La decimosexta etapa del Tour de Francia era especial para Fabian Cancellara (Trek-Segafredo) debido a que finalizaba al lado de su localidad, en Berna, Suiza, a unos 10 kilómetros de su localidad, Wohlen bei Bern.

En los últimos kilómetros de la etapa en el que Peter Sagan (Tinkoff) se impuso por la mínima a Alexander Kristoff (Team Katusha), se vio que Fabian Cancellara quería tener protagonismo colocándose en las primeras posiciones del pelotón. Estaba claro que el suizo quería ser el más veloz al sprint, pero pese a que lo intentó, se tuvo que conformar con la sexta plaza, que no está nada mal.

"El final ha sido muy difícil de controlar puesto que los mejores corredores estaban en la parte delantera, dispuestos a dar pelea", se manifestó con estas palabras Fabian Cancellara en la línea de meta de Berna. Además, añadió que pese a la dificultad, que le faltaron fuerzas en el tramo final, pero ante todo dejó claro que lo dio todo, "que es lo importante". Respecto a la llegada, dijo que para él fue especial correr en casa, y que Berna, localidad donde finalizó la etapa, les regaló "una bonita llegada", con una subida en pavés, por ejemplo. Respecto a sus sensaciones, afirmó que se encontraba "cansado".

Dejando a un lado la jornada del lunes, Fabian Cancellara quiso hablar sobre la decimoquinta jornada del Tour de Francia. El calor y la etapa hicieron que el día de domingo fuera uno de las peores jornadas de la carrera francesa para el pelotón. El suizo se manifestó diciendo que no le gusta el calor, y que consecuencia de ello, perdió más de cinco kilos, una cantidad extremadamente impresionante.

Para finalizar, sus declaraciones, recordó que el martes será jornada de descanso, y añadió que puede que se tome una cerveza, como recompensa. "El vino, mejor, para el final de la temporada", concluyó.