Se iniciaba el Giro de Italia con dos bazas muy serias para asaltar la maglia rosa: Mikel Landa (Sky) y Alejandro Valverde (Movistar). Varios de los españoles como Jose Joaquín Rojas, Jose Herrada o Mikel Nieve acudían para apoyar a sus líderes. Omar Fraile e Igor Antón enrolados en Dimension Data buscarían su protagonismo en la montaña, mientras que en Wilier-Southeast Julen Amezqueta y Christian Rodriguez estaban para aprender y mostrarse.
El Giro prefirió al otro Mikel
Mikel Landa acudía por primera vez como líder absoluto del equipo y con muchas ganas de reivindicarse como tal. Su actuación fue muy buena y ganó muchos enteros tras la contrarreloj larga donde perdió muy poco tiempo con respecto a rivales mucho mas duchos en la disciplina cronometrada. Se le ponía de cara el Giro para el de Murgia, sin embargo una infección estomacal camino de Sestola le hizo abandonar el Giro.
Mikel Nieve mantuvo a Sky en carrera tras el abandono de Mikel Landa
Sky se quedaba huérfano pero se debía reinventar para no pasar sin gloria por el Giro de Italia y ahí emergió la figura del 'otro Mikel'; Mikel Nieve. El vasco, que cumplió 32 años durante la disputa del Giro, acudió a última hora a la Corsa Rosa y gracias que lo hicieron.
Tras el abandono de Landa, Nieve se dedicó a filtrarse en las fugas de las etapas de montaña en busca del triunfo de etapa una vez descartado totalmente para realizar una buena clasificación general. y el premio no tardó mucho en llegar pues entró victorioso en Cividale di Fruili, primera parada dolomítica de la carrera transalpina.
En los Alpes lo volvía a intentar quedándose muy cerca (segundo en meta) en primera etapa y protagonista en la siguiente. Ello le valió para llevarse la maglia azzurra, la que le define como el mejor escalador de la Corsa Rosa.
Valverde cierra el circulo
El murciano cumplió de forma extraordinaria en su debut en la Corsa Rosa. A pesar de no conseguir vestirse de rosa en Turín, el de Movistar consiguió el triunfo de etapa en la loca etapa de Andalo y subirse al tercer cajón del podium.
La altitud fue el 'verdadero enemingo' de Valverde
Siempre protagonista y valiente se notó desde el primer día su intención de ganar el Giro, tal como demostró en la etapa del sterrato. Sin embargo, el 'mal de altura' fue su talón de Aquiles cediendo un preciso tiempo en la etapa reina (más de 50 kilómetros a mas de 1.500 metros de altitud) y en el Col dell'Agnelo a más de 2.000 metros de altura. Solo esas dos debilidades le costó gran parte de sus opciones a ser el tercer español en conseguir vencer en el Giro.
El balance final es optimo ya que el murciano entra en el selecto club de vencedores de etapa y podium en las tres grandes vueltas, unido a su grandioso palmares en las clásicas y mundiales hacen del él un ciclista que pasará a los libros de historia.
Presencia en la fugas
Mikel Nieve no se ha visto solo en las fugas, hombres como Rubén Plaza, David de la Cruz, David López o Julen Amezqueta se han mostrado en este Giro de Italia, sobre todo en las etapas de montaña, aunque la gloria de la etapa les fue adversa. Destacar lo corta pero intensa participación de Omar Fraile que se escapó en el primer día para vestirse con la maglia azzurra, lamentablemente tuvo que retirarse días después.
En definitiva un Giro de Italia con gran sabor español, algo que se espera de las próximas ediciones de una carrera que cada año es más espectacular y gran parte de culpa lo tienen los ciclistas hispanos.