La Fórmula 1 abandona Europa momentáneamente para visitar por primera vez en 2013 tierras americanas con motivo de la disputa del Gran Premio de Canadá, en el rápido y ratonero Circuito Gilles Villeneuve de la ciudad de Montreal. Los monoplazas del Gran Circo pasarán de rodar por las estrechas calles del principado monegasco a hacerlo por el angosto asfalto de la Isla de Notre-Dame, donde priman la velocidad punta y la estabilidad en la frenada, a diferencia del Gran Premio de Mónaco, donde una gran punta no es requisito fundamental para triunfar.

La carrera llega envuelta en la polémica tras el test secreto de Pirelli con Mercedes, que será investigado por el Tribunal Internacional para concluir si incurrieron o no en una ilegalidad, y la de Ferrari, que también probó los neumáticos de la empresa italiana, pero sobre un monoplaza anterior al de 2013, con lo que la Scuderia ha sido absuelta.

Beneficiados o no por ese test oculto realizado en Montmeló, lo cierto es que las balas de plata alemanas dominaron a su voluntad la mayor parte de la carrera monegasca. Los Red Bull de Vettel y Webber, por ese orden, únicamente fueron capaces de interponerse entre Rosberg, el ganador, y Hamilton, cuarto, gracias a la salida del Coche de Seguridad tras el accidente que sufrió Felipe Massa en Santa Devota en la vuelta 28. La gran decepción fue el rendimiento mostrado por Ferrari y, en particular, por Fernando Alonso, que no tuvo una carrera sencilla y tuvo que acabar cediendo la posición a Sergio Pérez antes de ser sobrepasado por Jenson Button y Adrian Sutil, que completaron un fin de semana casi perfecto. La agresividad de “Checo” Pérez acabó con las opciones de Kimi Räikkönen de engrosar la diferencia en el mundial de pilotos con su más inmediato perseguidor, Fernando Alonso, pues tras chocar ambos tuvo que pasar por boxes y, a pesar de su increíble remontada en las dos últimas vueltas adelantando a tres pilotos, no pudo superar el décimo puesto.

El vigente campeón del mundo, Sebastian Vettel, salió beneficiado de la carrera de Montecarlo y sigue liderando el mundial con más ventaja sobre sus perseguidores con 107 puntos, por los 86 de Kimi Räikkönen y los 78 de Fernando Alonso, los pilotos que se han mostrado más en forma en este inicio de temporada. El ganador del gran premio, Nico Rosberg, que consiguió su segunda victoria tras estrenarse en Shanghái el año pasado, escala hasta la sexta posición, con 47 puntos. En el mundial de constructores, la escudería de las bebidas energéticas sigue ejerciendo su dictadura con 164 puntos, por los 123 de Ferrari y los 112 Lotus.

Así es el Circuito Gilles-Villeneuve

El Gran Premio de Canadá se disputa anualmente desde 1978 sobre el asfalto del otrora Circuito Île de Notre-Dame de Montreal con las excepciones de 1987 y 2009, años en los que el país de la hoja de arce estuvo ausente del calendario de la franquicia de Bernie Ecclestone. El Circuito Île de Notre-Dame cambió de nombre por el del piloto canadiense Gilles Villeneuve tras fallecer este en 1982 durante la disputa de la clasificación del Gran Premio de Bélgica, en el circuito de Zolder.

El circuito canadiense cuenta con 4.361 metros de longitud y con un total de 70 vueltas, lo que lo convierte en uno de los trazados sobre los que más veces tienen que girar los pilotos de Fórmula 1. Trece curvas lo componen, siendo la mayor parte a derechas, ocho, y la minoría a izquierdas, cinco, que dan lugar hasta a cuatro chicanes y a la horquilla conocida como el “alfiler”. Los puntos de adelantamiento más claros se sitúan al final de las dos rectas donde el DRS estará activado, la que precede a la línea de meta, situada entre las curvas 11 y 12 y la siguiente, la propia recta de meta, aunque solamente habrá un punto de detección situado a la salida de la décima curva. Además, la llegada al “alfiler” suele traer consigo intentos de adelantamientos y numerosos incidentes, como el protagonizado por Jarno Trulli y Robert Kubica en 2007, que acabó con el piloto polaco en hospital tras estrellarse en plena aceleración tras tocarse con el italiano.

