Penúltima oportunidad real para los corredores que no sean hombres rápidos. La decimonovena etapa del Tour de Francia hacía acto de presencia después de disfrutar los corredores del último día de descanso este pasado martes, para que en la primera etapa de los Alpes el ruso Ilnur Zakarin consiguiera llevarse el triunfo, que daba paso a la exhibición de Chris Froome en la cronoescalada de la ronda gala. El británico con casi cuatro minutos de adelanto tenía la clasificación general totalmente controlada, quedando por detrás la pelea por los puestos de podio.

La distancia ni mucho menos asustaba, 146 kilómetros, a recorrer entre Albertville y Saint-Gervais Mont Blanc, pero la dureza de la jornada pondría las fuerzas de los ciclistas a flor de piel. Para recibir a los corredores había un puerto de salida no puntuable de 8,1 km al 7% para que tras el sprint especial comenzará la parte dura de la etapa con las ascensiones al Col de la Forclaz de Montmin (1ª), Col de la Forclaz de Queige (2ª) y Montée de Bisanne (HC) todo ello en sólo 96 km, para encadenar kilómetros de llano y bajada hasta llegar al Saint-Gervais Mont Blanc, un puerto de 1ª categoría de 9,8 km con una media del 8%, donde la parte más dura del puerto estaba al principio cuando se llegan a tener rampas de hasta el 12%.

Con 177 corredores en la línea de salida y después de unos kilómetros de tramo neutralizado, el primero en probar suerte era el belga Thomas de Gendt, que abría la veda de los ataques para conseguir formar un grupo de veinte corredores en cabeza de carrera donde se encontraban Alexey Lutsenko (Astana), Robert Kiserlovski y Rafal Majka (Tinkoff), Alexis Vuillermoz (AG2R-La Mondiale), George Bennett (LottoNL-Jumbo), Pierre Rolland (Cannondale-Drapac), Markus Burghardt y Amaël Moinard (BMC), Natnael Berhane (Dimension Data), Laurens ten Dam (Giant-Alpecin), Emmanuel Buchman (Bora-Argon 18), Rui Costa (Lampre-Merida), Thomas De Gendt y Tony Gallopin (Lotto-Soudal), Tony Martin (Etixx-Quick Step), Daniel Navarro (Cofidis), Michael Matthews (Orica-BikeExchange), Eduardo Sepulveda y Vegard Breen (Fortuneo-Vital Concept), contando con el beneplácito del pelotón, que rodaba tranquilo permitiendo que la renta de los escapados se fuer más allá de los cuatro minutos de ventaja, una diferencia que por el momento nos les permitía soñar con el triunfo, pero que les ponía en una buena posición.

Fuga numerosa y Astana quiere guerra

Buscar batalla desde lejos es una alternativa que ha brillado por su ausencia en la presente edición del Tour de Francia, por lo que Astana ni mucho menos quería dejar pasar la oportunidad de crear batalla, probando un ataque a 135 kilómetros de meta, comenzando con Paolo Tiralongo, Vincenzo Nibali y Diego Rosa tomando unos metros de ventaja, sumándose a su tentativa Joaquim Rodríguez (Katusha), para que por detrás llegaran dos compañeros más de la escuadra kazaja, Luis León Sánchez y Tanel Kangert, sin estar de forma sorprendente Fabio Aru, el jefe de filas. Movistar Team al ver la cantidad de corredores que se filtraban por delante, comenzaba a mover ficha colocando a Winner Anacona y Dani Moreno en las primeras posiciones. Con tantos corredores buscando enlazar con los siete corredores intercalados entre los dos grandes grupos, la neutralización hizo acto de presencia al coronar el puerto, entrando en un tramo de llano en el que tanto Astana como Katusha colocaban un corredor al frente del grupo mayoritario para mantener un ritmo alto que pusiera a todos los favoritos en la clasificación general en un estado de nerviosismo permanente.

Parte del grupo de escapados del día | Foto: P.Ballet - Tour de Francia
Parte del grupo de escapados del día | Foto: P.Ballet - Tour de Francia

El paso de los kilómetros continuó mostrando un ritmo rápido de Astana en el pelotón, con Luis León Sanchez desgastando a los rivales, entrando el Katusha con Ángel Vicioso a colaborar, dejando así la diferencia de los escapados por debajo de los tres minutos. Como no podría ser de otra manera, veinte corredores en cabeza de carrera dejaban una complicada situación de entendimineto, que desembocaba en el comienzo de las hostilidades en el Col de la Forclaz de Montmin, donde los últimos metros de ascensión mostraban un fabuloso ritmo que permitía a Thomas de Gendt cruzar en primera posición seguido de Majka y Vuillermoz, yéndose los tres corredores en solitario para obtener más de treinta segundos en la bajada. Su aventura duraba pocos kilómetros para que al Montée de Bisanne llegaran los veinte escapados unidos, en un puerto de ni más ni menos que doce kilómetros, el cual dejaría lanzaría la carrera para los kilómetros restantes.

