Hollywood se viste de superhéroe
Montaje: Carlos Martínez Moral. VAVEL.

Érase una vez un joven empresario llamado Martin Goodman. Goodman tenía un sueño: formar su propia editorial de cómic y sembrar de superhéroes la vida de grandes y pequeños. No se trata del comienzo de ningún cuento, aunque bien podría tratarse de las primeras líneas de la biografía de un personaje que ha sido la piedra angular de un gran imperio que abarca en el presente cómic, cine y televisión.

Lo que hoy conocemos como Marvel, ese gigante bajo cuya sombra se resguardan algunos de los superhéroes más conocidos de la historia como Iron Man, Capitán América o Thor, recrea su historia a través de los anhelos de este joven estadounidense que, en los años 30 del siglo XX y a través de su sello Timely Publication, pondría en antecedente el monopolio cinematográfico que mejor dirige los pasos de la presente taquilla mundial. Pero como en toda biografía, es mejor ir por capítulos.

1939. Se funda Timely Publication, editorial que publicó su primer cómic en octubre de ese mismo año. Titulado Marvel Comics #1, este ejemplar presentó al mundo por primera vez a Antorcha Humana, Angel y el antihéroe Namor. Pese a que en un principio la modesta editorial subcontrataba los servicios de redactores a través de una empresa externa, pronto el éxito de sus publicaciones les permitió dar forma a su propia plantilla, en la que entraría a formar parte un jovencísimo pariente de Goodman, Stanley Lieber. Ya por ese entonces Lieber comenzó a firmar sus guiones bajo el pseudónimo de Stan Lee.

En los años 30, un jovencísimo Stan Lee, pariente de Goodman, empezó a trabajar en lo que hoy se conoce como Marvel Comics

A principios de los años 40, nació Steve Rogers y su alter ego, el Capitán América, moldeado por las manos de Joe Simon y Jack Kirby y que llegó a ser el personaje más popular de la editorial hasta la fecha. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, la compañía se adaptó a la difícil coyuntura económica y sociopolítica del país, instaurando en todos sus cómics la corriente antinazi muy predominante por aquella época e introduciendo como némesis de sus superhéroes a enemigos del gobierno estadounidense como eran los japoneses o los italianos.

Ya por ese entonces, Joe Simon y Jack Kirby, dos figuras claves de Timely Publication, se habían alejado de la empresa por desaveniencias con la dirección de Goodman, quien ni corto ni perezoso puso al frente de la edición a Stan Lee. Sin embargo, ni Lee ni sus intentos por reflotar la empresa resultaron fructuosos en un período en el que los superhéroes no mostraban su mejor cara ante el mundo.

Los cómics de superhéroes pasaron a un segundo plano en las preferencias de los lectores de aquella época; una realidad que obligó a Timely en los años 50 a ampliar su abanico de posibilidades: humor, acción, bélica, terror o ciencia ficción. A finales de la década, la caída de ventas era palpable y Timely no tuvo más remedio que cerrar su distribuidora, Atlas News y aliarse con American News. Tan solo unos años después, esta cerraría dejando colgado a Timely y empujando a Goodman a asociarse en materia de distribución con su eterno enemigo: DC Comics.

Un nuevo despertar con Los 4 fantásticos

Cuando todo pintaba muy negro para la compañía llegaron los 4 fantásticos, el primer grupo de superhéroes de Marvel (la Mujer Invisible, Señor Fantástico, la Cosa y Antorcha Humana) creado por Stan Lee y Jack Kirby en 1961 . Su caracterización mucho más realista atrajo de nuevo la atención del público que no tardaría en ver en acción a otros personajes llamados a convertirse en estrellas de la casa como Hulk, Spider-Man, Thor, Iron Man o Doctor Extraño. La Casa de las Ideas, como ya por aquel entonces se conocía a Marvel Comics, vivía un nuevo despertar cuya guinda del pastel serían Los Vengadores y X-Men.

