“El Giro es la carrera más bonita”, dijo Alberto Contador hace poco más de un año. Desde verdes paisajes hasta la blanca nieve de los Alpes, pasando por el siempre temido sterrato. Desde temperaturas veraniegas hasta el frío más invernal. Giro, belleza y espectáculo van cogidos de la mano.

La Gran Vuelta de todos

La primera semana de la Corsa Rosa destaca últimamente por la presencia de largas etapas de media montaña, ideales para que los “cazaetapas” se luzcan y para marcar las primeras diferencias en la clasificación general. A mitad de carrera, el Giro suele presentar una larga contrarreloj de entre 40 y 60 kilómetros. Aunque raramente es llana, sirve para que los hombres de general que mejor se mueven sobre la cabra cojan cierta ventaja respecto a los escaladores a falta de las etapas de alta montaña.

Agua y "sterrato" no es la combinación preferida para la mayoría de los corredores. | Fuente: www.deepsection.net
Agua y "sterrato" no es la combinación preferida para la mayoría de los corredores. | Fuente: www.deepsection.net

Es en la segunda mitad de la carrera cuando se disputan las etapas más duras. Tanto en los Dolomitas, pero sobre todo los Andes, los ciclistas afrontan duras jornadas con subidas por encima de los 2.000 metros de altura, altitud que suele pasar factura a más de uno. Además, el frío y la nieve son protagonistas habituales en la carrera italiana, provocando a menudo suspensiones o cambios de recorrido.

Carencia de emociones

No pasa lo mismo con la Vuelta a España. En estos últimos años, la gran vuelta española ha adoptado un recorrido en el que abundan los finales en alto, empezando incluso en el segundo día de carrera. A diferencia del Giro (y en cierta medida también del Tour de Francia), la Vuelta no suele dar muchas oportunidades ni a clasicómanos ni a hombres rápidos, algo que se aprecia desde hace ya unos años al empezar la carrera: los equipos no llevan muchos "cazaetapas" o esprínteres.

Horner fue la gran sorpresa en la Vuelta 2013 | Fuente: José Antonio Miguélez
Horner fue la gran sorpresa en la Vuelta 2013 | Fuente: José Antonio Miguélez

Desde los primeros días de la Vuelta, los favoritos a llevarse la clasificación general la mayoría se encuentran ya entre los diez mejores de la general, sin dar apenas opciones a otros ciclistas a vestirse con el maillot rojo. En cambio, en el Giro de Italia, el primer líder importante suele aparecer en la contrarreloj situada a mitad de la carrera, mientras que en la primera mitad la maglia rosa suele repartirse entre todo tipo de ciclistas, especialmente contrarrelojistas, esprínteres y valientes "cazaetapas".

De todos los colores

La belleza es otro punto fuerte de la carrera italiana por etapas más importante del ciclismo profesional. Aunque desde hace ya unos años las primeras etapas se suelen disputar en territorio extranjero, la mayoría de ellas permiten al espectador disfrutar de la belleza del país de la pizza y Leonardo da Vinci. Desde el azul de los mares Mediterráneo y Adriático hasta el blanco más puro de las etapas de alta montaña de los Alpes. El sterrato, la belleza dolomítica y los pueblos de ensueño son también muy habituales en la Corsa Rosa.

Del mar... | Fuente: eltiodelmazo.com
Del mar... | Fuente: eltiodelmazo.com
... a la montaña. | Fuente: AP
... a la montaña. | Fuente: AP

En cambio, en la Vuelta a España no pasa lo mismo. Pese a ser también un país bello, los organizadores hacen pasar a los ciclistas por largas autovías y aburridas carreteras, incluso en algunas ascensiones finales. Pocas veces suele haber excepciones, pues solamente los Picos de Europa, Galicia y a veces Andalucía muestran la verdadera belleza del país de la paella y Miguel de Cervantes.

Las autovías son ya habituales en la carrera española. | Fuente: La Vuelta a España
Las autovías son ya habituales en la carrera española. | Fuente: La Vuelta a España