Estancado en su progresión, sin grandes victorias desde hace más de dos años, Arnaud Démare ha demostrado hoy alguna de las características que le hicieron despuntar, muy joven, como velocista del futuro. Es rapidísimo en volatas clásicas pero también sabe definir en carreras primaverales que se decidan al sprint. No se mueve mal sobre pavé como ha demostrado ganando en el pasado en Le Samyn, Denain, Dunkerke, Halle-Ingooigem, Eurometropole o Campeonato de Flandes. Hoy, era una etapa de las suyas, pero le faltaba rematar lo que lleva años sin conseguir.


Sus últimas victorias, en La Mediterranee o Vuelta a Bélgica (x2), sus únicos triunfos desde finales de 2014 habían sido ante rivales menores. Pero hoy remató entre los grandes. Aguantó la dureza del 'sterrato' francés, como si fuera pavé, allí en donde ni Kittel ni Kristoff pudieron aguantar. Él aguantó, el ritmo, la dureza, el viento... y se plantó frente a Swift, Bouhanni y Matthews para decir: 'Aquí estoy yo, no os olvidéis de mí. Ahora, con 24, quiero ser aquello que podría ser y que todavía no he sido' (de forma figurada). Arnaud Démare, a lo Di Caprio, El Renacido.

Frío, viento y final con muchas trampas

Jornada trampa en el inicio de esta París-Niza. Mucho frío, lluvia e incluso nieve para recibir al pelotón que partía de Condé-sur-Vesgre y llegaba a Vendome, tras 198 kilómetros. Una jornada llana pero con una emboscada final. Tras más de 174 kilómetros con la dificultad del frío y el viento, se llegaba a la parte decisiva.


En Danzé se entraba en un circuito al que se darían dos vueltas. La primera constaba de diez kilómetros y dos tramos de tierra, el segundo de ellos con un repecho puntuable de tercera. La segunda, con catorce kilómetros y esos mismos tramos de tierra, Chemin de Tourteline y Chemin du Tretre de la Motte, cuyo repecho se corona a solo tres kilómetros de meta. Así pues, mucha lucha por delante, tanto entre los velocistas por ganar hoy como entre los favoritos a la general, para no tener sustos.

De Gendt, incombustible

La fuga del día mostró solidez e incluso llegó a irse por encima de los diez minutos de renta por las gélidas carreteras del centro de Francia. Thomas De Gendt (Lotto-Soudal) lideraba el corte con tres franceses. Thierry Hupond (Delko-Marsella), Perrig Quemeneur (Direct Energie) y Steven Tronet (Fortuneo-Vital Concept). Se fueron, como decimos, por encima de los diez minutos bajo el control del equipo del líder, Orica GreenEdge.
Poco a poco, el pelotón fue acelerando y la renta de los fugados se fue reduciendo. Con 50 kilómetros por disputar, la diferencia era de solo cuatro minutos. Y fue ahí cuando empezó la emoción de una entretenida etapa.

Abanicos y mucho ritmo

Viento lateral y Sky tirando en bloque. Abanico. Tinkoff sale bien al corte, al igual que Etixx. El pelotón se rompía en mil pedazos y por detrás se quedaban los bloques de Astana y Katusha, incluído Alexander Kristoff, favorito en el día de hoy.
Con dos grupos grandes por detrás y a gran ritmo, la escapada fue perdiendo segundos. Dos minutos, uno y medio, tira Etixx... hasta quedarse a solo medio minuto a falta de 25 kilómetros para el final. 30 segundos sobre el primer gran grupo, casi un minuto con respecto al segundo, del que tiraba Astana, BMC y Katusha. Y todavía quedaba la parte más complicada.

Llegan las trampas anunciadas

Entrada al circuito con un complicadísima curva de derechas con los fugados a tiro de piedra. Otra curva, en este caso de izquierdas, introducía a los ciclistas en el Chemin de Tourteline, primer segmento, más que de tierra, de barro a causa de la lluvia caída. Por delante, De Gendt se erigía como el más fuerte y se atrevía a retar al pelotón mientras su compañeros iban siendo absorbidos por el primero grupo.

De ese grupo venía tirando con todo Sky. Sus 'pedreros' tiraban para Geraint Thomas. Elevado ritmo de Rowe y Sttanard que iba neutralizando a los fugados. Acabó el barro y todo se tranquilizó. De Gendt fue capturado y el primer grupo se relajó un poco, lo poco que permitía la carretera, sinuosa, técnica, bacheada, llena de rotondas, puentes y curvas. El segundo grupo venía acercándose, a unos 40 segundos.

