Gran exhibición de potencia por parte del velocista alemán André Greipel (Lotto-Soudal), que supo esperar su momento para lanzar el ataque definitivo, pegado en todo momento a la rueda del italiano Sacha Modolo (Lampre), cuyo equipo trabajó hasta el final para conseguir la segunda victoria consecutiva, pero esta vez la suerte no le acompañó ya que en la última curva una fortuita caída del estonio Rein Taaramae (Katusha) le privó de luchar por el triunfo de etapa. En la clasificación general todo se mantiene igual, con Tom Dumoulin (Giant-Alpecin) al frente.
Esta vez la fortuna le sonrió al gorila alemán que no dejó pasar la oportunidad de reaparecer en el podio y conseguir así su cuarta victoria de etapa después de varias semanas sin conocer la victoria. La última vez que Greipel estuvo en lo más alto del podio fue en la tercera etapa de la Vuelta a Turquía.
Etapa maratoniana
Una jornada maratón que ha contado con un una única Meta Volante situado en el Paso del Fortino, un puerto de 3ª categoría, camino hacia Benevento, después de 233 kilómetros, una de las jornadas más largas de esta ronda transalpina. Una jornada “rompepiernas” con tramos de sube baja continuos y con bloques de pavés en los metros finales que completaron un circuito al que los ciclistas tuvieron que hacer dos pasadas, para darle el punto final a un dia de desgaste para los ciclistas.
Una tempranera fuga era el preludio a una etapa que se decidiría al sprint, Amets Txurruka (Orica-GreenEdge), Pavel Brutt (Tinkoff), Daniel Oss (BMC) y Alexander Foliforov (Gazprom-Rusvelo), fueron los cuatros valientes que formaron la fuga de hoy. Obtuvieron una renta máxima de siete minutos pero no fue suficiente para llegar a meta con posibilidades de disputar la etapa.
En los kilometros finales
Cuando restaban algo menos de 6 kilómetros para la línea de meta, el cuarteto que marchaba en cabeza hasta el momento acabó engullido por un pelotón que contaba con muy pocas unidades, debido a la exigencia que presentaba el tramo que pave situado a unos pocos metros de la llegada.
Con el patrón de carrera establecido, el guión hasta el final tuvo poco que reseñar. El pelotón quiso darse una tregua antes de afrontar la primera etapa montañosa de esta edición de la Corsa Rosa.
Los equipos con intereses en la general se limitaron a guardar la posición de sus hombres fuertes, pero sin intenciones de guerra, que tiempo y terreno habrá para ello en jornadas venideras. La etapa estaba condenada al sprint, y así fue. En las calles de Benevento, Greipel no tuvo rival y se impuso claramente en una 'volata' limpia y sin oposición. Arnaud Démare (FDJ) y Sonny Colbrelli (Bardiani-CSF) completaron los puestos de honor.
Para ir abriendo boca
Mañana tendrán que afrontar la primera llegada en alto de este Giro de Italia, dos puertos de segunda categoría la Bocca D. Selva a pocos kilómetros de lanzarse la carrera y la ascensión al Roccaraso, este último al final de la carrera. Será la primera oportunidad para ver en acción al numeroso grupo de favoritos que se disputarán la maglia rosa.
