Como el arqueólogo más famoso del cine, Indiana Jones, buscando el arca perdida Joaquim 'Purito' Rodríguez anda en busca de esa gran vuelta por etapas que merece pero que se le resiste. El catalán prepara con mimo y esmero las grandes citas pero la injusta ley del ciclismo se apodera sobre él en demasía. Rui Costa le privo del sueño mundialista en 2013, Ryder Hesdejal le quitó 'in extremis' el Giro de Italia del 2012, en Lieja, su clásica favorita, le rechaza año tras año del cajón más alto del pódium.

La Vuelta a España es otra de esas carreras 'malditas' para el corredor de Parets del Vallés. Siempre como uno de los objetivos del año, el de Katusha ha brillado en la prueba hispana sin embargo le niega la gran gloria de verse coronado en la general final. Su primera oportunidad fue en 2010 cuando siendo líder y a falta de pocas jornadas para finalizar una nefasta contrarreloj enterró todas sus opciones de victoria. Tuvo que esperar hasta 2012 para volver a tener una nueva reválida, se mostró como el más fuerte de la carrera, aguantó las embestidas de Contador y solo pudo el madrileño vencerle mediante una cabalgada épica camino de Fuente Dé. En 2013 y 2014 se clasificó en cuarta posición pero sin opciones reales de disputar la general. Los esfuerzos del Tour y una temporada cruzada fueron, respectivamente, los causantes de dicha clasificación.

Una temporada con luces y sombras

Comenzaba la temporada 2015 con los objetivos principales de las clásicas de las Ardenas, el Tour de Francia y la Vuelta a España para el veterano corredor.

La aproximación hacia las Ardenas fue adecuada a pesar de su ausencia en su querida Volta a Catalunya. Se resarció venciendo en dos etapas y la general de otra de sus pruebas fetiches, la Vuelta al País Vasco, a la que también se le había resistido. Además consiguió su triunfo paradójicamente en la contrarreloj final. Uno de sus muros había caído.

Con la moral alta llegaron las Ardenas y volvieron a ser esquivas para el menudo escalador español. Alejandro Valverde estuvo intratable en ellas. Purito solo pudo ser tercero en Lieja, otra oportunidad perdida.

Llegó al Tour de Francia con clara intención de disputar el titulo en un recorrido que nunca le había sido tan favorable. Comenzó de manera soberbia con el victoria en su muro, el Muro de Huy. Sin embargo, en la primera etapa de alta montaña fue uno de los grandes derrotados, perdiendo seis minutos con respecto a Chris Froome. Viendo como el sueño amarillo se le escapaba, cambió de objetivos en busca de etapas y del maillot de la montaña. Reinventándose se adjudicó dos días después la etapa de Plateau de Beille, cerca de su Andorra querida de forma magistral.

Con energías renovadas acude 'Purito' a la Vuelta, una ronda que le niega su máxima gloria pero donde él ha demostrado su valía en las ocasiones que ha participado. Tiene a favor un equipo que le apoyará incondicionalmente y un recorrido favorable. Por contra, la gran nomina de grandes vueltómanos como Chris Froome o Nairo Quintana le convierten en un favorito de segundo orden. Pero eso no detendrá a 'Purito', sabedor de que puede ser su última gran oportunidad y esta vez no quiere desaprovecharla.