Sergio Pardilla (Caja Rural) solo compitó 23 días en 2015 y aún se acuerda, él y todos los que vieron ese sprint de la segunda etapa de la pasado Vuelta al País Vasco, de su tremenda caída durante el ya lejano mes de abril a causa de un polémico bolardo a la salida de una curva a derechas, que no pudo esquivar y que le causó un traumatismo craneoencefálico, la rotura de su muñeca izquierda y una hemoptisis, una grave lesión en las vías respiratorias. Desde ese fatídico sprint, donde no fue el único que se vio obligado a abandonar, el ciclista manchego no ha vuelto a ponerse un dorsal. Esa sequía competitiva acabará pronto, porque el ciclista de Caja Rural, cuyo contrato acaba a finales del año próximo, ha recobrado las ganas y la ilusión. 

"Tengo que estar inmensamente agradecido al equipo, ciclistas y a los que se han interesado por mí. Se han portado de diez"Pardilla, que admite encontrarse "bastante bien" tras la pesadilla de su recuperación, mira a 2016 con ilusión y con ganas de volver a su mejor nivel en la montaña: "Todos los días se notan las mejorías en la mano y parece que va por buen camino". En el aspecto mental también nota mejorías: "En el aspecto mental me encuentro totalmente liberado al estar ya metido dentro de la rutina del ciclista y al haber dejado atrás unos meses malos". Una parte de su mejoría se la debe a Javier Fernández Alba, su preparador, con quien va afinando su preparación para la próxima temporada.

"Me gustaría agradecer a todo el mundo que se ha interesado por mí durante este tiempo", comenta sincero un Sergio Pardilla al que no le han faltado apoyos en estos pasados meses. "Tanto el equipo, como ciclistas y demás personas se han portado perfecto conmigo. Tengo que estar inmensamente agradecido con todos ellos. Se han portado de diez", explica el ciclista del conjunto navarro, que solo tiene un objetivo en la que será su novena temporada como ciclista profesional: "Al 2016 le pido volver a disfrutar de la bicicleta", finaliza.