Y como ocurre siempre en estos casos, no tardaron en aparecer los lobos. Perfect Film & Chemical Corporation puso sobre la mesa una jugosa oferta que Martin Goodman no pudo rechazar. Así, a finales de los 60, Marvel pasaba a manos de esta empresa que contaba por primera vez con Stan Lee en las tareas ejecutivas. Los "padres del guion marveliano" abandonaron poco a poco sus sillas en la redacción. Pero este panorama lejos de perjudicar a Marvel permitió una regeneración espontánea de savia nueva, con ideas y personajes actualizados nacidos de la mente de un grupo de jóvenes talentosos.

En los 80, Marvel estrenó dueño en más de una ocasión. Primero DePatie-Freleng Enterprises, sello que había prefabricado los famosos Looney Tunes. Con Jim Shooter capitaneando el nuevo barco llamado Marvel Productions Ltd, pronto este fue fagocitado por New World Entertainment, la cual, a su vez, vendió la empresa a MacAndrews and Forbes. Afortunadamente para los seguidores del sello, las estrellas de la casa como Todd McFarlane, Jim Lee o Rob Liefeld aún continuaban en el barco. Por poco tiempo.

Jim Shooter, antiguo director de Marvel, declaró la guerra a la Casa de las Ideas con su propia editorial, Valiant

En 1991, Jim Shoooter, antiguo director de Marvel, fundó Valiant, una editorial de cómic donde trabajaría codo con codo con algunos de los antiguos empleados de la Casa de las Ideas. Un nuevo frente abierto que Marvel intentó combatir mediante la compra de su propia distribuidora llamada Heroes World Distribution. Pero, como ocurren en estos casos, los problemas, lejos de desaparecer, no dejaron de multiplicarse. La venta de ejemplares había iniciado un descenso sin paracaídas y la alargada sombra de la duda se posaba sobre su director Ronald Perelman, quien fue destituido de mala gana por Isaac Pellmutter y Avi Arad con los ecos de fraude aún sobrevolando sobre la cabeza del primero.

Nuevo milenio, nuevo horizonte

Con Joe Quesada como nuevo redactor jefe, Marvel se abrió paso a un nuevo horizonte que se extendería a través de, entre otras cosas, nuevas líneas editoriales centradas en el público adulto o más jóven (MAX o Marvel Age, respectivamente) y su propio sistema de escalas que sustitúa al Código de Autorización de Cómics.

Sin embargo, habría de llegar un acontecimiento que marcaría para siempre su destino. Verano de 2009. Disney anuncia que compra Marvel Entertainment y sus más de 5.000 personajes por la friolera de 4.000 millones de dólares. Con esta adquisición, la casa de Mickey Mouse adquirió los derechos de explotación de una compañía que llevaba haciendo de las suyas en el cine con mayor o menor gloria desde finales de los 80. Pero, como dijo el consejero delegado de Marvel, Ike Perlmutter: "Disney es el perfecto hogar para los personajes de Marvel"; un acogedor lugar de protección donde "expandir la creación de contenidos y licencias de negocios". Dicho y hecho.

En 2009, Disney adquiría Marvel Entertainment y sus 5.000 personajes por unos 4.000 millones de dólares

Si bien es cierto que un principio la filial Marvel Entertainment funcionó con relativo éxito a través de coproducciones con Columbia, New Line o Fox, no fue hasta 2005 cuando este emergente estudio se dio cuenta del potencial que tenían sus superhéroes en la taquilla.

Así, a partir de esa fecha, Mavel se lanza a la producción de sus propias películas. Eso sí, no todos los personajes estaban sobre la mesa de opciones. Cabe recordar que en los noventa, y con los números rojos acechando la cuenta corriente de la compañía, Marvel decidió vender los derechos de explotación cinematográfica de varios personajes. Algunos como Daredevil, The Punisher (El castigador) o Ghost Rider han vuelto a sus manos años más tardes; otros, en cambio, siguen bajo la tutela de extraños, para disgusto de sus padres.

