Los mecanismos de financiación de un Estado y el caso argentino
Foto: ele-ve.com.ar

Un tribunal ordenó al gobierno argentino el pago de 1.300 millones de dólares a un fondo de inversión de Estados Unidos. Los mandatarios argentinos consideran que cumplieron con el pago de la deuda reestructurada (tras pactar con los acreedores nuevos plazos y cantidades) pero lo cierto es que el país está a 30 días de caer en situación de impago, que sería la cuarta en lo que llevamos de siglo XXI. Son muchas las cuestiones que rodean a este asunto, pasando de lo puramente económico a lo moral y ético por parte de todas las partes, ¿pero qué significa el concepto de deuda pública y como se produce desde el punto de vista económico la financiación de un estado?

Un gobierno tiene varias formas de recaudar dinero, siendo la más común la recogida de impuestos, ya sean tasas, sobre el valor añadido, sobre beneficios de sociedades etc. Pero en los últimos tiempos ha cobrado especial importancia la emisión de deuda, fenómeno también conocido como títulos de renta fija. La renta fija ofrece un rendimiento regular, siempre va a ser el mismo, si alguien compra un bono de un gobierno, sabe lo que va a recibir al término del plazo si éste paga. Es la diferencia con los títulos de renta variable, es decir, las acciones de la bolsa, que una persona puede comprar a un precio pero aparentemente no puede saber el precio al que será vendido una vez lo compra.

Durante la crisis, para asegurar las inversiones, los volúmenes en rentas fijas han aumentado ya que se considera más seguro recibir una cantidad más pequeña garantizada por un estado que arriesgar en la bolsa, que cayó en la mayoría de países durante el periodo 2009-2014. El aumento del gasto público por parte de los estados por la caída del sector privado debido a la crisis ha hecho que los dos fenómenos se juntaran y que la renta fija fuera el objeto principal de bancos y fondo de inversión durante el periodo de crisis europea y estadounidense.

Las diferencias entre una letra, una obligación y un bono

En el caso de España por ejemplo, hay tres formas de emisión de deuda para el Estado, que dependen de la fecha del vencimiento, es decir, de cuando tendrá que pagar el gobierno y en algún caso, de la forma de pago.

La letra es una emisión principalmente a corto plazo (el tiempo desde que se adquiere hasta que vence es menor a 18 meses), y normalmente están emitidas a seis y doce meses. En este caso, el título vale 1.000 euros y se produce una subasta. El gobierno decide poner “X” títulos a la venta y los inversores pujan, pero con cifras menores a mil. Los más altos son los que se llevan el título, pagando lo que han puesto en la subasta, y al finalizar el tiempo (los seis o doce meses) el gobierno devuelve los mil euros.

El bono es una emisión de deuda con fecha de vencimiento de tres a cinco años. Se produce una subasta en que se fija un tipo de interés, que se pagará anualmente el estado, y al final del término, se devuelve el préstamo más la última cuota de interés. Uno de los hechos diferenciales del bono es que se puede vender en los mercados secundarios. Normalmente, si alguien necesita efectivo o no está seguro que el gobierno pueda pagar (el caso de Argentina es un claro ejemplo, los fondos de inversión reclaman el dinero porque compraron el título a menor precio en el mercado secundario a inversores que no estaban seguros) puede acudir al mercado secundario y vender su bono. Si normalmente el nominal es 1.000, puede vender a 700 y 800. Es ahí cuando suelen entrar los fondos de inversión más arriesgados, que pueden hacerse con un título pagando mucho menos del nominal (200 o 300 euros por ejemplo) y luego, mediante reclamación a los tribunales, cobrar toda la deuda. Incluso hay estados, como la propia Argentina, que compra su deuda a un nominal inferior, como si fuera una quita, a cambio de una mínima parte.

Finalmente están las obligaciones, que son títulos de deuda emitidos a largo plazo, es decir, a 10, 15 o 30 años normalmente. En cuanto al pago y los intereses funciona igual que el bono, con una diferencia: en las obligaciones existen las primas sobre el par y bajo el par. Emisión bajo la par es la situación que se produce cuando el precio efectivo del bono es inferior al nominal (o sea, inferior a los 1000 euros). El bono a diez años es tomado como referencia para la tan mencionada prima de riesgo y este tipo de bonos es muy usado también por empresas grandes para financiarse.

Letras Bonos Obligaciones
Vencimiento 6, 12 y 18 meses 3 y 5 años 10, 15 y 30 años
Nominal mínimo 1.000 € 1.000 € y múltiplos 1.000 € y múltiplos
Pago 1.000 € por título al final del plazo Intereses anuales y pago del nominal al final Intereses anuales y pago del nominal al final

Evolución del bono a diez años español

La diferencia entre pagar, no pagar y deuda sobre el PIB

En el caso de argentina, la nación de la presidenta Fernández de Kirschner no tiene un porcentaje de deuda elevado en relación al PIB, que ronda el 42 %. Por poner dos ejemplos, la deuda pública de Estados Unidos con respecto al PIB es del 101,53 %, y el de Alemania, considerado el país más solvente del mundo en este aspecto, es del 78 %.

Tras la quita que se produjo en 2005, la deuda pública argentina en relación al PIB ha ido bajando, pero la falta de líquido y de divisas ha hecho que el país esté cerca de declararse en impagos por cuarta vez en quince años.

No es la primera vez pues, que Argentina tiene problemas en este aspecto. Ya el año pasado, una fragata fue bloqueada en Ghana por no pagar el país la deuda que tenía. Al final un tribunal internacional determinó que la fragata debía navegar libremente. En este caso Argentina llegó a un acuerdo con el 93 % de los acreedores para realizar un canje o una quita de la deuda, pero el fondo norteamericano se negó a llegar a un acuerdo y acudió a los tribunales a reclamar la deuda completa. Ya en 2005 y 2010 se produjeron situaciones similares, en las que Argentina acabó llegando a un acuerdo total con los acreedores.

El peligro para Argentina, la falta de inversores

Si la dinámica sigue así, Argentina podría tener un problema de financiación en el futuro, ya que cada vez será más complicado encontrar inversores que paguen el nominal completo de un bono argentino. La dinámica hace que la situación se repita una y otra vez (2005, 2010, 2013 y 2014) y que al final los únicos interesados sean los inversores muy arriesgados que paguen a precio muy bajo el precio de la deuda.

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