A sus 34 años, en una de sus últimas oportunidades de brillar en los Juegos Olímpicos, la gloria le ha llegado al ciclista riojano en Río de Janeiro. Con un palmarés en el que figuraban dos medallas en el Campeonato Mundial de Ciclismo de Montaña, oro en 1999 y bronce en 2001, y una medalla de bronce en el Campeonato Europeo de Ciclismo de Montaña de 2003, Coloma tenía en su historial un 6º lugar en Londres 2012 y el 28º en Pekín 2008, queriendo mejorar en la cita carioca siendo la principal baza del equipo español junto a José Antonio Hermida y David Valero. Después de un rápido comienzo, poco a poco la carrera se fue rompiendo hasta lograr el ciclista logroñés entrar en el grupo de cabeza, teniendo opciones de medallas hasta entrar en un duelo a cabeza de perro con el francés Maxime Marotte para terminar llegando a la línea de meta con un minuto y medio perdido con respecto al vencedor llevándose la medalla de bronce y una alegría inmensa con diez segundos de adelanto sobre su contendiente galo.

"No ha sido cuestión de fuerzas, porque iba con unas piernas como nunca, y en las subidas les aguantaba sin problemas, era en las zonas técnicas en las que perdía contacto"

Como no podía ser de otra manera, Coloma salía a la carrera sin miedo alguno, mostrándose con unas fuerzas espectaculares perdiendo tan solo tiempo en las zonas técnicas. "Siempre he dicho que en una prueba de un día podía pasar cualquier cosa y he salido así, con esa mentalidad, y cuando he visto que íbamos Nino y yo solos, que había hueco y me ha pedido que le diera un relevo no me lo he pensado, porque se trataba de la medalla y esa era la oportunidad. No ha sido cuestión de fuerzas, porque iba con unas piernas como nunca, y en las subidas les aguantaba sin problemas, era en las zonas técnicas en las que perdía contacto. Son dos de los mejores del mundo y al final he cedido, peor no porque no estuviera tan fuerte como ellos, Marotte me ha dicho que iba en la línea roja y se iba quedando, pero no terminaba de quedarse, le he dejado que tirase y ahí he visto que tenía opciones, hay que ser humilde y saber que es uno de los mejores del mundo y que siempre te podía sorprender", comentó ante los medios de comunicación.

Para terminar, Carlos Coloma ha dejado atrás todos los años complicados para terminar llevándose una medalla de bronce que le sabe a gloria y que le deja unas lágrimas que pasarán a la historia en el podio de la prueba. "Era el día de mi vida, y en esa última vuelta, en cada curva, en cada repecho he dado todo por dejarle hasta que lo he conseguido, he querido demostrar que todo se puede superar luchando, con esfuerzo, que el espíritu olímpico son también raza y cojones. Hay que dejarse todo por lograr tus sueños, he pasado años muy difíciles con la lesión, con otros problemas y hoy es la mejor recompensa, lo más bonito es que sean tus rivales los primeros en felicitarte, y quiero acordarme de todo el equipo, que han trabajado mucho estos días para que la carrera saliera perfecta", concluyó.

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Sobre el autor
Diego Blanco Taladriz
Gijón. Moderador de contenidos de VAVEL. Coordinador en las secciones de Tenis y Ciclismo. Puedes leer mis opiniones en @DiegoBlanco93 | E-mail de contacto: [email protected]