Emoción desde el primer kilómetro. Así lo quiere la organización de la Vuelta a España encabezada por su director Javier Guillén, que repite el mismo tipo de formato que en anteriores ediciones y que tan buen resultado le ha dado. Serán 3315 kilómetros divididos en 21 etapas: siete etapas llanas aunque dos con final en alto, 12 de media y alta montaña y dos contrarrelojes. Como siendo tendencia habitual en las grandes vueltas habrá dos jornadas de descanso. El Cantábrico, Pirineos y la Comunidad Valencia serán los escenarios donde se disputará la ronda española.
La primera parte por el norte
Los cinco primeros días serán en tierras gallegas
La ronda española comenzará el sábado 20 de agosto con la ya típica etapa contrarreloj por equipos en Orense, esta vez de 30 kilómetros que podría marcar ya algunas diferencias significativas. La carrera permanecerá cinco días en Galicia recorriendo sus cuatro provincias. Se alternarán finales en alto como el Mirador de Ézaro (3ª etapa) y San Andrés de Teixido (4ª etapa) con finales en sprint en Baiona y Lugo. Por lo tanto los favoritos no deben descuidarse en ningún momento para verse fuera de la carrera a las primeras de cambio.
Camperona, Naranco, Covadonga y Peña Cabarga, primer punto importante de la carrera
Los ciclistas abandonarán tierras gallegas para adentrarse en el noroeste de Castilla y León donde comenzarán cuatro días intensos tras la etapa con final en Puebla de Sanabria. En primer lugar ascenderán la Camperona en una etapa unipuerto pero que ya da la bienvenida al primer gran puerto de montaña. Después visitarán Asturias con los finales en el Alto del Naranco y Lagos de Covadonga, etapas rompiernas que no deberían crear grandes diferencias ni descartar a ninguno de los grandes 'capos' salvo desfallecimiento.
La cima asturiana pondrá el primer punto y seguido de la carrera al producirse el primer día de descanso. En total habrán sido diez días de exigente competición con la mitad de ellos con final en alto. A estas alturas ya se habrán visto las fortalezas y debilidades de los ciclistas y es posible que alguno ya haya dicho adiós a sus opciones en la ronda española.
Tras el descanso astur, la caravana ciclista se dirige hacia el este con paradas en la explosiva subida de Peña Cabarga, la visita a Bilbao con el emocionante doble paso por el Vivero y la etapa rompepiernas con final en la localidad navarra de Urdax. Por lo que el esfuerzo seguirá acumulándose en la piernas de los corredores.
La etapa reina en Francia
Cuatro 'Cols' de primera para la etapa reina
El 3 de septiembre llega la etapa reina de esta edición de la Vuelta. Su recorrido totalmente realizado en suelo francés es de auténtico infarto. Cuatro puertos de primera categoría jalonan el recorrido con el inédito Col de Inparhu con tramos del 10% d desnivel y los históricos Col de Soudet, Marie Blanque y Col del Aubisque como final de etapa. Puertos que emanan historia ciclística y donde a buen seguro se escribirá una pagina mas. Quien quiera llevarse la Vuelta deberá dar un golpe en la mesa sobre sus rivales o no ceder demasiado tiempo.
Para aquellos que hayan sufrido en la etapa reina, al día siguiente podrán dar replica con una explosiva etapa de 120 kilómetros con final en Formigal tras pasar el Alto de Cotefablo, etapa similar a la loca etapa de Andalo en el pasado Giro de Italia.
La crono de Calpe y Aitana decidirán el triunfador final
Día de transición hasta Peñiscola y jornada de descanso ya necesaria, para afrontar la traca final con el final las duras rampas de Lucena. Gandía presentará la penúltima oportunidad para el sprint para después decidirse la genera len dos jornadas. La primera la contrarreloj de 39 kilómetros de Calpe y al día siguiente la etapa montañosa de Valencia con el final en el alto de Aitana.
Con la clasificación ya decidida, traslado hacia Madrid para poner el punto y final a la edición numero 71 de la ronda española.
En definitiva un recorrido acorde al estilo de la Vuelta que obliga a los favoritos estar atentos en cada uno de los mas de 3.000 kilómetros de la carrera. Con diez finales en alto las posibilidades de recuperar tiempo o de ampliarlo son múltiples. El terreno esta listo y es ahora turno de los ciclistas demostrar si es adecuado.