Más allá de los grandes favoritos, de Cancellara, de Van Avermaet, de Sagan... algo más alejados de los focos más mediáticos de la primavera ciclista, encontramos a hombres que perfectamente pueden erigirse vecedores en Flandes o Roubaix. Son los denominados outsiders. Candidatos eternos como Sep Vanmarcke, Jurgen Roelandts o Lars Boom unidos a hombres rápidos que se defienden sobre pavé véase Boasson-Hagen o Arnaud Démare y hasta llegar a los jóvenes clasicómanos como Tiejs Benoot, Edward Theuns o Jasper Stuyven, sin olvidarnos al trío de Sky, Stannard, Thomas y Kwiatkowski. En este artículo repasamos aquellos que son candidatos, desde la segunda línea, a hacerse con un Monumento adoquinado.
Los de siempre...
Ya es tradición incluir los nombres de Sep Vanmarcke, Jurgen Roelandts o Lars Boom entre los candidatos a las clásicas primaverales más importantes. Son diferentes y, aunque los tres han estado cerca de la gloria, nunca la han logrado. El primero ha estado en el podio de Flandes y Roubaix pero no acaba de convencer. Sus movimientos, en ocasiones desconcertantes, provocan que no acabe estando delante a la hora de la verdad. Falta de criterio táctico, falta de resolución en los momentos clave... lo único cierto es que tiene otra oportunidad de resarcirse. Como siempre se le ha visto activo en las clásicas previas y siempre acabando entre los mejores... ¿rematará esta vez?
En esa misma línea va Jurgen Roelandts. Siempre está ahí, tercero, cerquita pero nunca aparece del todo. Con un estilo totalmente distinto a su compatriota del LottoNL-Jumbo, el de Lotto-Soudal se muestra mucho menos, es más conservador y prefiere mantenerse escondido, guardando fuerzas para un teórico sprint final. Sea como sea, siempre está ahí como lo estuvo en Milán-San Remo donde acabó segundo.
Lars Boom es un caso extraño. Ganó en el Tour de Francia 2014 en una etapa del estilo de Roubaix y, aunque acabó en el top 5 tanto en Flandes como en el Infierno del Norte, no acabó de mostrarse ni de enseñar sus cartas. Se guardó para un sprint en el que, sin duda, no es el más rápido. Debe intentarlo desde más lejos, sobre todo en Roubaix.
La gloria al sprint en el velódromo
Como decíamos al inicio, hombres rápidos como Boasson-Hagen o Arnaud Démare pueden tener muchas opciones de tocar la gloria, sobre todo en Roubaix. Ambos han mostrado un gran nivel en lo que llevamos de año (el noruego arrancó con triunfos y el francés viene de ganar en París-Niza y MSR) y si aguantan los duros tramos de pavé del norte de Francia serán dos de los ciclistas favoritos en una hipotética llegada masiva. En su contra, no poseen un gran equipo como Katusha, Trek, BMC o Etixx para poder controlar la carrera en busca de una llegada al sprint que les beneficiaría.
La triple baza de Sky
Habrá que estar muy atentos al equipo Sky. Tres ciclistas que parecen arrancar sobre pavé pero que tienen que rematar si quieren ser recordados. Menos quizá Kwiatkowski aunque viene de ganar en E3 Harelbeke. En Flandes debe buscar su oportunidad, una carrera que le viene mucho mejor pues sabe moverse en cotas y zonas de sube y baja. Además, tiene un buen rush final.
A su lado, Geraint Thomas ya había estado cerca de la victoria desde hace un par de año, visitando el top 10 de los Monumentos adoquinados pero siempre como gregario y nunca como candidato. Tras ganar en Harelbeke el pasado año se le dio ese rol pero no acabó de cuajar una buena actuación ni en Flandes ni en Roubaix. Ofensivo en cotas y media montaña pero también potente en el llano, el galés puede ser candidato a todo en este binomio de carreras sobre adoquín.
Por último, Ian Stannard parece volver a estar en buena forma. Su doblete en la Omloop (2014 y 2015) le ubicó entre los candidatos a la victoria en las grandes. Su victoria ante los tres Etixx en 2015 le destaparon definitivamente. Pero no acabó de convencer ni en Flandes ni en Roubaix. Sobre todo en el Infierno del Norte es donde debe dar el callo debido a su potencia y a su velocidad al sprint. Puede ser la baza del conjunto británico para la llegada en el velódromo.
Diamantes sobre piedras
Por último, los jóvenes. Bien es cierto que para ganar un Monumento hay que tener cierta entereza, cierta solidez, cierta experiencia. Pero sus resultados y sus sensaciones les colocan entre los candidatos, como mínimo, a dar que decir. Tiejs Benoot quizá es el ciclista que más cerca de los mejores está con regularidad. El de Lotto-Soudal ya se bate entre los mejores sobre adoquín con solo 22 años y ya fue quinto en su debut en el Tour de Flandes. Listo, hábil, potente y ofensivo... cuenta con un equipo que trabajará para él y para Roelandts en caso de que sea necesario. Flandes es su carrera.
En Trek también tienen dos perlas que pulir: Jasper Stuyven y Edward Theuns. El primero dejó un destello de enorme calidad en Kurne-Bruselas-Kurne, con un ataque a lo Fabian Cancellara con el que se coronó con su primer triunfo primaveral. Este año ha estado muy cerquita de la cabeza en todas las carreras que ha disputado sobre adoquín. A sus 23 años ya ha estado dos veces en Flandes y otras tantas en Roubaix, acabando muy cerca del top 50. ¿Será este el año de su despegue?
Junto a él, Theuns ha mostrado estar en gran forma. Lo hizo en París-Niza, retando a los grandes velocistas con llegadas y cabalgadas que estuvieron cerca de tocar la gloria. Tercero en A Través de Flandes y octavo en Omloop y Kurne, es uno de los clasicómanos de mayor proyección. A sus 24 años, todavía no ha podido estar delante en ninguno de los Monumentos pero, como Stuyven, tiene una gran oportunidad de lucirse en un gran equipo.
Destacar la ausencia de jóvenes clasicómanos como Yves Lampaert (EQS), por una lesión en el talón de Aquiles, Loic Vliegen (BMC), Florian Senechal (COF), Erik Baska (TIN), Dylan Groenewegen (LN) o Sean de Bie (LTS). Mucho futuro para todos estos. Pero ahora, centrémonos en el presente. Los outsiders buscarán brillar desde la retaguardia y, por qué no, sorprender a los favoritos.