Los aficionados más melancólicos del ciclismo, aquellos que adoran los tramos de pavé, las colinas entre piedras, las carreteras estrechas y embarradas del norte, los enamorados de la primavera vuelven a perder a uno de los iconos de las clásicas. Tom Boonen podría causar baja en la próxima temporada primaveral.

El ciclista belga sufrió una dura caída en la segunda etapa del Tour de Abu Dhabi. Boonen se iba al suelo, en una caída que también implicó a Theo Bos, y se veía obligado a abandonar. "Bos estaba en el suelo, con otro ciclista más. Intenté evitar la caída pero me topé con él por un costado. Me fui al suelo y me golpee la cabeza", explica el ciclista de Etixx a Sporza, con la memoria algo tocada por el accidente.

La sangre en la cabeza de Boonen hizo temer lo peor. El belga estaba desorientado, casi inconsciente, y en el equipo estaban muy preocupados. Las pruebas médicas diagnosticaron una fractura del hueso temporal izquierdo del cráneo. Y la valoración médica es clara: Tom Boonen deberá estar, como mínimo, seis meses en reposo absoluto. "Los médicos dicen que seis meses de reposo, por seguridad. Pero yo creo que será más bien un mes", comentaba Boonen a Sporza con resignación y con ambición de volver lo antes posible. "En Bélgica me volverán a hacer pruebas", sentenciaba 'Tommeke'.

Boonen ya se perdió las grandes clásicas en 2013 y 2015

Los seis meses de baja de los que Boonen no quiere hablar le impedirían, una vez más, pelear por las grandes clásicas en 2016. Una caída y consecuente luxación de la clavícula en París-Niza no le permitió participar en las grandes clásicas del pavé. Pero eso no fue todo, ya que echando la vista dos años atrás, en 2013, una caída en los primeros kilómetros del Tour de Flandes, le impedía luchar por su cuarto entorchado flamenco y su quinto título en Roubaix. Ser pentacampeón en el 'Infierno del Norte' es una obsesión para 'Tommeke' y cuidado porque esa meta podría tener que esperar a 2017, cuando el belga tenga ya 36 años.

Preocupación por su evolución

El cuádruple campeón de París-Roubaix no recordaba nada del momento del accidente. "No recuerdaba nada. No sabía dónde estaba, lo que había sucedido. Definitivamente, perdí la memoria durante media hora", espetaba el belga quien reconocía que, con el paso del tiempo, pudo recordar lo sucedido.  Las primeras horas son vitales y Boonen las ha pasado correctamente. "Mis habilidades motoras son buenas. Puedo hablar de forma normal, puedo ver todo", explicaba el ciclista de Etixx aunque los médicos afirman que todavía existen algunos problemas: "Todavía hay un poco de sangre alrededor de la zona de la fractura y Tom también está sufriendo con problemas de audición en su oído izquierdo".

Por todo ello, el viaje hacia su Bélgica natal se retrasará. Boonen permanecerá en Abu Dhabi una o dos semanas antes de partir hacia su país. Los médicos no han permitido el translado ya que la presión del vuelo podría causarle un coágulo de sangre. "Voy a escuchar y no tomar riesgos", comentaba el belga. Su familia, su mujer y sus hijos viajarán hasta Abu Dhabi para estar con Boonen en estos momentos complicados. 

El belga es uno de los mejores clasicómanos de la historia. Acumula cuatro victorias en París-Roubaix y tres en el Tour de Flandes, además de numerosos triunfos en clásicas de prestigio como E3 Harelbeke, Gante-Wevelgem, Scheldeprijs o Kurne-Bruselas-Kurne. En vueltas por etapas, ha conquistado metas en Tour de Francia (6), Vuelta a España (2) y otras carreras de máximo nivel internacional. Además, el broche de oro a su palmarés fue al arcoíris conquistado en Madrid en 2005. 

A sus casi 35 años (los cumplirá el próximo día 15 de octubre), su rol en Etixx-Quick Step ha variado. Ha pasado de ser el líder todopoderoso en las clásicas y llegadas al sprint, a tener que trabajar para otros ciclistas. Hombres como Cavendish, Urán o Kwiatkowski se han beneficiado de su derroche de fuerza para los demás, algo a lo que nunca ha renunciado el belga, genio tanto como líder como gregario. Además, el equipo siempre le reserva un lugar especial en las grandes clásicas primaverales donde, cuando los problemas físicos se lo permiten, es el líder absoluto.

Así pues, será un invierno duro para el ciclista de Mol. Si se pierde la primavera de 2016, el mundo del ciclismo volverá a privarse de ver a uno de los grandes sorteando las grandes piedras del norte.

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Sobre el autor
Adrián González Blanco
Comunicación audiovisual. Coordinador y redactor de la sección del Racing, Rallys y Ciclismo y redactor en Betis VAVEL.