La globalización e internacionalización del ciclismo cada vez es más evidente ya nadie se extraña de ver ciclistas de cualquier nacionalidad y carreras en lugares exóticos.
Une culturas, países y creencias bajo el paraguas del deporte de las dos ruedas. Además es un deporte que con la entrada de las retransmisiones deportivas en la televisión permite ver el patrimonio de aquellos lugares por donde transita la prueba ciclista.
Aprovechando las ventajas que ofrece el ciclismo a una cuidad a nivel de turismo y económico, muchas ciudades desean formar parte de las mejores carreras ciclistas, las más mediáticas: Giro d Italia, Tour de Francia y Vuelta a España.
Por su parte los organizadores aprovechan para expandir su marca más allá de la frontera del país e internacionalizar su prueba.
En el caso del Giro de Italia, su 99ª edición saldrá desde Holanda por tercera vez y siendo la duodécima vez que la Corsa Rosa parte fuera del país transalpino.
San Marino, la pionera
A pesar de que el Giro de Italia en sus primeras ediciones visitó Austria y Francia, fue en 1965 cuando la organización del Giro decidió partir desde el extranjero viendo que su 'enemiga' el Tour de Francia ya llevaba tres años saliendo desde fuera del país galo. El 16 de mayo, San Marino fue la encargada de dar la salida a los ciclistas de aquella edición. Dada su reducida extensión los ciclistas enseguida 'pisaron' suelo italiano con destino Perugia. Fue más un guiño de la organización a la internacionalización de la carrera pero en el pequeño país fue todo un acontecimiento.
Al año siguiente se repitió la misma experiencia pero siendo Montecarlo el lugar de partida en los primeros kilómetros de la Corsa Rosa. Sin embargo, la experiencia no fue tan positiva y el Giro esperó hasta seis años después para atreverse a salir de nuevo al extranjero... y lo hizo a lo grande. El Giro aprovecho el tirón de Eddy Merckx para situar el inicio de la prueba en Verviers (Bélgica) con un prólogo por parejas donde ganó, como no, Eddy Merckx junto con Roger Swerts. La siguiente etapa terminó en la ciudad alemana de Colonia. De Colonia a Luxemburgo y de allí a Estrasburgo (Francia). Para finalizar el periplo europeo salida en la ciudad suiza de Ginebra para pisar suelo italiano en Aosta. En total fueron seis países en cuatro etapas que vieron a Eddy Merckx de rosa, el único en portarlos en aquella edición.
23 años de sequía
Tras la internacionalización del Giro en 1973, la organización tardó más de 23 años en regresar al extranjero en un inicio de la Corsa Rosa. La antigua Atenas fue la elegida para dar el pistoletazo de salida de del edición de 1996. La caravana ciclista estuvo presente tres días en tierras helenas hasta dar el salto a Italia. El resultado de la 'novedad' de salir desde el extranjero hizo que dos años después la ciudad francesa de Niza diera la salida del Giro de 1998. esta vez la presencia de la ronda transalpina fue testimonial con un prólogo y la salida al día siguiente hacia Italia.
El Benelux es italiano
La globalización del ciclismo empezaba a emerger y el interés de las ciudades por albergar las grandes citas ciclistas hizo que la Corsa Rosa abriera sus fronteras de forma más asidua.
En 2002, Holanda acogía por primera vez el Giro de Italia y el recorrido discurrió de nuevo por varios países tal como sucedió en 1973. Munster (Alemania), Ans en Bélgica y las francesas Esch-sur-Alzette y Estrasburgo fueron los finales de etapa de las cuatro primeras etapas que discurrieron fuera de suelo italiano con el aroma a las clásicas de primavera.
Solo cuatro años después, Lieja acogió la edición número 89 del Giro, además de cuatro etapas integras en terreno belga para luego poner rumbo hacia Italia.
El salto a las islas
A partir de 2010 se alternan salidas en Italia con las extranjeras. En 2010 repite presencia en Holanda siendo la capital Amsterdam el lugar de inicio de las tres primeras etapas, todas ellas en suelo neerlandés. Allí Bradley Wiggins se vistió con la maglia rosa que poco después perdería. En 2012 Dinamarca se añade a la lista de países de inicio de la Corsa Rosa, siendo Herning la ciudad de inicio y final de las dos primeras etapas y Horsens de la tercera.
En 2014 se dio la salida más lejana del Giro de Italia. Belfast fue la ciudad que dio la salida a la prueba transalpina con una contrarreloj por equipos muy accidentada debido a la lluvia irlandesa. De nuevo, tres etapas se realizaron en las islas con finales en Belfast y Dublín. Irlanda se volcó con la prueba italiana en masa.
Y la última ciudad de la lista es Apeldoorn en Holanda. La organización vuelve a la zonas más visitada por el Giro. El prólogo de Apeldoorn y las etapas de Arnhem a Nimega y viceversa serán ciudades que reciban la caravana rosa antes de partir hacia Italia.