El drama se impone en la séptima jornada del festival de San Sebastián
Las estrellas del jueves 24 de septiembre

Si ha habido un filme realmente ansiado, ha sido Freeheld. Peter Sollett, reconstruye a través de Julianne Moore y Ellen Page un drama homosexual basado en un caso real. Una brillante mujer policía, Laurel Hester (Julianne Moore), al descubrir que tiene un cáncer terminal, solo quiere que su pareja, Stacie Andree (Page), una mecánica de coches bastante más joven que ella, cobre su pensión a su muerte y pueda seguir pagando la hipoteca de la casa de ambas. Julianne Moore ya estaba acostumbrada a un tipo de personaje con muchos matices, cercano a la homosexualidad o que tiene que lidiar con la enfermedad (Lejos del cielo, Los chicos están bien, Siempre Alice). Por su parte, Ellen Page arrasó en los titulares de la prensa internacional, ya que se siente realmente identificada con el drama que relata Sollet y no teme decirlo. Como ella ha dicho: “Espero que Freeheld sea nuestra película, la de las lesbianas”. Con unas brillantes interpretaciones de ambas actrices, así como de Michael, los únicos momentos de respiro para los espectadores son las carcajadas que provocarán las intervenciones de un divertidísimo Steve Carell, encarnando al presidente del grupo por los derechos de los gays.

Llegamos a otra gran expectativa del día, como ya lo fue en Venecia y Cannes. Les Chevaliers Blancs brilló en San Sebastián y el mundo entero se hizo eco. La historia trata de una operación de rescate en el Chad, cuyo objetivo es salvar a 300 niños huérfanos en una situación crítica. Con exquisito reparto, encabezado por el veterano Vincent Lindon, Louise Bourgoin y la actriz y realizadora Valérie Donzelli (directora de Declaración de guerra), el último trabajo de Joachim Lafosse se nos presenta como una versión más personalista del actual cine belga. El tema central nos transporta a África para provocar una reflexión sobre la cooperación internacional, dónde y cómo se imponen los límites en una situación crítica como lo es una guerra en un país donde reina la pobreza. "Si un africano fuera a Francia para reunir niños franceses a escondidas y llevarlos a su continente, habríamos observado las cosas de manera distinta. Y eso ha sido un motor muy bueno para hacer la película", ha subrayado. Con estos ingredientes, Lafosse hace de su último filme una crónica sobre la solidaridad y la mentira.

La solidaridad internacional, en jaque en Les Chevaliers Blancs. Foto: Diario Vasoc
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Después viajamos en blanco y negro a China, para adentrarnos en el conflicto de las familias perdidas. En Back to the North, Liu Hao (ya compitió en 2010 con Addicted to Love) le da una vuelta al problema. La prohibición de tener más de un hijo en China ha provocado la proliferación de las denominadas familias perdidas, aquellas en las que el padre y la madre se quedan solos por la muerte de su único vástago. En este filme, Liu Hao se acerca a ese drama protagonizado por una joven con una enfermedad terminal que trata de convencer a sus padres de que tengan un segundo hijo, de manera que no se queden solos cuando ella fallezca. Con escasez de diálogos, este drama familiar avanza lenta y cadenciosamente, porque con la cámara cambia “acción por emoción”.

La joven llevará la carga familiar hasta su extremo. Foto: San Sebastian Festival
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Elena Anaya luchará contra su propia atracción fatal
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Aunque “lejos del concurso”, Imanol Uribe retoma el conflicto vasco con Lejos del mar. El director se ha arriesgado de nuevo con un tema espinoso, cerrando su trilogía sobre el terrorismo. Eduard Fernández encarna a un etarra que, en la aplicación de la doctrina Parot, sale de la cárcel y se instala en una tranquila localidad almeriense. No será fácil, ya que Uribe se encargará de hacernos saber que nadie puede escapar del pasado. Como por orden del destino, se reencontrarán el protagonista y la hija de una de sus víctimas, representada por una gran Elena Anaya. Comenzarán una relación turbulenta, y en cierto modo imposible, ya que el dolor y el rechazo serán un freno automático, mientras que el arrepentimiento y la reconciliación pondrán la dosis dulce, como si se tratase de una balanza en constante lucha.

La solidaridad no solo ha venido de la mano de Les Chevaliers Blancs, J. Antonio Bayona se encargó de hacer su aportación con su corto-documental Nueve días en Haití. El director español se ha adentrado en la pobreza, y afirma que “tienes que verlo para saber lo que es”, porque Haití aun tiembla. Así ha terminado el día marcado por el drama sentimental, internacional y familiar.

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