Las exportaciones como posible solución a la crisis de España
Balanza comercial

Las últimas declaraciones del presidente del gobierno, Mariano Rajoy, hablan de crecimiento en 2014. Diferentes medios, incluidas varias instituciones, han declarado que estas perspectivas son muy optimistas. Ciertamente, todas las variables que se comportan de forma favorable tendrían que mantenerse para lograr el ansiado crecimiento el próximo año.

¿En qué se basan estas predicciones?

Existen tres variables importantes: mercado laboral, flujos financieros y balanza comercial. En cuanto al primero, se considera que el ajuste en las plantillas está próximo a su fin a falta del ajuste en el sector público, que se realizará este año. Además de la considerable reducción de los salarios, la cual hace más atractiva la contratación. En cuanto a los flujos financieros, después de la creación del Sareb (banco malo) y de las inyecciones de capital a través de rescates o bien lineas de crédito del Banco Central Europeo (BCE), parece que el sector bancario está reactivando su negocio. Este proceso se ve ayudado por la reducción en la necesidad de financiación de las diferentes administraciones públicas. Por último, la balanza comercial (parte de la balanza de pagos) muestra una tendencia positiva.

¿Cuál es el rol que desempeña la balanza comercial?

La balanza comercial es una de las balanzas presentes en la balanza de pagos. En esta balanza se recogen todos los pagos y todos los cobros de los productos que entran o salen de un país. En otras palabras, recogen los datos sobre las exportaciones y las importaciones. Dentro de esta herramienta de la contabilidad nacional existe un término denominado “tasa de cobertura”. Esta se calcula de la siguiente forma: (exportaciones / importaciones) * 100. De esta forma se obtiene un visión rápida de cuantas de las importaciones son pagadas (cubiertas) por las exportaciones independientemente de la cantidad de dinero que estemos manejando.

¿Cómo ha evolucionado la tasa de cobertura en España desde 2007?

En 2007 la tasa de cobertura española era del 64'61%. Eso significaba que el 35'39% restante de las importaciones eran pagadas en su mayor parte en base a créditos concedidos por la banca extranjera a nuestro sistema bancario, que a su vez prestaba dinero a familias y empresas. Es por eso que uno de los principales problemas de España es la gran cantidad de deuda privada que arrastra.

Fuente: ICEX

En 2012 la tasa de cobertura ha mejorado notablemente y se sitúa en el 87'86%. De esta forma tan solo es necesario financiar un 12'14% de las importaciones. Es debido a esta mejora que existe un optimismo a la hora de alcanzar una tasa de cobertura mayor del 100%. Esto supondría vender más de lo que compramos a los otros países y por tanto se produciría un cambio en el sentido del dinero. Este comenzaría a entrar en España en vez de salir de ella. Sin embargo, todavía nos mantenemos en cifras menores del 100% y eso significa que seguimos necesitando financiar esa parte de importaciones no cubiertas. Va a ser necesario un esfuerzo muy importante por parte de las empresas para hacerse con los mercados extranjeros y de esta forma continuar unos años más con esta tendencia positiva.

¿En qué sectores destaca España?

Para lograr una visión más amplia de la balanza comercial y de la tasa de cobertura veremos desglosados los diferentes sectores en el caso de las materias primas, productos industriales y bienes de equipo.

Fuente: ICEX

Se dice de España ser el huerto de Europa pero además, también somos la taberna. El mejor dato lo obtenemos en el sector de la bebidas (tanto alcohólicas como no alcohólicas) con un 215'77%. Vendemos al exterior más de dos veces lo que le compramos. Son los otros dos grupos (“bienes de consumo” y “materias primas, productos industriales y bienes de equipo”) los que lastran el comportamiento favorable de la balanza comercial.

En cuanto a los bienes de consumo, se observa la competencia de países emergentes en sectores como la moda (90%) o el hábitat (97'7%). En contra de lo generalmente pensado, no es la competencia de China o las zapatillas fabricadas en Tailandia lo que realmente supone un problema para España. Ambas tasas de cobertura están situadas próximas al 100%. Más importante es el consumo de ocio, el cual no somos capaces de satisfacer. La tasa de cobertura solo alcanza el 49'45%. Menos de la mitad. El efecto negativo de este sector es 673 millones de euros más importante que el de la moda.

Materias primas, productos industriales y bienes de equipo es un grupo de sectores donde se observan grandes diferencias en cuanto a la tasa de cobertura. Tres de ellos tienen una tasa de cobertura superior al 100% destacando el caso de las materias primas, semifacturas y productos intermedios con un 166'3%. En el otro extremo tenemos a medio ambiente y producción energética con un pequeño 29'95%. Este dato es del todo comprensible ya que España no dispone de petróleo. Es el caso de la tecnología de la información y telecomunicación el que nos ofrece un dato muy malo, del 30'05%. La compra de nuevos dispositivos como tabletas, teléfonos inteligentes y demás productos relacionados supone una auténtica sangría para la economía española. Debido a la crisis, la caída del consumo de estos productos ha hecho que el déficit haya pasado de 18.000 millones de euros en 2008 a 8.700 millones en 2012. Esta reducción es comparable al recorte realizado en Sanidad y Educación por el gobierno (en torno a los 10.000 millones).

Conclusiones

Vistos los datos hay que remarcar tres puntos:

Los sectores que tienen una tasa de cobertura mayor de 100% son: agroalimentación, bebidas, tecnología industrial, industria auxiliar mecánica y de la construcción y materias primas, semifacturas y productos intermedios. En todos ellos es normal observar una mejora de la tasa de cobertura ya que la demanda interna ha caído y estos sectores se han redirigido hacia la exportación. La producción no ha aumentado, simplemente se vende afuera lo que antes se vendía dentro. Esto quiere decir que en cuanto la situación mejore en España, estas tasas se reducirán.

Estos mismos sectores están todos relacionados con bienes próximos a su extracción o producción y tienen poco valor añadido. Los sectores que añaden más valor añadido están ausentes. Un claro ejemplo de esta ausencia es la tecnología de la información y la comunicación. Existe la excepción del sector de la automoción, aunque de nuevo, los vehículos aquí producidos son de gama media o baja (generalmente).

El lastre de la energía siempre supondrá una lastre para la economía española. Además de eso, en cuanto se reactive la economía, aumentará la demandan energética. Esto provocará a su vez una reducción de la tasa de cobertura.

Por tanto, la única forma de mantener la buena tendencia de las exportaciones sería, curiosamente, que empeorase todavía más la economía interna española. Es por eso que algunos analistas económicos e instituciones se muestran reticentes ante las previsiones de crecimiento del gobierno. La única forma de que las exportaciones sean la solución pasa por aumentar la producción sin necesidad de aumentar las importaciones para poder llevar a cabo ese incremento de la producción. Esto es un tarea muy complicada por el mero hecho de que todo aumento de la producción supone un incremento en el uso de energía (en mayor o menor grado). ¿Cómo podremos salir de esta situación?

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