Crítica de 'Ice Age: El gran cataclismo': una misma historia sin fin
'Ice Age: El gran cataclismo' | Foto: RTVE

La extinción de los dinosaurios y mamíferos se está alargando demasiado. Desde la primera entrega de la saga (Ice Age: La edad de hielo, 2002) Blue Sky Studios parece no querer frenar la historia, pues nos encontramos con la quinta película llamada Ice Age: El gran cataclismo.

En esta ocasión, Scrat vuelve a intentar conseguir de nuevo la bellota llevándolo a un universo donde, accidentalmente, activa una serie de eventos cósmicos que transforman y amenazan el Mundo Ice Age. Para salvarse, Sid, Manny, Diego y el resto de la manada tendrán que abandonar su hogar y adentrarse en una nueva misión, para así evitar el gran cataclismo

Parece ser que dicha saga también se está acomodando a la tecnología del siglo XXI, pues para ser la edad de hielo y los principios de la vida aparecen naves en el espacio e incluso lásers. Aunque, a decir verdad, Scrat cobra bastante protagonismo ya que de sus actos depende la salvación, además de que sus apariciones esta vez son más largas que las anteriores.

Scrat en el espacio 

Otro problema en los personajes es que Scrat no tiene todo el protagonismo ya que quien lo tiene es Manny y su familia, es decir, si en las primeras películas cada personaje tenía su protagonismo en esta no lo tienen. En todo momento aparecen Melocotón, Manny, Ellie o Julián intentando resolver sus problemas familiares. Ya no están aquellas aventuras que podían verse de los tres grandes amigos -Manny, Diego y Sid- que realzaban la amistad para los más pequeños de la casa que, en este caso, han modificado con los dinopájaros y la humildad que mantienen al final de la película dando como resultado el típico significado de la amistad en cualquier película.

Cierto es que la ardilla Scrat y la bellota sacan carcajadas a cualquier niño durante los 96 minutos, pero hay demasiadas comparaciones graciosas que los niños no pueden llegar a entender. ¿Qué niño sabe quién es la novia de Frankenstein o Einstein solo con un peinado? Son ganchos claramente para un público adulto.

Crash y Eddie

Cabe admitir que una buena comparación que será un éxito es la colocación de los planetas y el Sol como un pinball donde la bola es Scrat y, además, podría decirse que es una buena metáfora de la teoría del Big Bang para niños y de manera graciosa encestando el planeta Saturno en su aro, por ejemplo.

La impresión que da es que los guionistas se están quedando sin ideas y que deberían de dar paso a nuevas historias con otros personajes. No obstante, continúan manteniendo a los niños y no tan niños entretenidos, con esos toques de diversión. No todo es tan negativo. Por otra parte, si te quedas viendo los créditos, podrás ver una escena post-créditos con Scrat en la nave perdiendo, de nuevo, la bellota. ¿Habrá una sexta entrega?

Lo mejor: no sobra ningún personaje, la buena calidad de animación.

Lo peor: el tono repetitivo de la historia, la gran importancia de la familia mamut.

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