En su sexta temporada como profesional, el portugués Nelson Oliveira (Lampre-Merida), ha conseguido la victoria que le consagra en el pelotón profesional. A sus 26 años, el ciclista luso ha sido el más listo a la hora de resolver una numerosa escapada de 24 corredores, distanciándose ligeramente en el descenso del último puerto del día, y manteniendo después su ventaja en el tramo llano hasta la meta. El portugués, tricampeón contrarreloj en su país, ha hecho gala de sus dotes de rodador, para sellar la victoria más prestigiosa de su carrera. [Así lo vivimos en VAVEL.com]
Inicio complicado y muy disputado
La etapa tenía un perfil complicado, sin un metro llano, con un continuo sube y baja desde la salida de Calatayud. Este quebrado perfil invitaba a la formación de una fuga numerosa, con corredores potentes y de calidad, ya que se trataba de un recorrido más que propicio para que una escapada llegase a meta. Los corredores no han decepcionado, y se ha vivido un inicio de etapa vertiginoso, con mucha combatividad por parte de la mayoría de equipos en busca de la escapada buena. Después de varios intentos abortados por el pelotón, uno de ellos de hasta cincuenta corredores, la escapada definitiva se ha conformado en torno al kilómetro 50 de etapa, durante las ascensiones a los dos primeros puertos, el Collado de Oseja (3ª) y el Alto de Beratón (1ª).
Una escapada muy numerosa, formada por un primer grupo de ocho corredores, al que posteriormente se unió otro de 16 ciclistas, dando lugar a una fuga de 24 hombres, en la que se encontraban Sergio Henao y Nicolas Roche (Team Sky), Mikael Cherel y Rinaldo Nocentini (Ag2r-La Mondiale), Alessandro de Marchi (BMC), David Arroyo (Caja Rural-Seguros RGA), Yohan Bagot y Julien Simon (Cofidis), Niki Terpstra y Gianluca Brambilla (Etixx-Quick Step), Kenny Elissonde y Kevin Reza (FDJ), Sylvain Chavanel y Jerome Coppel (IAM Cycling), Rubén Plaza, Valerio Conti y el propio Oliveira (Lampre-Merida), Maxime Monfort (Lotto-Soudal), José Joaquín Rojas (Movistar), Stephen Cummings (MTN-Qhubeka), Cameron Meyer (Orica-GreenEdge), Yukiya Arashiro y Romain Sicard (Europcar) y Pawel Poljanski (Tinkoff-Saxo).
El descenso del Moncayo, decisivo
La escapada transitó coordinada y bien avenida hasta la base del último puerto, el Alto de Moncayo, de tercera categoría, cuya cima estaba situada a 33,5 kilómetros a meta. En las primeras rampas de esta subida comenzaron los ataques, y el que frcutificó fue el de Poljanski. El polaco del Tinkoff-Saxo ascendió unos metros por delante de sus compañeros de escapada, pero no consiguió consolidar un hueco definitivo, y fue neutralizado a poco de comenzar el descenso. Fue precisamente en la bajada, con un primer tramo técnico y por carretera estrecha, donde se produjo el ataque definitivo de la jornada.
Oliveira arriesgó más que sus compañeros en cada una de las curvas, y eso le sirvió para encontrarse al final del descenso con una ventaja cercana a los veinte segundos sobre el resto de fugados. Tras unos kilómetros de ataques y contraataques entre los perseguidores, en los que se mantenía la diferencia con respecto al luso de Lampre, poco a poco la ventaja de Oliveira se fue incrementando, hasta llegar al minuto a diez kilómetros de la meta de Tarazona. Fue entonces cuando el grupo perseguidor, comenzó a organizarse, echando el resto para apurar las pocas opciones que les quedaban de disputar el triunfo de etapa.
Sicard y Brambilla escalan en la general
Demasiado tarde, ya que el luso mantuvo el minuto hasta la meta, pudiendo disfrutar del sabor del triunfo de una manera relajada. El empuje final del grupo perseguidor permitió al menos que los dos escapados mejor colocados en la general, Sicard (12º a 6:41) y Brambilla (13º a 6:42), recuperasen cerca de cuatro minutos al pelotón, colándose ambos en el top 10 de la clasificación general. Uno de los perjudicados, cayendo al undécimo puesto, es Nairo Quintana. El colombiano, que sigue sufriendo las secuelas de la enfermedad que padeció durante la jornada de descanso, dio muestras de debilidad en los primeros kilómetros de etapa, llegando a descolgarse en el primer puerto del día. Confíemos en que el subcampeón del Tour pueda recuperarse y mostrar su mejor versión a partir de mañana.
Y es que este sábado mismo comienza el segundo bloque de montaña de esta Vuelta 2015, en Cantabria y la siempre decisiva Asturias. Serán tres finales en alto consecutivos, incluyendo un final en la inédita Ermita del Alba tras un etapón de desnivel positivo comparable a la de Andorra. La etapa de mañana, la más larga de la edición, finalizará en la estación de esquí de Alto Campoo, en Cantabria. Antes, se superarán las Estacas de Trueba (3ª) y el corto pero durísimo Puerto del Escudo (1ª). Será la primera oportunidad de los escaladores para deshacerse del correoso Tom Dumoulin (Giant-Alpecin), tercero a medio minuto del liderato, y amenazante con la baza a su favor de la contrarreloj de Burgos.