Es el caso de X-Men o los 4 Fantásticos, cuyos derechos siguen guardados bajo la llave de Fox, Namor en Universal, o Spider-Man en Sony. Precisamente, el hombre araña ha sido noticia estos días debido al sonoro hackeo que han sufrido las cuentas de Sony. Entre los correos publicados por este grupo aparecen unos en los que se da a entender que The Amazing Spider-Man 3 podría no llegar a cuajar en un futuro y que Andrew Garfield se quedaría sin completar la trilogía como el "trepamuros", dado que las intenciones de Marvel serían llegar a un acuerdo con Sony para recuperar al personaje, con el objeto de unir sus fuerzas en gran pantalla con Iron Man, Capitán América y compañía.

Asimismo, también se baraja la posibilidad de que Sony y Marvel lleguen a un acuerdo para compartir al personaje, tal y como ya lo hace la Casa de las Ideas con 20th Century Fox en el caso del joven Quicksilver (Mercurio), cuyo personaje podemos ver en pantalla grande con dos rostros diferentes: en X-Men: Días del Futuro Pasado bajo la figura de Evan Peters y en Los Vengadores: La era de Ultron con Aaron Taylor-Johnson.

¿Simples conjeturas? El tiempo lo dirá, lo que es seguro es que Marvel ahora mismo no necesita a Spider-Man para hacer caja. Con el éxito inesperado de Guardianes de la Galaxia este verano (la película de James Gunn ya lleva acumulados más de 700 millones de dólares) , la Casa de las Ideas ha demostrado a la industria que no necesita superhéroes de primera división como Spider-Man para arrasar en taquilla. Su nueva apuesta: desempolvar de su baúl personajes menos conocidos de su universo y llevarlos al terreno del séptimo arte con un equipo artístico y técnico mucho más humilde. Esta fórmula ya tiene algunos ratones de laboratorio en la prevista Fase Tres de Marvel, donde se incluirá, por ejemplo, Doctor Extraño. ¿Qué otros títulos veremos en ella?

Después de que los Vengadores se enfrenten a Ultron el próximo 30 de abril, la encargada de dar el pistoletazo de salida a la esperada Fase Tres de Marvel será Ant-Man el 17 de julio de 2015; le seguirán Capitán América: Civil War (6 de mayo de 2016), Doctor Extraño (4 de noviembre de 2016), Guardianes de la galaxia 2 (5 de mayo de 2017), Thor: Ragnarok (28 de julio de 2017), Pantera Negra (3 de noviembre de 2017), Capitana Marvel (6 de julio de 2018), o Inhumans (3 de noviembre de 2018). En esta etapa también se espera el regreso de Los Vengadores con Infinity War, que se dividirá en dos partes: la primera para el 4 de mayo de 2018 y la segunda para el 3 de mayo de 2019.

El grupo de superhéroes liderado por el jefe de operaciones Nick Fury volverá a cooperar en común después de arrasar en la taquilla mundial en 2012. Más de 1.500 millones de dólares han erigido a Los Vengadores como la tercera película más taquillera de la historia por detrás tan solo de Avatar y Titanic y, por ende, es la más vista de temática de superhéroes hasta la fecha. Una marca que intentarán como menos igualar sus dos próximas secuelas. Aunque no lo tendrán nada fácil porque, como en la Casa de las Ideas, DC Comics también tiene proyectado en su calendario un buen puñado de películas de superhéroes para los próximos años. ¿Alguien da más?

