Camino a los Goya 2016: mejor dirección novel
Camino a los Goya 2016: mejor dirección novel

Un poco de todo y mucho de nada. No están todos los que son, pero son todos las que están. Cada uno a su manera. Comparar uno con otro estaría feo. A estas alturas, quizá la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España no tenga claro a qué director darle el cabezón, aunque sí habrá favoritos. Pero ésto tampoco vale para decir que uno de estos debutantes destaca por encima del otro. En Cine VAVEL lo que sí hemos hecho es desgranar por qué están estos cuatro directores nominados al Goya a Mejor Director. Y aunque el 6 de febrero salgamos de dudas, aquí van diferentes motivos por los que tampoco deberíamos perder de vista a los otros tres directores que se queden sentados, aplaudiendo.

Dani de la Torre por El desconocido

El plurinominado thriller sobre ruedas con el que debuta el gallego Dani de la Torre, de momento, le ha hecho irse de manos vacías de los Premios Feroz y de los CEC (Círculo de Escritores Cinematográficos). Y es que, si bien vale la pena destacar el titánico trabajo de debutar en la gran pantalla con una película de tantísimo exterior, este tipo de películas quedan atadas a los giros dramáticos que contenga el guion. Aunque en los thrillers recientes suele ser complicado cuadrar y atar todos los elementos del guion (en este caso, también se cumple), no se puede obviar la labor sólida, impactante y fresca que guía toda la película. La película está embriagada de un ritmo fuertemente vertiginoso (tanto visual como de diálogo), donde el espectador es difícil que desvíe su atención a otros elementos que no sean los contínuos juegos que la película plantea de "mira aquí, mira aquí, que yo mientras muevo esto otro sin que te enteres y... ¡sorpresa!". Tampoco se corta en quedarse en ciertos conceptos esquemáticos y clásicos del thriller, pero sin caer en lo excesivamente predecible, o en lo cómicamente no pretendido.
En definitiva, un digno thriller del año 2015, un todavía más digno de ejercicio de cine en España, y una gran apertura de puertas para Dani de la Torre, cuyo futuro no será extraño que esté en producciones internacionales, a cual Jaume Collet-Serra.

Leticia Dolera por Requisitos para ser una persona normal

Desde su papel de novia en REC 3, con una motosierra y dos ovarios como dos soles (necesario en el panorama del cine de terror), Leticia Dolera se ha ganado la simpatía y el respeto del público y de sus compañeros del gremio (obviando las bromas fáciles que se hicieron sobre cómo presentó la cobertura de los premios Goya en Canal+).
Después de tres cortometrajes, entre otros proyectos, la catalana decidió dar el piscinazo con esta comedia romántica con cierto aroma a Wes Anderson que, aunque sostenida sobre líneas muy sencillas, busca matices y nuevos aires en un género cinematográfico cargado de tópicos. Y nadie mejor que una mujer al mando para intentar reestructurar las relaciones de chicx conoce chicx en el cine. Se dice que los guionistas varones que escriben con gran profundidad los personajes femeninos son muy valorados, pero que las guionistas tienen la capacidad de poder escribir con la misma profundidad los personajes de ambos sexos. Esperamos que Leticia Dolera siga dando que hablar, y que esto no se quede en el premio a mejor guionista novel en el Festival de Málaga.

Daniel Guzmán por A cambio de nada

Da la sensación de que el actor que interpretase en su día al egoísta e infantil Roberto en Aquí no hay quien viva se ha tomado su faceta de realizador con calma. Todavía se habla de su cortometraje Sueños, ganador del Goya y de la Espiga de Oro en su categoría.
Nada menos que doce años después, Daniel Guzmán nos sorprende con una ópera prima con tintes autobiográficos, articulada con una naturalidad y un desparpajo difíciles de ver, tan pequeña o tan grande como se quiera ver. A cambio de nada se convierte en una experiencia personal, procurando conseguir un cine que busque la empatía del espectador (sin exprimir sus sentimientos), pero con ese tufillo que define lo inexorable de vivir en una España en crisis.
Guzmán se ha ganado otros doce años en los que construir su siguiente largometraje. Su abuela, se ha ganado el cielo.

Juan Miguel del Castillo por Techo y comida

El director Juan Miguel del Castillo, ha sido uno de los primeros cineastas español en atreverse a reflejar un problema como el de los desahucios y el sufrimiento de muchas familias por salir adelante.

Techo y comida narra sin adornos ni florituras una situación tan dura como el desahucio que están a punto de vivir una madre y su hijo. Con matrícula de honor para Natalia de Molina en una de las interpretaciones más naturales y a la vez desgarradoras que ha dado nuestro cine en años, esta no es una historia de película. Esta es la situación que puede estar viviendo un vecino o un familiar. Porque así está contada, de una manera en la que sus personajes llegan al alma de quién la ve desde la butaca.

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