Gabriel García Márquez: del papel a la pantalla
Foto: Vertele

La relación entre el escritor colombiano y el cine siempre fue una historia complicada. A pesar de que los libros de "Gabo" contienen una calidad indudable en el mundo literario, a la hora de adaptar sus tramas al guión de un largometraje, siempre supuso un gran quebradero de cabeza debido a su complejidad.

Curiosamente, el propio escritor, confesó en alguna que otra ocasión su deseo de ser director de cine y formar parte del mundo del cine. Esta decisión se vio difuminada en los años 50, cuando estudiaba en el Centro Experimental de Cinematografía en Roma. Allí decidió dedicarse a la literatura y dejar a un lado su amor por 'El Séptimo Arte'.

Tras la publicación de la obra estrella de su carrera, "Cien años de soledad", García Márquez manifestó que se trataba de una novela: "Inadaptable al cine". Sin embargo, numerosas personas intentaron hacerse con los derechos de la obra para poder llevarla a la gran pantalla. Sus esfuerzos no dieron resultado y el escritor declaró en una ocasión: "Deseo que Macondo solo figure en el papel y en la imaginación de cada lector".

A lo que sí estuvo ligado el colombiano fue al apartado del guión. Tiempo de Morir  en 1966, Jorge Ali Triana  en 1996 o Fábula de la bella palomera en 1988 fueron algunas de sus aportaciones.

Al adaptar algunas de sus novelas al cine, el resultado obtenido no ha sido quizás el mejor esperado. "Crónica de una muerte anunciada" de Francesco Rosi en 1987, "El amor en los tiempos del cólera" de Mike Newell en 2007, "Memoria de mis putas tristes" de Henning Carlsen en 2011 no tuvieron el tirón comercial esperado en las salas de cine.

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