El refrán de tanto remar para morir en la orilla ha sido sufrido en sus propias carnes en Cercedilla por Tom Dumoulin (Giant-Alpecin). El ciclista holandés, líder al inicio de la penúltima etapa, ha vivido un auténtico calvario en La Morcuera que acabó con una pájara que le desposeyó del maillot rojo, del podio y le relegó a la sexta plaza de la general.

El corredor del Giant confesó que la etapa ha sido “demasiado”. “Tras el primer ataque de Aru he tenido dificultades para seguirle y alcanzarle, estaba al límite. Cuando ha probado de nuevo, todo se había acabado, y más aún cuando ha coronado con ventaja”, relató Dumoulin.

"La carrera se me ha hecho demasiado dura"

El holandés tuvo un momento de esperanza en el descenso de La Morcuera: “Casi les alcanzo bajando el penúltimo puerto. Ha sido una lástima que no fuera más técnico, así podría haber entrado”, se lamentó el del Giant. “Luego, Astana tiraba con tres hombres y era imposible. Fui capaz de responder a ataques otrs días, pero hoy no podía. Estaba sin energía, la carrera se me ha hecho demasiado dura”, explicó.

Tom Dumoulin aseguró que trabajó hasta el final, tratando de pelear por mantener vivo el sueño de estar lo más arriba posible en la general: “He ido a tope, pero no me quedaba más en el depósito”.

Nairo Quintana: “La estrategia fue casi perfecta”

Nairo Quintana (Movistar) intentó lograr el ansiado podio en la Vuelta con un ataque en Cotos, pero fue insuficiente para alcanzar el tercer puesto. Aun así, confiesa estar “bastante satisfecho”: “Podía haber estado en casa después del malestar que tuve. De verme casi retirado a acabar así es gratificante, aunque estaría más contento con el podio”.

El Movistar movió a sus hombres para poder preparar un ataque escalonado con el colombiano, pero el movimiento no tuve el efecto deseado. Quintana aseguró que tampoco había “más terreno” que en etapas anteriores, y tenía que guardar para darlo “todo hoy”, como así han hecho. “La estrategia fue casi perfecta, era lo que habíamos planeado, pero los rivales tenían compañeros y se han defendido muy bien”, comentó.

El boyacense reconoció que puso “muchas ganas” en acabar la Vuelta porque el año pasado quedó “bastante triste” después de la caída cuando tenía “posibilidades de haber luchado por ganar”. “No me podía ir de nuevo sin terminar”, concluyó.