Ver a Vincenzo Nibali (Astana) en su mejor versión no tiene precio. El italiano es una especie en extinción en el pelotón: inconformista, agresivo y siempre al ataque hasta vaciar su deposito de energía. Su forma de correr ha marcado a una generación de tifossi aunque el ciclismo, ingrato, le ha mostrado la dureza del deporte en varias ocasiones.
En 2014 cambió su preparación con el objetivo de llevarse la Grande Boucle. Estuvo desparecido la primera parte de la temporada pero en el mes de julio no defraudo y se adjudico deforma soberbia su primer Tour de Francia. Repitió mismo guión al año siguiente pero el resultado no fue favorable en Francia. Un gran final de temporada con el triunfo en Lombardía 'salvó' la temporada.
Para esta temporada el siciliano ha cambiado de objetivos: Giro y Juegos Olímpicos. Su andadura comenzó en el argentino Tour de San Luis con una actuación discreta pero el líder de Astana viene a Omán con la intención de mostrar su calidad y reivindicarse.
La etapa reina no defrauda
La Montaña Verde esperaba a los ciclistas tras 177 kilómetros sin dificultades montañosas hasta la base de la Montaña Verde.
Como en anteriores jornadas, la fuga se formó en los primeros kilómetros. En esta ocasión fueron diez los ciclistas que formaron la cabeza de carrera. Christoph Pfingsten (Bora-Argón 18), iljo keisse (Etixx-QuickStep), Simone Antonini, Robin Stenuit (tanto Wanty), Berden De Vries (Roompot), Stijn Aceros (Topsport Vlaanderen), Bradley White (Unitedhealthcare), Michael Reihs ( Stölting), Daniel Oss (BMC) y Davide Cimolai (Lampre-Mérida) enseguida tomaron una ventaja superior al minuto en muy pocos kilómetros.
El ritmo de la etapa era altísimo con 46 kilómetros cubiertos en la primera hora con Dimension Data, Astana y AG2R controlando la diferencia con los fugados que ya alcanzaba los cuatro minutos a falta de 85 kilómetros. Este fe el momento en que el pelotón aumento el ritmo pero no reducían la diferencia, a falta de 25 kilómetros era de 3:45. A la caza de los escapados se les unió Fortuneo trabajando para las opciones de victoria de Eduardo Sepúlveda que dieron al traste con las esperanzas de los diez ciclistas
Astana no da opción
Llegaba el momento crucial de la etapa y del Tour de Omán y Astana decidió apostar fuerte. Andriy Grivko impuso un fuerte ritmo en el inicio de la subida a Green Mountain, seleccionando el grupo. Tras el trabajo del reciente vencedor de la Méditerranénne, tomó el relevo Michele Scarponi que se mantuvo hasta las rampas mas duras.
En ese momento Jakob Fuglsang tomo la responsabilidad del grupo y bajo un ritmo asfixiante redujo el pelotón a unas pocas unidades: Romain Bardet (AG2R), Vincenzo Nibali, Tom Dumoulin (Giant-Alpecin), Rui Costa (Lampre-Merida), Merhawi Kudus (Dimension Data) y el propio danés.
A falta de tres kilómetros Romain Bardet saltó del grupo pero a su rueda se 'soldó' Vincenzo Nibali. El siciliano, con sangre fría, fue madurando al francés hasta llegar a los metros finales donde dejó de rueda al francés que llegó a nueve segundos. A continuación un impresionante Fulgsang con doce segundos de retraso y a 18 segundos Tom Dumoulin.
En la general, Nibali se coloca como nuevo líder de la carrera con quince segundos sobre Bardet y 24 sobre su compañero Fuglsang.
Mañana, turno para las sorpresas
La quinta etapa del Tour de Omán trasladará a los ciclistas desde Yiti a la meta en el Ministerio de Turismo con un kilometraje de 119,5 kilómetros. Destaca el circuito final de quince kilómetros al que darán tres vueltas con la cota de Bousher Al Amerat como juez de la etapa.
Grandes rodadores como Bob Jungels (Etixx- Quick Step), Edvald Boasson Hagen (Dimension Data) o Greg Van Avermaet (BMC) podrían tener su oportunidad. Para impedirlo, Katusha intentará controlar la carrera para llevar al sprint a Alexander Kristoff.