Crítica de 'Cien años de perdón': inteligencia a la española
Los atracadores discuten su plan durante una escena de la película (Foto: El País)

Cuantas películas se han hecho ya utilizando como tema central de la trama el robo a una sucursal bancaria. Una idea base tan exprimida que parecía no poder ser revisada de una forma original hasta que ha llegado Daniel Calparsoro para dirigir una película que sorprenderá a todo aquel que la vea.

Es cierto que visualmente no será lo mejor que hayas visto. Si quieres ver acción por un tubo, tiros, persecuciones y demás efectos visuales es mejor que te vayas a ver alguna de Misión Imposible. Queda patente que, por desgracia, el cine español queda lejos visualmente de las grandes producciones americanas. Aunque la película consigue quitar el foco de esas limitaciones, se echan en falta ciertos efectos en partes puntuales del largometraje.

Una de las grandes razones que se pueden encontrar pues para ver 'Cien años de perdón' es el elenco de grandes actores que la protagonizan. El casi omnipresente Luis Tosar demuestra porqué todo el mundo quiere contar con él, aunque si hay alguien que se adueña al 100% de la gran pantalla, ese es Rodrigo de la Serna. El argentino hace la película suya con un personaje que le viene como anillo al dedo y sabe dar esa personalidad única, sin duda se perdería mucho si 'El uruguayo' hubiese sido encarnado por otro actor.

El atraco es simplemente un telón de fondo para mostrar un espectáculo tan triste como real acerca de los rolles que desempeñan aquellas personas que están en el poder.Para aquellos menos cinéfilos o que quizás no se vean tan atraídos por los intérpretes, hay algo que seguro les atraerá. La película no trata del robo a un banco. No se confundan. El atraco es simplemente un telón de fondo para mostrar un espectáculo tan triste como real acerca de los rolles que desempeñan aquellas personas que están en el poder. Banqueros, políticos, policías, ladrones... ¿Quién roba a quien? ¿Quien es el bueno y el malo? En esta película no hay un antagonista, hay una serie de personas que luchan por sus intereses sean más o menos legítimos. Hay que reconocer a los guionistas también el tratar un tema tan controvertido sin caer en lo fácil, sin caer en la crítica constante y fácil a la figura del político corrupto. Sin duda que hay crítica y sin duda que a más de un alto cargo no le gustará lo que vea, pero no se cae en la crítica fácil, se opta por trabajar algo más un guión más que acertado en decisiones puntuales de la película y que cambian el desarrollo de los acontecimientos.

Cuando basas toda tu película en un atraco, por mucho que no sea el hecho principal, necesitas dar un final o término al atraco. Y es en ese momento en el que surgen las preguntas fundamentales cuya respuesta determinará si la gente se acordará con el tiempo de la película o no. ¿Mueren los ladrones, van a la cárcel o huyen? ¿Traiciones? ¿Factores sorpresa? ¿Quien se sale con la suya y quien no? ¿Que mensaje quieres mandar con el final? Todo este tipo de preguntas son contestadas en los casi 100 minutos que dura la película (tiempo perfecto, más se habría hecho pesado y menos se habría quedado corto). 

No va a ser una de las películas más recordadas del año pero en cuanto a cine español ha mostrado un nivel difícilmente alcanzable por lo visto hasta ahora.

Lo mejor: trama y planteamiento. No se opta por el camino fácil dejando la interpretación en manos del espectador y  se evitar usar el robo a un banco como excusa para no tener una base de guión fuerte, con sorpresas y llegando a ser una película bastante dinámica y apetecible 

Lo peor: triste realidad. Cuando uno ve lo que pasa en una película suele pensar que dicha serie de cosas no ocurren en la vida real. Sin embargo, el tema que centra la película está demasiado presente para mal en muchos aspectos la sociedad. Razón no le falta a la hora de criticar indirectamente la actitud más que errónea de nuestros dirigentes. 

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