Después de un comienzo de temporada en el que consiguió terminar en la séptima posición el Classic Sud Ardèche - Souvenir Francis Delpech, ser sexto en la Royal Bernard Drôme Classic, undécimo en el GP Industria & Artigianato, además de cuarto en el Tour de Yorkshire y séptimo en el Critérium du Dauphiné, el ciclista británico del Orica-BikeExchange se ha convertido en la auténtica revelación del Tour de Francia, y es que a pesar de estar por debajo de Chris Froome en cuanto a poderío físico y mental, aguanta por el momento la segunda posición de la clasificación general con siete segundos de adelanto con respecto a Nairo Quintana, ante el que se tendrá que medir en las etapas restantes por un puesto en el podio de la 103 edición del Tour de Francia, algo que le haría crecer como ciclista.

"Me sentía bien pero no fui capaz de seguir la rueda de Froome y Porte cuando arrancaron"

Complicada jornada para Yates, que asume la cercanía del ciclismo con el aficionado, con el riesgo que conlleva, dando la enhorabuena a la organización por la neutralización de tiempos para evitar que el británico tuviera el liderato de la carrera, algo que no le hubiera gustado en absoluto. "El ciclismo es el único deporte que permite vivir las carreras tan cerca del público… con los peligros que eso conlleva, estaba con Quintana y Valverde cuando ocurrió el percance de Froome. Creo que la organización y los comisarios han tomado la decisión acertada, no me hubiera gustado conseguir el maillot amarillo en estas circunstancias, no hubiera sido especial", comentó ante los medios de comunicación.

Para terminar, Adam Yates asume que no pudo seguir el ritmo de Chris Froome antes del accidente que sufrió su compatriota, por lo que en la contrarreloj de este viernes buscará perder el menor tiempo posible. "Me sentía bien pero no fui capaz de seguir la rueda de Froome y Porte cuando arrancaron. Este viernes viene una contrarreloj, pero no es mi especialidad, así que espero no perder mucho tiempo", concluyó.