Vincenzo Nibali cerró la temporada el pasado domingo con un gran triunfo en el Giro de Lombardía tras un gran ataque en la bajada de Civiglio al que nadie puedo responder. 

Su descalificación de la Vuelta a España tras agarrarse al coche de equipo ha sido un revulsivo para el corredor siciliano que acaba la temporada de la mejor manera posible y encarará el comienzo de la próxima temporada con el buen sabor de boca que siempre dejan las victorias.

"Siempre he querido ganar una gran clásica de un día y he estado a punto en el pasado", declaraba Vincenzo Nibali tras su gran triunfo en Lombardía. Además, añadía que el centrarse en las grandes vueltas le ha lastrado en las carreras de un día: "Siempre he sido competitivo en carreras de un día aunque desde que empecé a concentrarme en las vueltas de tres semanas he perdido un poco de explosividad".

El italiano también comentó la importancia de esta victoria para él: "Conseguir la victoria aquí significa mucho para mí. Y siempre he dicho que una victoria en Il Lombardia vale una Lieja-Bastoña-Lieja". Nibali estuvo vigilado; sabían que era la rueda a seguir pero el italiano supo sacarse un gran movimeinto de la chistera. "Todo el mundo sabía que quería un resultado, lo que significaba que estaba muy estrechamente marcado hasta el Civiglio. Todos teníamos el mismo número de kilómetros en las piernas y no era fácil inventar un movimiento ganador", explicaba.

"La expulsión 

"El incidente de la Vuelta fue un grave error pero no solo mío"

Su expulsión de la Vuelta fue una gran decepción para él pero se recuperó en muy poco tiempo y en las últimas semanas ha demostrado un gran estado de forma consiguiendo otras dos victorias en carreras de un día en Italia: la Tre Valli Varesini y la Coppa Bernocchi además del segundo puesto en Coppa Agostoni y el tercero en el Memorial Marco Pantani. "El incidente de la Vuelta fue un grave error, sin duda, pero no solo mío. Pero se trató de una oportunidad de comenzar de nuevo. Ahora puedo decir que la expulsión de la Vuelta me vino bien porque me hizo recuperar toda la rabia que había perdido. Me ayudó a sacar toda esa rabia sobre la bici y no de otra manera", sentenció.

Otra de las ventajas con las que contó Nibali fue el recorrido que se adaptaba a la perfección a sus características. "Conocía el recorrido muy bien porque a menudo entreno alrededor de Sormano, San Fermo y los pueblos cercanos a Lugano. Eso hace que sea aún más agradable ganar", finalizó.

Nibali atacó hasta en dos ocasiones en la subida a Civiglio pero no fue hasta la bajada donde se produjo el ataque decisivo aunque el italiano no puede explicar cómo lo hizo: "No puedo explicar cómo descendí, como lo hice. Creo que, en cualquier caso, como bajador, Sagan está aún más loco: yo al menos trato de mantener un margen para el error".