It's raining sharks ¡ALELUYA! : ‘Sharknado’ (2013)
'Sharknado' ha arrasado en América por su peculiar historia de ciencia ficción(Foto: blog.cocacola).

Cuando las The Weather Girls cantaron en 1982 que llovían hombres ya parecía estrambótico. En 2013 el director Anthony C. Ferrante da un giro de vuelta más con esta película convirtiendo el film en una constante lluvia de tiburones a la que es difícil encontrar explicación por más que quiera profundizar en lo verosímil que podría ser y cómo podría darse el caso, pero no cuela y Ferrante lo sabe y no tiene intención de que alguien se lo crea.

Productora The Asylum

A lo largo del cine muchos son los directores y guionistas que han cuidado el más mínimo detalle para crear historias fantásticas y emocionantes que emocionen al espectador y consigan dejarlo con la boca abierta. En el caso de la productora The Asylum ha conseguido esto último con películas prácticamente de ciencia ficción imitando films con un presupuesto infinitamente menor.

Sharknado es una de las películas de The Asylum que no imita a nada conocido y que bebe de fuentes originales (fuentes alucinógenas quizás). La película ha arrasado en América cosechando numerosos éxitos y críticas más que positivas por su total libertad a la hora de romper con todo lo que la mayoría de las personas tienen establecido como el cine propiamente dicho.

(Foto: blog.cocacola).

Todo es válido

Esta película es todo lo que nunca esperas de ver en una cinta de ciencia ficción; una película bizarra, surrealista (Luis Buñuel y su perro andaluz quedarían extasiados ante esta variación estrafalaria de la huida de la realidad). Quizás sea el nacimiento del surrealismo posmodernista o quizás sea que un día los guionistas se fueron de cañas a un Acuario y se les cruzaron los argumentos, sea como sea, es difícil explicar Sharknado.

En este film todo vale. Que entra un tiburón por la ventana de un bar mientras nos estamos tomando un café, pues no pasa nada, los actores lo ven como cuando cualquiera de las personas normales sufrimos la visita de un mosquito molesto e igual alguno de ellos se dedica a dispararlo mientras el resto de la gente prácticamente no cambian su semblante.

Otro elemento que cabe destacar es la nula empatía que los propios actores tienen con sus compañeros cuando fallecen de las formas más absurdas posibles, siempre relacionados con estrambóticos tiburones que vuelan por todos los lados (Aterriza como puedas versión escualo).

(Foto: gentedigital).

En cuanto a planos y montaje entramos en un mundo en el que todo está permitido, escenas en las que ciertos elementos parecen estar dibujados con cualquier pseudoprograma de dibujo gratuito para ordenador o inclusión de planos que si no están cogidos (cogidos no que es ilegal, inspirados mejor) de cualquier vídeo de Youtube poco les falta.

En cuanto a los fallos de raccord (gazapos para los menos avezados en estas artes), hay para dar y regalar por todos los lados pero claro si el espectador consigue olvidarse de ellos puede disfrutar mucho mejor este tipo de cine ya que básicamente la mayoría de ellos están colocados de manera consciente, como casi todo en Sharknado.

No se puede no comentar los jocosos comentarios con alto nivel de humor absurdo que sueltan los personajes de la película sin venir a cuento en el argumento o como las situaciones más absurdas se desarrollan a lo largo de la trama provocando carcajadas de los espectadores ante la incredulidad de lo que nos ofrece el metraje prácticamente en cada plano de la película.

(Foto: hollywoodreporter).

Un final apoteósico (No spoilers)

Pero por si esto fuera poco, que no lo es, llegamos al final, que no se va a desvelar en esta crítica, los minutos más estrafalarios y estrambóticos de la película que si no consigue que la mayoría de los espectadores se levanten del sofá para aplaudir es que el mundo hace mucho que perdió el sentido del humor. Olvidad todo lo visto en una película hasta el día de hoy, pensad en algo absurdo para terminar una película tan bizarra como ésta y vuestras pretensiones quedarán a años luz de la culminación de esta obra maestra del despropósito consciente.

En definitiva una película que se debería disfrutar con vuestro grupo de amigos, parando cada escena extravagante, volviendo a ver los mejores momentos que os dejaran con la boca abierta, comentando las actuaciones más planas de la historia del cine y creando teorías absurdas de la razón de que las olas del mar vayan a su libre albedrío o como esa escena solamente sería posible si todo fuera producto de un sueño de Antonio Resines.

Tiburón de Spielberg provocó que millones de personas tuvieran pánico a poner un pie dentro del mar, pero este director ha dado la vuelta al género y puede que a partir de ahora la gente tenga miedo de que un tiburón derribe un avión de pasajeros o que incluso entre dentro de un bar a tomarse un buen cubata. Disfrútenla sin pretensiones y su sentido común se lo agradecerá toda la vida.

Para los que disfruten con la película ya se ha confirmado que habrá Sharknado 2. ¿Qué podrán ofrecer de nuevo cuando en la primera parte se han conseguido sobrepasar todos los límites imaginables? De momento esta cinta ha enseñado que una película hecha de manera consciente sumamente mal se puede convertir en algo de calidad más que aceptable y la realidad es que Sharknado acaba conquistando a la mayoría de sus espectadores.

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