La ventaja de los escapados desciende a pasos agigantados con el abandono por caída de Tom Dumoulin

A poco menos de 60 kilómetros para la línea de meta, el fabuloso ritmo que imprimía el Astana Team enfilando el pelotón, provocaba que los nervios aparecieran en la parte trasera, donde Daniel Teklehaimanot y Tom Dumoulin se iban al suelo, teniendo que retirarse de la carrera este último al sufrir problemas en el escafoides de su muñeca, peligrando su participación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Mientras el británico Adam Yates lo pasaba mal a cola de pelotón, en la escapada Robert Kiserlovski se encargaba de subir el nivel para provocar que muchos de los escapados fueran perdiendo contacto con la fuga, hasta llegar a la cima, donde Rafal Majka se llevaba los 25 puntos del premio de la montaña para asentar las bases de un claro triunfo en la clasificación del maillot de la montaña. Tanto Rui Costa como Pierre Rolland buscaron la aventura en solitario en los largos 40 kilómetros de descenso y llano hasta la ascensión final, quedándose rápidamente en solitario el corredor portugués al sufrir Rolland una aparatosa caída que le dejaba fuera de combate en un descenso muy peligroso, totalmente mojado y con curvas cerradas que ponían en alerta a los grandes hombres de la general.

Pierre Rolland, con el maillot roto tras su dura caída | Foto: P.Ballet - Tour de Francia
Pierre Rolland, con el maillot roto tras su dura caída | Foto: P.Ballet - Tour de Francia

Con poco menos de dos minutos de desventaja el pelotón coronaba el puerto para entrar en el peligroso descenso, estando las caídas a la orden del día. A treinta kilómetros de meta el primer gran hombre de la clasificación general que daba con sus huesos en el suelo era el australiano Richie Porte (BMC), necesitando de la ayuda de varios compañeros para recuperar el tiempo perdido, siendo Bauke Mollema (Trek) el siguiente que se encontraba con varios sustos para perder contacto con el grupo mayoritario. En el grupo de fugados una curva cerrada se llevaba por delante a Eduardo Sepúlveda, Sam Bennett y Dani Navarro, siendo este último el peor parado de todos al tener que abandonar el Tour de Francia. Ni mucho menos se libraba de irse al suelo el líder de la carrera, y es que Chris Froome daba con sus huesos en el suelo junto a Vincenzo Nibali, teniendo que cambiar de bicicleta el ciclista británico con su compañero de equipo, Geraint Thomas, sufriendo grandes rasguños en su maillot, consiguiendo contactar con el resto de los favoritos metros después en un grupo en el que no estaba el francés Romain Bardet, quien con un lejano ataque se unía a su compañero, Mikael Cherel, para aprovechar el desconcierto en el pelotón y abrir un hueco de ni más ni menos que un minuto de adelanto.

Chris Froome, totalmente magullado durante la etapa | Foto: Tour de Francia
Chris Froome, totalmente magullado durante la etapa | Foto: Tour de Francia

Exhibición que bien vale un puesto de podio

A tan solo siete kilómetros de la conclusión de la etapa Romain Bardet conseguía dar caza a Rui Costa uniéndose ambos en cabeza de carrera, mientras por detrás el holandés Bauke Mollema perdía contacto con el pelotón, sufriendo una grave crisis que le podría hacer perder el puesto en el podio del Tour de Francia que tenía hasta el momento. Buscando recortar la distancia perdida con el corredor galo del AG2R, el BMC Racing Team endurecía la subida con Damiano Caruso trabajando en favor de su líder, Richie Porte, uniéndose a su rueda rápidamente Nairo Quintana, sufriendo un poco más Chris Froome, quien se tomaba con calma la ascensión. A 3000 metros de meta se desataban las hostilidades con sendos ataques de Daniel Martin y Joaquim Rodríguez, que rompían el grupo de favoritos, trabajando Alejandro Valverde para Nairo Quintana al coger unos metros de adelanto el italiano Fabio Aru.

Romain Bardet durante los últimos kilómetros de la etapa | Foto: P.Ballet - Tour de Francia
Romain Bardet durante los últimos kilómetros de la etapa | Foto: P.Ballet - Tour de Francia

Después de una auténtica exhibición en la ascensión final, Romain Bardet se llevaba su primera etapa en el Tour de Francia, con veintitrés segundos de ventaja sobre Joaquim Rodríguez y Alejandro Valverde, quienes se repartieron los segundos de bonificación que quedaban en juego, entrando junto a ellos Louis Meintjes. Nairo Quintana perdió veintiséis, Fabio Aru veintiocho, con Daniel Martin, mientras que Chris Froome cedió 36, siendo Richie Porte, Adam Yates y Bauke Mollema los más perjudicados al perder 53, 56 y 4:26 respectivamente. Chris Froome continúa liderando la general con 4:11 sobre Romain Bardet y 4:27 sobre Nairo Quintana. Adam Yates es cuarto a 4:46, Richie Porte quinto a 5:17, Fabio Aru sexto a seis minutos y Alejandro Valverde séptimo a 6:20.

Clasificaciones tras la etapa