Con dos líderes, y mucha incertidumbre. Así llega la selección francesa al Mundial de Doha. Arnaud Démare y Nacer Bouhanni partirán con opciones, que no como grandes favoritos, a la victoria en el circuito de la Perla. Dos velocistas puros, dos rematadores que no han tenido la mejor de sus temporadas. Es más, todo aquello que prometieron hace un tiempo parece haber ido diluyéndose.

Aunque con triunfos, y de prestigio, como la polémica Milán-San Remo de Démare o las cuatro victorias en vueltas World Tour de Bouhanni, no han llegado a jugar entre los más grandes, como así se esperaba hace unos años. El seleccionador francés, lejos de hacer una selección entre uno de los dos, o incluso plantearse meter a Coquard, velocista joven, con desparpajo y que ha hecho una gran temporada -incluso batiendo a estos dos en muchas carreras-, ha decidido incluir a ambos velocistas. Doble baza que se dice.

Bouhanni tuvo que salir de FDJ por su disputa con Démare

Como decisión ha sido también la inclusión de gregarios para ambos ciclistas. Todo el mundo conoce la enemistad que existe entre los dos ‘capos’ franceses. Se ha puesto de manifiesto en Campeonatos Nacionales y en diversas carreras. No obstante, Bouhanni tuvo que salir de FDJ para buscarse la vida en Cofidis. Madiot prefirió a Démare. ¿Y qué ha hecho el seleccionador galo? Repartir, como niños pequeños: tres gregarios ‘para uno’ y tres gregarios ‘para otro’; y el que sobra, para nadie. Al menos esa es la conclusión que se puede sacar de la convocatoria de Francia para Catar.

Madiot con Démare y Bouhanni | Fuente: Getty Images.
Madiot con Démare y Bouhanni | Fuente: Getty Images.

Cuatro + cuatro y un espíritu libre

Los tres teóricos gregarios de Démare serán, lógicamente, de su equipo. Marc Sarreau, Yoann Offredo y William Bonnet. Este será el previsible ‘treno’ de Démare. Por su parte, Christophe Laporte, Cyril Lemoine y Geoffrey Soupe, compañeros de Bouhanni en Cofidis, serán los encargados de salvaguardar al de los Vosgos. Dos bloques, como decimos, enfrentados por la enemistad de sus líderes dentro de un mismo equipo. Una olla a presión que puede estallar en cualquier momento.

Y Adrien Petit en tierra de nadie. No han traído a su líder en el equipo, Coquard, y es por ello que se postula como ‘lanzador neutro’. El de Dimension Data está acostumbrado a ser lanzador, posee una buena punta e incluso ha sido líder en diferentes etapas de su vida deportiva. Es de imaginar que el que mejor vaya de Démare y Bouhanni se beneficie del trabajo de Petit.

El líder: Arnaud Démare

Aunque llega en peor forma –visto lo visto en los últimos resultados- que Bouhanni, el de FDJ puede ser la baza más fiable en este tipo de carreras. Una llegada masiva, entre todos los gallos del sprint, puede que el de Beauvais sea algo más sólido, aunque andan a la par. Quizá el hecho que haya ganado en San Remo, un triunfo de campanillas, le deje ese privilegio de ser considerado como ‘el líder’. Además, sigue siendo la ‘niña bonita’ de Francia. Tienen puestos en él muchas esperanzas. El pavé, aunque sea débil, le viene mucho mejor que a Bouhanni en este caso, pues ya ha ganado varias carreras con adoquín en la parte definitiva. La última, Binche-Chimay-Binche hace unos días.

Démare celebra su triunfo en San Remo | Fuente: La Pierre Bikes.
Démare celebra su triunfo en San Remo | Fuente: La Pierre Bikes.

La alternativa: Nacer Bouhanni

Alternativa, segundo líder, segunda baza… llámenlo como quieran. Prácticamente a la par que Démare está Bouhanni. Con triunfos en carreras importantes como Volta a Catalunya (x2), París-Niza o Dauphiné, el grueso de su temporada lo ha pasado ganando, o intentando ganar, en escenarios ante velocistas de no mucho nivel. Su última victoria fue hace también unos días, en el Tour de Vendée lo que le hace llegar con mucha moral. Pero ojo, que no intente una maniobra arriesgada de las suyas porque aquí hay mucho capo. Esto es un Mundial.

Bouhanni se impone en una etapa del Dauphiné | Fuente: Cofidis Cyclisme.
Bouhanni se impone en una etapa del Dauphiné | Fuente: Cofidis Cyclisme.

Los lanzadores: Marc Sarreau y Christophe Laporte

Ya lo hemos dicho antes, un treno para cada uno y a repartir ciclistas. Los lanzadores habituales de Démare y Bouhanni en sus respectivos equipos lo serán, a priori, también en el Mundial. Y ambos son muy jóvenes, tienen 23 años, pero poseen una fuerza y una potencia que les hace acompañar a sus jefes de filas hasta los últimos metros. Incluso han superado a sus líderes en alguna llegada masiva este año.

Los gregarios: William Bonnet y Yoann Offredo

Dos hombres de veteranía, con velocidad pero quizá más aprovechables a la hora de saber medir los ‘tempos’ de la carrera, de ayudar al líder, de evitar su desgaste y de llevarle bien colocado. Con 34 y 33 años, respectivamente, serán fundamentales en estas labores durante el grueso de la prueba en línea mundialista

Atentos a: Adrien Petit

Será un espíritu libre. Es una incógnita la labor que le asignará el seleccionador para la prueba. Jugando con la lógica, podría ser un buen hombre para los últimos metros: tiene más experiencia que Sarreau y Laporte y está acostumbrado a combatir hasta los últimos metros –ha sido líder de su equipo en muchas ocasiones-. Como alternativa, como lanzador o como gregario, su papel puede ser importante para el devenir de la carrera.

Petit gana en la Tropicale Amissa Bongo | Fuente: Direct Energie.
Petit gana en la Tropicale Amissa Bongo | Fuente: Direct Energie.
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Sobre el autor
Adrián González Blanco
Comunicación audiovisual. Coordinador y redactor de la sección del Racing, Rallys y Ciclismo y redactor en Betis VAVEL.