Taylor Phinney es un tipo feliz, muy alto, que disfruta de dar pedales aunque sepa muy bien lo duro que pueda ser el ciclismo. También sabe lo que es hacer disfrutar al público, con su carisma y buen humor cada vez que compite dentro o fuera de su país. Este larguirucho americano de 25 años se rompió la tibia y el peroné al caerse disputando los campeonatos nacionales de su país, dejándolo en el dique seco durante más de un año. Desde septiembre de 2014 hasta agosto de 2015 estuvo sin ponerse un dorsal en su espalda. Su vuelta a la competición se esperaba, tras la dolorosa cirugía; que comenzase a ser el de antes, más aún.
El ciclismo tiene fama de injusto, pero devuelve lo que les arrebata a los ciclistas tarde o temprano. Para él ha sido algo más de un año. Una medalla de oro en un Mundial con sus compañeros y amigos ha compensado año sin competición y de dolor. Guiando a su equipo hasta la victoria, Taylor Phinney vuelve a ser un tipo feliz, más aún junto a su BMC, oro hoy de la crono por equipos comerciales que abría la competición. Etixx se conformó con la plata, mientras que un pletórico Movistar se llevó el bronce y su primera medalla en esta joven competición.
Optum Kelly, un niño en una fiesta de mayores
Los conjuntos continetales americanos, compitiendo en casa y ante su público, fueron los primeros en salir. Los seis representantes de Champion System abrieron una crono con dos claras partes: la primera, la de los equipos más modestos, integrando plantillas Continentales y Profesionales Continentales; la segunda, a partir de la salida de IAM Cycling (ocho de la tarde), que marcaba el inicio de los conjuntos World Tour y únicos favoritos a la victoria hoy. Hasta la salida del equipo que lideraba el exrecordman de la hora Mathias Brandle, el equipo con mejores registro fue el americano Optum p/b Kelly. Buenos tiempos los del equipo americano, pero fue 'cosa de niños' para IAM superar sus registros sin apenas despeinarse.
Lo que hacían los americanos lo deshacían los corredores del cojunto suizo, mejorando cada vez más los buenos, y al mismo tiempo nada competitivos, tiempos del modesto equipo de Estados Unidos. Pasaban los minutos, los equipos, los mejores registros y las marcas de los equipos 'de segunda' iban quedando en el olvido y en la anécdota ante equipos World Tour con equipos con mucho mejor potencial y compenetración. El mejor de ellos, al menos en el paso por el primer intermedio, era el conjunto BMC, defensor del título -en casa, además- conseguido en Ponferrada.
Lucha de cuatro
Pronto la crono, y las medallas a repartir, quedó cerrada a cuatro equipos, donde se incluía Movistar, confirmando los pronósticos que auguraban con su potente equipo. Junto con el equipo español, Etixx-Quick Step, Orica y, por supuesto, BMC pelearían por las medallas tras pasar el ecuador de la prueba y entrar en la segunda parte de la misma, ya de vuelta a Richmond. La velocidad iba cansando las piernas y el ácido láctico provocaba relevos más cortos y mayor rotación entre las plantillas, que perdían a sus primeros ciclistas.
La anécdota del día, por desgracia, la protagonizó Tinkoff-Saxo que, por culpa del afilador de uno de sus ciclistas, tuvo que ver cómo dos de sus ciclistas se iban al suelo antes del paso por el segundo paso intermedio por culpa de un 'afilador'. Michael Valgren, el gran damnificado por sus rasguños en el brazo derecho, y Michael Rogers probaron la hierba de la cuneta, parando en seco el ritmo del equipo y obligándolo a esperar a que ambos caídos se reincorporaran. Llegaron los seis ciclistas juntos a meta, con honor, aunque últimos y decepcionados.
Etixx y BMC se disputan la gloria
Comenzaron bien Orica y Movistar, dando guerra a los dos grandes favoritos de la prueba, pero tuvieron que ceder ante el poderío del equipo belga y americano. En el tercer parcial de carrera, referencia ya muy verídica al encontrarse muy cerca de meta, solo BMC y Etixx estaban en tiempos, seis segundos exactamente, de jugarse el oro, dejando a Movistar y Orica la lucha por el bronce. La tardia pérdida de corredores fue fundamental y el repecho fue decisivo para que el conjunto telefónico lograse su primera medalla en los Mundiales y diese a España el ansiado primer metal de estos campeonatos de ciclismo.
La entrada de los dos últimos equipos fue más emocionante de lo normal. La igualdad entre ambos cojuntos y el bromista GPS, que hacía bailar las diferencias a favor de unos y otros, propiciaron un final que nada envidió al de la prueba femenina. El ciclismo y Governor Street quiso que BMC fuese quien se alzase con el título, para igualar en títulos mundiales (dos cada uno) a los dos equipos que se jugaban en segundos la medalla de oro de esta edición. Etixx-Quick Step claudicó y Richmond se rindió ante BMC, que volvía a casa para retener el cetro mundial conseguido en Ponferrada.
Vídeo de la prueba
Clasificaciones
