Otra vez segundo. Esta vez en la general. Como si de brujería se tratase, no hay manera que Peter Sagan gane. El eslovaco acumula ya cinco segundos puestos en lo que llevamos de año. Siempre rozándolo, siempre pegando en el poste y nunca acertando. Hoy se quedó a solo un segundo, un insignificante segundo de Greg Van Avermaet, ganador de la general de la Tirreno-Adriático.

"Un segundo no es mucho pero es suficiente", comentaba un exultante Van Avermaet al final de la crono. Una crono que se preveía decisiva tras la victoria del belga en la jornada de ayer, en el último metro, otra vez frente a Sagan. Una crono final en la que las diferencias, que ya partían ajustadas, se ajustaron aún más. Stybar quedó descartado y Sagan llevaba un ritmo de campeón. Pero, al final, por solo un segundo, victoria para Van Avermaet al que parece que le ha llegado su momento, al fin.

Por su parte, Fabian Cancellara sigue mostrando unas sensaciones magníficas. En el año de su despedida, el ciclista de Trek-Segafredo está muy enchufado. Ya acumula cuatro victorias en lo que va de año, dos cronos (Algarve y Tirreno) y dos carreras en línea (Trofeo Serra de Tramuntana y Strade Bianche). Llega a los Monumentos del pavé en gran forma y lo que le queda. Casi un mes para seguir enchufándose y buscar, por qué no, su último doblete Flandes-Roubaix.

Tradicional crono a orillas del Mediterráneo

Todo ello en una crono final con el gran aliciente de decidir la general. La ausencia de la etapa montañosa ha dejado diferencias muy ajustadas y, aunque la crono era muy corta, de solo diez kilómetros, la emoción era máxima. Traidicional recorrido a orillas del Adriático en San Benedetto del Tronto, totalmente llano.

Bien pronto, entre los primeros en salir, marcaba el mejor crono Johan Le Bon (FDJ). Un buen especialista, venido a menos eso sí, que se asentaba en el primer puesto con un tiempo de 11:21. Decimos sólido porque nadie podía con él. Alex Dowsett (Movistar Team) se queda a dos segundos y la gran sorpresa saltaba con la llegada de Tony Martin (Etixx-Quick Step), empatado con el británico. No son lo suyo estas cronos más cortas aunque sí que ha ganado en el pasado.

Ni Bodnar, ni Leezer, ni el campeón del mundo Kiryenka, ni Cummings, ni Oliveira, ni Boasson-Hagen... nadie podía con Cancellara y ya no quedaban verdaderos especialistas. Se había exhibido con un auténtico tiempazo.

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Fabian Cancellara, ganador de la crono | Fuente: Trek-Segafredo.

Nibali, el mejor vueltómano

Llegó el turno para los vueltómanos, que intentaron medir sus fuerzas de cara a futuras cronos. El mejor fue Vincenzo Nibali (Astana Team), a 26 segundos del mejor crono, que ya saboreaba su triunfo. Tras él, a solo un segundo, Thibaut Pinot (FDJ). Michal Kwiatkowski (Team Sky) se dejaba 13'' con Nibali, seguido a solo un segundo de Bauke Mollema (Trek Factory Racing). A más de 25 segundos del mejor vueltómano acabaron Valverde, Van Garderen, Joaquim Rodríguez o Rigoberto Urán.

Los Etixx pinchan

Para rematar, la lucha por la general se presentaba apasionante. Los ciclistas de Etixx no tuvieron su mejor crono. Ni Bob Jungels, ni Zdenek Stybar. El primero acabó a 33'' del ganador, Cancellara. El segundo se mostró muy incómodo, a casi un minuto.

Solo quedaban Peter Sagan (Tinkoff) y Greg Van Avermaet (BMC Racing Team) pugnando por la victoria. El eslovaco paraba el crono. Undécimo a 24 segundos. 11:32. Buena crono para él. Pero la maldición del segundo seguía ahí, seguía vigente. Esperando, los segundos se hacían eternos. Ocho les separaban, ocho tenía de margen el belga. 5, 6, 7... el crono marcaba que las diferencias se ajustaban y ya en meta... 11:39. ¡Victoria para Van Avermaet por solo un segundo sobre Sagan!

Podio de la carrera | Fuente: Tirreno-Adriático oficial.
Podio de la carrera | Fuente: Tirreno-Adriático oficial.

Las maldiciones de Sagan

Sagan prosigue sin ganar vestido de arcoiris. A la maldición que ya traía consigo de los últimos años, esa que le hacía ser un abonado habitual a lo segundos puestos, se unieron otras dos: la maldición del arcoiris, historia del ciclismo en los últimos años, y la maldición del segundo, perdiendo la Tirreno-Adriático por solo eso, un mísero segundo. "Pero suficiente" como diría Van Avermaet.

El belga demuestra su gran forma. Tras su victoria ayer y su triunfo en la Omloop, suma ya tres victorias y parece haber dejado su particular lastre, el que acumulaba años atrás y que le impedía rematar con triunfos. Parece que este año, enfila el pavé con otro tono. Con un tono ganador.

Clasificaciones finales de la Tirreno-Adriático