No sabemos si fue cosa del ímpetu de Zakarin que se ha empeñado en seguir brillano entre los grandes vueltómanos. No sabemos si lo hecho fue con conocimiento de causa, con la única misión de cerrar a Quintana en la llegada a Morgins. Lo único cierto es que el ruso cruzó antes la línea de meta pero una maniobra ilegal le condenó: sin victoria.
Todo lo contrario para Quintana. El colombiano se la jugó a seis kilómetros de meta y le salió bien. Liderato y una victoria con la que no contaba nada más cruzar la línea de meta, con gestos de queja sobre la maniobra de Zakarin, castigada posteriormente. En fin, ya sea ímpetu o ilegalidad, Quintana ya es líder del Tour de Romandia 2016.
Morgins, primer final en alto
Todo ello en una etapa emocionante, marcada por el encadenado final Les Champs (2ª)-Morgins (1ª), sin apenas descanso tras una etapa de desgaste, con otro alto en la parte central de la jornada.
La escapada del día estuvo formada por Egor Silin (Katusha), Thomas De Gentd (Lotto-Soudal), Daryl Impey (Orica-GreenEdge), Marcel Wyss (IAM), Fumiyuki Beppu (Trek-Segafredo) y Jaco Venter (Dimension Data). Un grupo con entendimiento pero que nunca tuvo una ventaja para estar en disposición de jugarse la etapa. Difícil triunfar desde la fuga en una vuelta de una semana.
Empezó Movistar a perseguir con mayor laboriosidad. Del control a la caza. A falta de 35 kilómetros solo tres minutos y medio separaban. La lucha en la cabeza del pelotón era máxima. Se acercaba el desenlace de la etapa, sin sorpresas hasta el momento. Les Champs (2ª) enlazaba con Morgins (1ª).
Froome, pinchazo y adiós
Arrancaba este segundo alto de la jornada y empezaban los movimientos importantes. Movistar, Sky y FDJ llevaban el control del pelotón cuando Chris Froome sufría un pinchazo. El hombre fuerte de Sky se quedaba descolgado en un momento muy complicado. Ya no contactaría más con el grupo de los favoritos. Demasiado lastre, demasiado desgaste. El británico perdía prácticamente todas sus opciones de victoria final.
La doble baza de Cannondale: Rolland desde lejos, Urán desde más cerca
Por delante, los Cannondale se ponían a tope. El conjunto americano intentó aprovechar su doble baza, con Pierre Rolland y Rigoberto Urán. Era el momento del francés. Demarraje junto con su compañero Joe Dombrowski. Alcanzaron a los escapados, que habían iniciado el alto con dos minutos. Una fuga partida, con Wyss, Silin e Impey como los más fuertes.
Ataques, contraataques y por detrás el grupo que seguía a gran ritmo, muy cerca ya. Coronaron por delante Impey y Rolland aunque sus opciones eran ínfimas. Los favoritos, sin Froome y sin Romain Bardet (AG2R La Mondiale), por cierto, venían a toda máquina por detrás.
La superioridad de Nairo, el 'motor' de Zakarin
Prácticamente en el enlace del descenso con el ascenso, Rolland y compañía eran neutralizados. Quedaba la subida final a Morgins, diez kilómetros con siete muy exigentes y dos de falso llano final. Con Froome derrotado, ya ni lo intentaba, exhausto, el abanico de favoritos se reducía, pero seguía siendo amplio. Tiraba FDJ para Pinot y Katusha para Zakarin. Los dos quisieron la victoria, los dos la buscaron.
Pero fue Nairo Quintana (Movistar Team) el que inició las hostilidades entre los grandes favoritos. Ataqué, ¡menudo ataque! El colombiano se marchaba con aparente facilidad, con un buen golpe de pedal. En dos giros al cuadro de su Canyon ya estaba a 10-15 metros. Brutal la aceleración.
Por detrás no se miraron sino que buscaron al ciclista de Movistar. Spilak no pudo cerrar el hueco y fue el propio Ilnur Zakarin (Team Katusha) el que buscó la rueda de Nairo. Acertó. El ruso llegó hasta el colombiano y los dos, con buena colaboración, fueron haciendo camino. Primero quince, luego veinte segundos. No se les iba a escapar.
Pinot se mostró insistente en la persecución pero nada, Nairo e Ilnur estaban muy fuertes
Supieron mantener el ritmo. Son dos de los ciclistas más en forma de la actualidad y lo demostraron. Pese a los movimientos de los rivales, que no cejaron en su empeño. Pinot, Van Garderen, Majka y Frank se juntaban para perseguir; pero nada, se seguían yendo. Lo probó también Rigoberto Urán (Cannondale Team) pero fue solo un flash. Pinot era el que más ganas y fuerzas tenían y a su movimiento se incluyó un 'carroñero' Rui Costa. El de Lampre apenas se había dejado ver pero ahí estaba, a rueda de Pinot a contraataque de Quintana y Zakarin.
Mano a mano, con los comisarios de por medio
No pudieron tampoco con los dos de cabeza. Pinot se rindió y se resguardó bajo el amparo de sus gregarios. El pescado estaba vendido, solo faltaba dictaminar quién se quedaría el pez gordo. Quintana y Zakarin, Zakarin y Quintana. A priori el ruso era favorito, tiene más velocidad. Pero no se puede jugar con el bravo corredor de Tunja. Terreno de falso llano, vigilancia. Tienen medio minuto, no aflojan pero tampoco dan un relevo más largo que otro. Y resolución.
Giro de derechas para afrontar la última rampa, esa que ponía el coloro diferente a la resolución tras dos kilómetros mayormente planos. Quintana entraba cerradito en cabeza, no dejaba hueco al ruso. Ayyy pero Zakarin, insistente, tenaz, explosivo saltó desde su rueda, se abrió y superó a Quintana. El de Movistar intentó rehacerse por el otro costado pero un segundo movimiento de Ilnur le cerró.
Levantando los brazos por alegría entraba en meta Zakarin; levantando los brazos en forma de queja entraba en meta Quintana. El ruso lo celebraba, Nairo se lamentaba. Una vez llegó el podio... ¡sorpresa! Los comisarios deportivos habían analizado las imágenes. Las quejas de Nairo parecieron tener razón. Victoria para el colombiano, segundo puesto para Zakarin. Liderato para Nairo Quintana.
El grupo de favoritos llegaba a 26 segundos Quintana y Zakarin, con los Costa, Urán, Pinot, Frank, Majka, Rolland, Spilak y el exlíder, Ion Izagirre. Fuera de ese grupo, Tom Dumoulin, Wilco Kelderman y Chris Froome se dejaban algo así como un minuto. Froome y Bardet llegaban desauciados, muy lejos, a minutos y minutos. Fuera de la lucha, Bardet a once y Froome a 17 minutos.
Y mañana...
La crono suele ser determinante en cualquier carrera por etapas y más en una semana. Ojo porque no será fácil la contrarreloj individual que deberán afrontar los ciclistas en Sion. Quince kilómetros con un repecho importante en la zona central que igualará las cosas entre los contrarrelojistas y los escaladores. Todos tienen su terreno para mostrarse.