Marvel v DC Comics: la batalla ha comenzado

La principal rival de Marvel en el mundo de los cómics, DC Comics, también creó su propio estudio DC Entertainment en asociación con Warner Bros. Su intención: seguir el mismo modelo de negocio cinematográfico que tan rentable le ha resultado a su competidora. Desde ese momento, DC Entertainment ha dado una de cal y otra de arena al mundo. Si decepcionó al personal con su visión de Linterna Verde a cargo de Ryan Reynolds en 2011 (tanto así que el actor canadiense no quiere ni hablar de protagonizar una segunda entrega), la trilogía de Christopher Nolan sobre el hombre murciélago (Batman Begins, El caballero oscuro y El caballero oscuro: La leyenda renace) no pudo dejar mejor sabor de boca en la crítica y el público. Ahora lo díficil para los estudios será encontrar en un futuro a alguien que supere el listón dejado por Christian Bale como el héroe de Gotham. Visto lo visto con el revuelo que se armó tras la elección de Ben Affleck como Batman para la secuela de El hombre de Acero, estará complicado repetir jugada.

Hablando de El hombre de acero, en 2013 llegó esta enésima adaptación en el cine de Superman, con Henry Cavill como Clark Kent y con Zack Snyder en los mandos de dirección. El filme, lejos de ser el taquillazo del año, cumplió con las expectativas de los estudios, los cuales no esperaban grandes sorpresas de un superhéroe que no parecía levantar vuelo en sus últimas producciones cinematográficas (véase Superman Returns, 2006). Al menos se ha asegurado su secuela, Batman v Superman: Dawn of Justice, que llegará en 2016.

DC Comics y Warner Bros también tienen su propio calendario de superhéroes donde aparece, entre otros, la liga de la justicia

Otros títulos que desembarcarán en las salas en los próximos años de la mano de DC Comics y Warner Bros son Wonder Woman (2017), La liga de la justicia (su respuesta a Marvel y Los Vengadores y donde reunirán algunos de los superhéroes más conocidos de la casa en 2017), The Flash (2018), Aquaman (2018), Shazam (2019), La liga de la justicia II (2019), Cyborg (2020) y Linterna Verde (2020). Como ven, la guerra está servida y el empacho de superhéroes está asegurado.

Ahora bien, que Marvel y DC Comics mantienen un combate cuerpo a cuerpo por el reinado de las carteleras de medio mundo no es algo nuevo. De hecho, llevan haciendo lo propio en el terreno del papel desde que ambas usaban pañales. Bien es cierto que DC Comics le lleva dos décadas de ventajas a Marvel en materia de resucitar en carne y hueso a sus héroes, pero Marvel contrarresta distancia con la artillería pesada que guarda en casa. Nada más y nada menos que 5.000 criaturas al servicio de dólar.

En una infografía publicada hace un par de años por el portal Fancy Dress Costumes se observa la batalla en taquilla que viven los dos universos de superhéroes desde hace casi tres décadas (algunos datos están obsoletos, dado que la facturación de algunas películas en su entonces aún no se había cerrado). En el caso de de DC Comics, su andadura en cines comenzó en 1966 con Batman, héroe murciélago que los espectadores ya conocían bien de la mano de un par de seriales de Columbia Pictures pero que en la década de los 60 saltaba al mundo del cine de la mano de Fox y Adam West como protagonista. La cinta recaudó 91 millones, una cifra que poco debió de gustar a la industria que no tentó de nuevo a la suerte con él hasta 1989 y la versión de Tim Burton y Warner Bros. Esta superó con creces a su predecesora y se saldó con más de 400 millones de dólares de ingresos.

Con respecto a Marvel, su arranque cinematográfico fue algo más tibio, tal vez porque el personaje elegido para mostrar sus capacidades en gran pantalla no fue precisamente acertado: Howard, el pato llegado del espacio exterior, no convenció al público, convirtiéndose en un gran fracaso para la factoría de George Lucas, la cual desembolsó 34 millones de dólares; la película recaudó poco más de 31 millones. Más de una década después, Marvel estaba preparada para dar inicio al segundo asalto con Blade (1998), un superhéroe/cazador de vampiros reencarnado en los movimientos de Wesley Snipes que facturó unos 98 millones de dólares y que se aseguró su continuidad en una secuela.

