El elegido para dirigir la cinta sobre la vida de Mandela fue Justin Chadwick, director británico que antes había dirigido películas como Las hermanas Bolena o The first grader. La obra repasa diferentes momentos de la vida del sudafricano, empezando por recuerdos de infancia y acabando en 1994 cuando consiguió la presidencia. Aunque se haya basado en el libro autobiográfico que escribió Mandela, el encargado de escribir el guion ha sido William Nicholson. El elenco estaba encabezado por Idris Elba y Naomie Harris.
Una película intensa; algunos momentos captan la atención del espectador, otros lo distancian un poco de lo que está pasando en la pantalla... Eso se debe a que se hace un tratamiento muy convencional de la historia, demasiado para ofrecer mucha información de Mandela. De esta forma, en la película sólo se llegan a enseñar los momentos más importantes de su vida, como si se tratara de una enciclopedia. Por lo tanto, deja poco margen para tratar todos los cambios políticos del momento; y eso tiene mucha importancia, ya que estos son los que marcan las alteraciones de la mente de Mandela.
Siguiendo las reglas del tratamiento convencional, también hay varias escenas que el director tiende a mostrarlas de una forma demasiado sensacionalista; buscando el choque emocional del espectador. Pero posiblemente, en este caso, y tratándose de una cinta biográfica, el espectador tendría más sensación de realidad sin esta dramatización de más y centrándose en las cosas tal y como pasaron. En este sentido, elogiar el uso de imágenes de archivo del momento histórico; posiblemente, si hubiera utilizado más, el espectador hubiera tenido más sensación de que todo lo que está viendo en la pantalla, una vez pasó en la vida real.
En general es una película que está bien, posiblemente gustará a mucha gente, pero hay dos cosas que han brillado por encima de las otras. Una son las grandes interpretaciones de la pareja protagonista, sobre todo la de Idris Elba, efectuando un trabajo impecable transportando Mandela a la gran pantalla. Y la otra es la banda sonora, formada principalmente por cánticos tradicionales sudafricanos, que ayudan a situar y contextualizar la historia; y acabando con una canción optimista y de esperanza de los irlandeses U2.
