Todo esfuerzo tiene su recompensa, aunque no siempre sea la esperada. Peter Sagan (Tinkoff-Saxo) ha recibido su premio tras el sacrificio sin resultado realizado en el Tour. El eslovaco se impuso al sprint en Málaga, tras una etapa de 158 kilómetros que partía de Mijas. El ciclista del Tinkoff se impuso en la llegada a un John Degenkolb (Giant-Alpecin) ambicioso que lanzó el sprint y fue tercero, y a un combativísimo Nacer Bouhanni (Cofidis), que rozó el triunfo tras sufrir la segunda caída en dos días consecutivos. En la general, Esteban Chaves (Orica GreenEdge) mantiene el liderato tras su victoria ayer en Caminito del Rey.

Desde inicio, y con un Sylvain Chavanel (IAM) muy combativo, se formó una fuga de ocho hombres. Junto al francés, lograron entrar en la fuga Nathael Berhane (MTN), Omar Fraile (Caja Rural), Maarten Tjaallingii (Lotto NL Jumbo), Ilia Koshevoy (Lampre-Merida), Martin Velits (Etixx), Alexis Gougeard (AG2R) y Walter Pedraza (Colombia). Este grupo, que buscó los puntos de la montaña, logró una renta cercana a los cinco minutos en los primeros compases de la etapa.

La noticia llegó a 100 kilómetros para meta cuando Paolo Tiralongo dijo basta, se bajó de la bici y se montó en el coche de Astana. De esta manera, tras la descalificación ayer de Vincenzo Nibali, el cuadro kazajo se queda con solo siete integrantes en la tercera etapa de la Vuelta.

El Alto del León causa estragos

Orica GreenEdge era el encargado de comandar el pelotón, aunque el ritmo fue relativamente flojo. En el inicio del Alto del León, el gran puerto del día, de primera categoría, Giant-Alpecin y Tinkoff recogieron este rol en el gran grupo. De nuevo, la mala suerte visitó de nuevo a Nacer Bouhanni (Cofidis), que tuvo un pinchazo en esta ascensión en un día en el que aspiraba a ganar.

Por delante, Martin Velits sufrió en los últimos kilómetros del León y se descolgó del grupo de escapados. Omar Fraile logró coronar este puerto en primera posición, de manera que se colocó líder de la clasificación de la montaña, destronando a Pedraza. Tras ello, se inició un descenso en el que Chavanel tomó el mando y cogió unos metros. Poco a poco sus acompañantes le fueron alcanzando hasta formar un sexteto en cabeza con el francés, Gougeard, Fraile, Pedraza, Tjallingii y Berhane.

Tinkoff siguió imprimiendo un ritmo más duro por detrás, llegando a cortar el pelotón en el tramo final del León. Este acelerón provocó que la diferencia de la fuga sufriera un recorte importante, por debajo de los dos minutos al final del descenso. Además, consiguieron su objetivo en parte, ya que un potencial rival de Sagan en Málaga, Caleb Ewan (Orica GreenEdge), se quedó rezagado, mermado también por la caída de ayer. Tras el descenso llegó un tramo llano que conducía a Málaga. El conjunto ruso siguió empeñado en hacer daño en el pelotón hasta que se produjo una caída en la que se vio involucrado uno de sus hombres, Daniele Benatti y, de nuevo, Nacer Bouhanni.

La fuga sigue soñando

La fuga aguantó con su ventaja en torno al minuto y medio tras el enganchón entre Bouhanni y Benatti, que redujo el ritmo del pelotón. Tinkoff seguía mandando en el pelotón, apostando por la victoria de Sagan, pero por delante seguían soñando con alzar los brazos en Málaga. Los más impetuosos fueron Tjallingii y Gougeard, que se marcharon en solitario en busca del sueño del éxito en la Vuelta.

El holandés finalmente se quedó solo. Combativo y testarudo, trató de aventura todo lo posible, pero a falta de 14 kilómetros, tras la colaboración de Giant-Alpecin con Tinkoff, fue neuántralizado. Todo estaba encaminado al primer sprint de esta edición de la Vuelta mientras Esteban Chaves sonreía, sabedor de que mantendría el maillot rojo un día más.

Antoine Duschene (Europcar) quiso provocar cierto nerviosismo en el pelotón con un solitario ataque a falta de 10 kilómetros, que no tuvo demasiado recorrido. Sky también trató de sembrar el pánico, buscando provocar abanicos en el tramo final, donde el viento soplaba de costado. Los británicos rápidamente se dieron cuenta de que era un gasto inútil de energía y abortaron su misión.

En los últimos kilómetros Movistar se dejó ver en la cabeza del pelotón fugazmente, exactamente el tiempo que tardó Giant en hacerse con el control del gran grupo. El conjunto alemán lanzó el sprint en busca de la décima victoria en la Vuelta de Degenkolb, pero por el centro apareció Peter Sagan para justificar el trabajo de sus compañeros. El eslovaco ganó por escasos centímetros sobre un resucitado Bouhanni, relegando al tercer puesto a Degenkolb.

Clasificaciones

La victoria de Sagan, en imágenes