No obstante, y para resquemor de la propia Casa de las Ideas, las luces del triunfo se proyectaban de personajes cuyos derechos cinematográficos no les pertenecían. Así tuvieron que asimilar el éxito de sus mutantes en X-Men, cuyo desembarco en 2001 convirtió a los estudios Fox en 209 millones de dólares más ricos, mientras que Spider-Man en Sony tendía su araña por primera vez en 2002 para sujetar 514 millones de dólares (principio de una trilogía rentable dirigida por Sam Raimi con Tobey Maguire como Peter Parker y que tuvo su reboot en 2012 con Andrew Garfield como nuevo hombre-araña).

Hasta 2008. Un año antes de su compra por Disney, Marvel Studios decide que es hora de crear un universo ficticio que sea descrito en cada película desde el punto de vista de los superhéroes que las protagonizan pero que permita conectar las hazañas de todos ellos en futuros crossovers. De este cosmo compartido florecen lo que hoy se conocen como las Fases de Marvel.

La primera la iniciaría Iron Man en 2008, con Robert Downey Jr. como el multimillonario fabricante de armas Tony Stark. Esta primera incursión en la taquilla del "hombre de hierro" no solo pasó la prueba con más de 300 millones de dólares de facturación sino que se ha transformado, a día de hoy, en el estandarte de la nueva era de Marvel en el cine. Aún está en el aire si habrá cuarta entrega de este personaje. Su protagonista ni confirma ni desmiente, mientras los estudios insisten en que habrá nueva secuela con o sin Downey Jr.

Otros vengadores que han salido a la "calle" desde entonces con más o menos apoyos logísticos: Hulk (que ha contado con varios rostros en gran pantalla y que, según aclamación popular, debería quedarse en la piel de Mark Ruffalo) , Capitán América (con Chris Evans) o Thor ( Chris Hemsworth). Otros, en cambio, parecen que tendrán que esperar para apañárselas en solitario como es el caso de Viuda Negra (Scarlett Johansson) u Ojo de Halcón (Jeremy Renner).

De todos los personajes que deben entrar en acción en los próximos meses, ¿cuál creéis que despierta mayor expectación entre los cinéfilos? ¿La nueva entrega de Los Vengadores? ¿La tercera parte de Capitán América? ¿Capitana Marvel, la primera heroína en gran pantalla de la factoría? Pues no, Pantera Negra. Así lo detalla la siguiente infografía de Way to Blue en la que se puede observar el impacto que todas las películas proyectadas de Marvel tienen en las redes sociales.

De tomarse como fiable este termómetro, la primera aventura cinematográfica en solitario del Rey de Wakanda, y que estará protagonizada por un casi desconocido para el gran público como es Chadwick Boseman, será el más esperado en los próximos años (un 24% del total a repartir). Le sigue Capitana Marvel (14%), la primera película de Marvel protagonizada por un héroe de género femenino; y Capitán América: Civil War, cinta dirigida por los hermanos Russo y que reunirá, antes de que vea la luz la secuela de Los Vengadores, a Capitán América con Iron Man (10%).

Como ven, las redes sociales echan humo con sus rumores. Sus noticias en portales y medios de comunicación son las más leídas y compartidas por los internautas. Sus campañas de marketing las más potentes dentro del séptimo arte. La preventa de sus películas las más rentables de la cartelera. Hollywood se viste de superhéroe y no piensa quitarse el disfraz por un buen tiempo. Como dice el bueno de Thor: "No son los dioses los que deciden si el hombre existe; son los hombres los que deciden si los dioses existen". El público cinéfilo quiere que los superhéroes existan. ¿Por cuánto tiempo más? Eso ya es otra historia cuyo final todavía queda por dilucidar.

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