Previa Tour de Francia 2016: 11ª Etapa, Carcassonne - Montpellier

Un pensamiento siempre se mantiene en el aura de la ‘Grande Boucle’, no hay ningún día de transición. En este caso se puede aplicar a la perfección. Una etapa que, a priori, se presenta sin grandes dificultades y con un clima que se acomoda a la media de los mortales. Pero esto es la mayor carrera del mundo, y ningún día se puede tomar con tranquilidad. En su perfil solamente encontramos dos puertos de cuarta categoría y un sprint intermedio.

La ciudad de Carcassonne volverá a disfrutar de la presencia de la ronda gala. Una salida que no presenta mucha dificultad hasta sobrepasar los 30 kilómetros. Tras esto tendrán que hacer frente a las dos cotas de cuarta categoría. Situadas de forma casi consecutiva son la única dificultad, a razón de desnivel, que tendrán que afrontar los corredores. Terreno perfecto para aquellos valientes que quieran buscar alguna aventura con pasaporte a Montpellier aprovechen. Al pasar la Côte de Villespassans, los ciclistas gozarán de un terreno favorable hasta la línea de meta, con un sprint intermedio en el ecuador de la segunda parte de la etapa.

El cartucho empieza a vaciarse

Los sprinters están empezando a quedarse sin balas. Se acerca la alta montaña y las contrarrelojes, y con ello se alejan las oportunidades de acabar una etapa al sprint. Por ahora ha habido un claro acaparador de triunfos, y la gran mayoría de los velocistas aún no han podido aumentar su palmarés.

Mark Cavendish (Dimension Data) está en estado de gracia y eso se nota. Está atravesando una segunda juventud y no va a querer que nadie le arruine la fiesta. El alemán Marcel Kittel (Etixx-Quick Step) ha sido el único capaz de romper el monopolio inglés que ha establecido el corredor del equipo Dimension Data, por lo que buscará conseguir su segunda victoria. Pero como siempre, no hay que dejar de tener en cuenta a corredores de la talla de Peter Sagan (Tinkoff) o Bryan Couqard (Direct Energie). El primero se ha quedado a las puertas de lograr otra victoria en Revel, provocando que se alargue su larga lista de segundos puestos en la ‘Grande Boucle’. Mientras que el pequeño galo tratará de embolsarse esa ansiada primera victoria de etapa que tanto se le resiste.

El regreso del elegido

La última vez que Montpellier acogió un final de etapa fue en el 2013. Carrera que ganó el corredor germano André Greipel (Lotto-Soudal). El año pasado consiguió llevarse a casa 4 victorias; sin embargo, a pesar de levantar los brazos en Angers, aún no ha logrado estrenar su casillero en esta edición. Una llegada que le favorece y buenos recuerdos, que mejor combinación para conseguir su primera victoria.

El verde vuelve a casa

A Peter Sagan el verde le queda que ni pintado. Ha vuelto a recuperar su preciado maillot y encima metiéndole una distancia más que considerable a sus rivales. Desde que debutó en el Tour al año 2012, el eslovaco es el auténtico dominador de la clasificación de la regularidad, y este año parece que va en el mismo camino. Empieza a tener un colchón de puntos notable con Cavendish, y la habilidad del campeón del mundo de introducirse en las fugas le puede permitir que nadie se lo pueda arrebatar. Mark dispone de pocas oportunidades para restarle puntos y esta es una de ellas, no la va a dejar pasar.

Sagan se vuelve a pintar de verde / Fuente: Tour de Francia

Jornada de… ¿transición?

Según el mapa parece una simple etapa que roza la costa francesa, pero nada más lejos de la realidad. El final en Montpellier es la llegada precedente al colosal Mont Ventoux. Cualquier mínimo contratiempo que puedan sufrir los líderes lo pueden pagar muy caro al día siguiente. Todo esto, teniendo en cuenta que se prevén algunas rachas de viento en el transcurso de la misma, puede lograr que el grueso del pelotón se convierta en un manojo de nervios durante gran parte del día. Además de todo esto, siempre esta el riesgo de un simple pinchazo o enganchón. Estos pequeños detalles al final te hacen gastar más de la cuenta, y cuando delante tienes una ascensión del nivel del Mont Ventoux, va a pasar factura.