Crítica de 'Batman v Superman: El amanecer de la Justicia'
Foto promocional de la película. Foto: IGN

Si la película se hubiera llamado Batman v Superman y Lex Lutor en vez del actual hubiera dado en el clavo. El tráiler solo mostraba lo que queríamos ver: a los dos superhéroes frente a frente. Pero al empezar la película cambia esta percepción y se desarrolla en torno a los tres personajes. 

La película empieza con la historia del asesinato de Thomas y Marta Wayne y en la batalla final de "El hombre de acero" desde la perspectiva de Bruce Wayne con un despliegue de efectos especiales espectacular. Despliegue que continúa toda la película. Lo lógico en este tipo de producciones.

El guion es aceptable pero está falto de momentos sorpresivos, en cuanto a la historia, aunque no por ello están totalmente ausentes. Un guion que intenta cumplir con ambos protagonistas pero que se queda algo corto en algunos momentos o con momentos absurdos como Lois Lane con la lanza. Aunque si hay algo con lo que cumple es con la introducción de los personajes y la resolución, que te deja ganas de más, además tiene un gran sentido del humor. Los guiños a los cómics perfectamente integrados y los aficionados a este arte los verán fácilmente. La batalla final no solo cumple sino que también sorprenderá al espectador.

En cuanto al elenco hay que destacar a Ben Affleck y a Jesse Eisenberg. El primero en un papel de Batman que cumple sobradamente y apaga las voces críticas. Vemos a un Batman oscuro, atormentado, 007 (con Aston Martin incluido), Affleck lo clava. Su relación con este nuevo Alfred es de lo mejor de la película. Alfred encarnado por Jeremy Irons rompe con los cánones de este personaje: es irónico, duro y aspero a la par con sentido del humor. Se ve más como un empleado que como un criado. A este dúo le falta más tiempo en pantalla.

En cuanto al Lex Lutor de Jesse Eisenberg, éste es impresionante. Si bien puede recordar al Joker del fallecido Heath Ledger, se ve perfectamente la esencia del personaje que no es más que el odio a Superman, esta vez sazonado con temas tan actuales como armas disuasorias y la vigilancia en aras de la seguridad.

Nuestro Superman Henry Cavill, el cual no es un prodigio interpretativo, cumple en el papel de hijo de Kripton. Aunque  su romance con Lois Lane, interpretado por una estupenda Amy Adams, se ve más maduro pero igual de artificial que en "El hombre de acero" al principio del largometraje, va adquiriendo seriedad en el final de éste. 

Por último pero no menos importante destacar la labor de Gal Gadot como Diana Prince/ Wonder Woman. Muchos la criticaban porque no era el físico más indicado para el personaje, pero la realidad es que la actriz israelí imprime lo característico de la Amazona: su carácter, que queda muy bien definido en el final de la película. Olvídense del físico con pechos exuberantes y céntrense en el carácter y la inteligencia de Wonder Woman. Una gran mejora en todos los aspectos de Gadot con respecto a sus anteriores papeles.

Para terminar poner en relieve la fotografía de Larry Fong y la música de Zack Syner y Junkie XL. Aspectos que no cuadraban en "El hombre de acero" pero que si lo hacen en esta película y se sienten como una parte importante y en algunos momentos fundamental en la misma.

En resumen, Batman v Superman es una película muy recomendable y que supera las expectativas. Utiliza aspectos muy adultos, como los paradigmas, el miedo a lo desconocido e incluso la religión pero no de manera tan brillante como la triología de Nolan. Aunque si que pueden alcanzarlo en futuras entregas. No será fácil. Advertir también que no es una película para público infantil.

Lo mejor: supera las expectativas en muchos aspectos, sobre todo Affleck. El ritmo y el tono son casi perfectos. La banda sonora. Da justo lo que el espectador quiere. La química entre los protagonistas existe y se nota.

Lo peor: hay momentos en los que el guion se queda corto y se nota. Quieren llevar tres historias a la vez y a veces les cuesta atar cabos y cuando lo hacen hay que estar muy atento. Los productos anunciados hace que la escena pierda rigor al centrarse en los patrocinios. El Daily Planet parece más un grupo de amigos que un periódico de referencia.

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