antaño.

Valverde, el hombre a batir

Entre los favoritos, un amplio número de candidatos tomarán la salida en San Sebastián el próximo sábado. Habrá que ver cómo es el estado de forma de algunos que no corrieron el Tour y cómo va la fatiga de otros que sí lo corrieron.

Con un final tan explosivo es inevitable acordarse de hombres como Alejandro Valverde (Movistar Team) y Joaquim Rodríguez (Katusha Team), pletóricos tras conseguir buenos objetivos en el Tour: podio y doblete de triunfos, respectivamente. Su explosividad, su fuerza y su potencia ante desniveles de este calibre les dan un plus más con respecto al resto de candidatos. Son, sin duda, los mejores en este tipo de muros. En el descenso, quizá Valverde tenga ventaja con respecto al catalán. Además, el murciano defiende el dorsal número uno como ganador de la edición 2014.

Luisle, Martin o Gilbert cuentan con velocidad para ganar en un grupo reducido, con permiso de Valverde

A su lado, otros escaladores explosivos a los que les van bien este tipo de cotas como Rui Costa (Lampre-Merida), Romain Bardet (AG2R La Mondiale), Bauke Mollema (Trek Factory Racing), Warren Barguil (Giant-Alpecin), Luis León Sánchez (Astana Team) o Daniel Martin (Cannondale-Garmin). Poseen buenas cualidades en este tipo de terreno, con grandes pendientes, y bajan bien, como para afrontar el descenso con éxito y poder rematar. Se podría incluir aquí a clasicómanos de cotas como Tim Wellens (Lotto-Soudal) o Tom-Jelte Slagter (Cannondale-Garmin), hábiles y explosivos en este tipo de terreno.

Valverde se llevó la gloria en 2014 | Fuente: Movstar Team.

Otros grandes bajadores, aunque menos explosivos en subida, son Rigoberto Urán (Etixx-Quick Step), Samuel Sánchez (BMC Racing Team) o Wilco Kelderman (LottoNL-Jumbo). No olvidar en la nómina a gente de la calidad de los hermanos Adam y Simon Yates (Orica GreenEdge), Thibaut Pinot (FDJ), con su gran debe en el descenso, Roman Kreuziger (Tinkoff-Saxo), Mikel Landa (Astana Team), Matthias Frank (IAM Cycling) o el tridente de Sky con Nicolas Roche, Sergio Henao y Peter Kennaugh.

Entre los outsider a la victoria, ya que buscarán su oportunidad como alternativa a un sólido jefe de filas, encontramos a Dani Moreno y Simon Spilak (Katusha Team), Giovanni Visconti (Movistar Team), Alexis Vuillermoz (AG2R La Mondiale), quien mostró una gran cara en el Muro de Bretaña del Tour, o Julián David Arredondo (Trek Factory Racing).

Para acabar, entre los rematadores que pasan bien la montaña, quizás el perfil sea excesivamente duro. Aun así, hay que tener en cuenta a hombres potentes como Philippe Gilbert (BMC Racing Team), Julien Alaphilippe (Etixx-Quick Step), Tiejs Benoot (Lotto-Soudal), Bob Jungels (Trek Factory Racing) o Sylvain Chavanel (IAM Cycling), perro viejo en estas lides.

Las opciones españolas se reparten claramente entre dos de los favoritos: Alejandro Valverde y Joaquim Rodríguez. Aun así, el país corre en casa con buenos outsiders como Luis León Sánchez, Dani Moreno o Samuel Sánchez. Además, seguro que los hombres del Caja Rural probarán algo con la explosividad de Amets Txurruka o Pello Bilbao.