Tras un kilómetro de calma tensa, llegaba una nueva curva de derechas y un gran repecho, todavía sobre asfalto. Varios hombres lo probaban en el repecho, casi muro. Entre ellos, Jean-Luc Perichon (Fortuneo-Vital Concept). Era complicado abrir hueco, entre la tierra -se avecinaba el segundo sector, Chemin du Tretre de la Motte con ese repecho de tercera categoría-, y lo técnico del circuito. Parecía, más que ruta, ciclocross. Pero Perichon le echó coraje y finalizó el segundo sector de bosque con una decena de segundos sobre el grupo perseguidor.

Pelea inesperadas

Buscando el primer paso por la meta de Vendome, a falta de 14 kilómetros para la meta, Perichon tenía 21 segundos sobre sus perseguidores. Precisamente ese paso bajo la pancarta, cuando se entraba en la última vuelta, suponía el segundo sprint intermedio de la jornada. Perichon se llevó tres segundos de bonificación, Matthews, con un potente sprint, se llevó dos mientras que, por sorpresa, Contador y Thomas se enfrascaron en una batalla por solo un segundo, que fue a manos del galés. Emocionante, bonito y un espectáculo inesperado.

Restaban diez kilómetros para el final, se entraba en la segunda y definitiva vuelta por los alrededores de Vendome. Kristoff no estaba. Pese a que su equipo, en colaboración con Astana o BMC había logrado unir los dos grandes grupos que se habían separado en los abanicos, un problema mecánico le dejaba fuera de combate para un final que le venía muy bien.

Ataques y mucho ritmo

Entrando al primer sector de tierra, el llano, el grupo principal capturaba a Perichon y pasaban con relativa tranquilidad entre el barro. Quedaba el segundo, con el muro de asfalto al inicio y con el muro de tierra al final. Al igual que Kristoff, otro de los candidatos, Sylvain Chavanel (Direct Energie) tenía que cambiar de bici por un problema mecánico. Fuera de combate pese a que, tras un calentón, logró contactar con la parte trasera del grupo.

Un grupo muy seleccionado. Más si cabe tras un duro paso por el Chemin de la Tetre Motte. Muchos ataques, el primero el de Ion Izagirre (Movistar Team) que cogía el mando. También Geraint Thomas (Team Sky) buscaba su opción junto con Tony Gallopin (Lotto-Soudal), Sep Vanmarcke (LottoNL-Jumbo) o Tom Dumoulin (Giant-Alpecin). Por detrás era un sálvese quien pueda, con Contador muy bien colocado en todo momento, salvaguardado por Tosatto.

Ni rastro, eso sí, de los Etixx. Con Boonen, Terpstra, Vandenbergh y un veloz Kittel. Pero se desfondaron por el camino. El quinteto del que hablábamos antes apenas gozó de algunos escasos metros. Era muy difícil marcharse con viento lateral y un terreno embarrado. Demasiado sacrificio. Eso sí, el pelotón salía muy estirado del último sector de tierra por lo que la llegada a Vendome fue frenética.

Theuns reta a los velocistas

Aquí llegó el último gran movimiento y ojo porque estuvo a punto de llevar. Uno de los clasicómanos del futuro, Edward Theuns (Trek-Segafredo) probó suerte y se marchó. Las fuerzas estaban muy justas y cogió un pequeño puñado de segundos perseguido por un grupo multicolor, sin posibilidad de trabajar en equipo. Muchas individualidades, los gregarios ya no estaban para controlar y Theuns estuvo a punto de sorprender.

Cofidis intentó organizar la caza pero Theuns seguía, al alcance, pero inalcanzable al mismo tiempo. A 300 kilómetros de meta, con el belga a unos 5-6 metros, se lanzó el sprint de grupo. El primero en arrancar fue Ben Swift (Team Sky) pero lo hizo muy pronto. Por detrás, partiendo en quinta posición, saltaba Arnaud Démare (FDJ) como una exhalación. Superaba a un descolocado Matthews, sobrepasaba a Nacer Bouhanni (Cofidis) y también al propio Theuns. Remontada y casi sin despeinarse. Superó a Swift y se impuso en la meta de Vendome con una sensacional victoria. Segundo fue Swift y tercero Bouhanni. Cuarto se coló Adrien Petit (Direct Energie).

En la general, no hubo diferencias entre los principales contendientes salvo la ausencia de Talansky y Spilak en el grupo de cabeza, que acabó siendo bastante numeroso. El líder, Matthews, terminó quinto y sigue primero seguido de Dumoulin y Beivin, tras las diferencias del prólogo.

Y mañana...

No hay ni un día tranquilo en el ciclismo y menos aún a este nivel. De nuevo, el viento y el frío serán protagonistas de una etapa entre Contres y Commentry, de más de 200 kilómetros, llana aunque con trampa final, como no. Una cota de tercera, lejana, a más de 50 kilómetros para el final, abre la dureza. Al final, se pasa por meta y, acto seguido, se afrontará un duro repecho que puede seleccionar la llegada a unos diez kilómetros para la línea de meta, que pica hacia arriba.



Clasificación de la primera etapa