El primer sector arranca con una corta recta de meta que, hacia el final, tuerce hacia la derecha para hacer frente a la primera enlazada, primer punto de frenada serio del trazado, llegando alrededor de 300 km/h y teniendo que reducir hasta segunda marcha, la misma con la que se afronta la pequeña horquilla siguiente. A la salida de la curva 2 es muy importante una buena tracción para no perder ritmo y evitar dar opción a los perseguidores de cara a la segunda chicane, formada por las curvas 3 y 4, que los pilotos afrontan en tercera marcha y siendo muy agresivos con los pianos, que presentan una gran altura, lo que hace sufrir a las suspensiones. Tras esta primera chicane, los pilotos afrontan la curva 5 a fondo para volver a otra chicane, la formada por las curvas 6 y 7, primero a izquierdas y luego a derechas, al contrario que la anterior y de similar velocidad. La tracción vuelve a ser muy importante para afrontar la primera recta con entidad del circuito, que desemboca en la tercera chicane, más rápida que las anteriores y con menos elevación en los pianos, a la que se llega a más de 280 km/h. Sin llegar a ser recta del todo, la pista entre las curvas 9 y 10 se hace a fondo y se llega a la décima, el “alfiler”, rozando los 300 km/h para disminuir hasta segunda velocidad, constituyendo la segunda mayor frenada del circuito. Una vez se ha realizado el giro de 360ºque forma el “alfiler”, se afronta una de las rectas más largas del mundial, acercándose a los 330 km/h. Esta última recta termina en la chicane que forman las curvas 12 y 13, donde los pianos vuelven a ser esenciales y peligrosos, pues entrar mal en la curva podría terminar con el monoplaza empotrado contra el “Muro de los Campeones”. Para finalizar con un buen tiempo, es fundamental abrirse lo más posible en la salida de la curva 13 sin llegar a rozar el muro, con lo que es difícil buscar el equilibrio de cara a la recta de meta.

Dadas las características del trazado, los pilotos pisan el acelerador a fondo durante un 60% de la vuelta, lo que lo sitúa por encima de la media del mundial, siendo el periodo más largo los 15 segundos que lo harán a su paso por la recta de meta. A su vez, el tiempo durante el que los pilotos pisarán el freno se sitúa en torno al 17% de la vuelta en siete zonas de frenada, colocándolo, de nuevo, entre los más exigentes del año en este apartado. El consumo de combustible oscila alrededor de los 2 kg por vuelta, lo que supone una carga de 142 kg al comenzar la carrera. El tiempo que se pierde en los pit stop lo sitúa entre los más rápidos en este sentido, oscilando la media entre los 14,5 segundos y los 15,5.

Neumáticos para el Gran Premio de Canadá

La polémica, como se ha mencionado con anterioridad, viene esta vez de la mano de los neumáticos Pirelli y el test que realizó conjuntamente la marca italiana con la escudería Mercedes tras el Gran Premio de España, que podría haber significado una mejora sustancial del rendimiento de los monoplazas teutones en apartados como la aerodinámica, la forma de desgastar las ruedas o, incluso, en una conducción más conservadora de sus pilotos para con sus neumáticos.

Los compuestos que Pirelli ha elegido para la disputa de la cita norteamericana son el medio y el superblando, ideales para una pista que se prevé fría para este fin de semana. El asfalto de Montreal es de los más abrasivos de la temporada y, al igual que sufren los frenos, lo hacen las ruedas, pues tienen que soportar grandes desaceleraciones con una gran carga de carburante al comienzo de la carrera. Así pues, la gestión de los neumáticos será más importante que la llevada a cabo durante la anterior carrera y lo más probable es ver varios pasos por la calle de boxes, aunque sin llegar a las cuatro paradas que realizó el vencedor del Gran Premio de España, Fernando Alonso, siendo lo más probable entre dos y tres.

A su vez, los dos primeros entrenamientos libres serán claves en el devenir de la temporada, pues durante ellos se va a proceder a probar los nuevos compuestos que Pirelli quiere introducir de cara a la disputa del Gran Premio del Reino Unido, que se realizará sobre el trazado de Silverstone.

Muro de los Campeones

La pared situada a la salida de la última chicane del Circuito Gilles Villeneuve posee este curioso sobrenombre gracias a que numerosos campeones se han estrellado en él desde el año 1999. Sus víctimas suman 13 mundiales de Fórmula 1 repartidos entre Damon Hill, Michael Schumacher, Jacques Villeneuve, Jenson Button y Sebastian Vettel. Juan Pablo Montoya, que no fue campeón de Fórmula 1, pero sí de las míticas 500 Millas de Indianápolis, terminó su carrera en el Gran Circo tras estrellarse contra él en la carrera del año 2006, tras la que sería sustituido por el español Pedro Martínez de la Rosa.

Meteorología

El comportamiento atmosférico se presume clave durante el fin de semana de gran premio, pues las previsiones auguran que la lluvia será protagonista. El pronóstico para el viernes habla de un 30% de posibilidades de lluvia, con una temperatura máxima inferior a los 20 grados. Más probable es que el líquido elemento haga su aparición durante la sesión de clasificación, pues las probabilidades de que llueva durante el sábado se prevén en torno a un 40%, con temperaturas similares a las de la jornada anterior. La carrera tiene menos posibilidades de ser sobre un asfalto mojado, pues las previsiones hablan de que el domingo llovería en un 10% de los escenarios posibles, con algo más de calor.

Estadísticas

El piloto en activo que más victorias ha cosechado en el trazado de Montreal es Lewis Hamilton, que ganó en los años 2007, 2010 y 2012, curiosamente los únicos años que el inglés llevó su McLaren hasta la línea de meta, pues en 2008 y 2011 abandonó tras sufrir sendos accidentes. Kimi Räikkönen (2005), Fernando Alonso (2006) y Jenson Button (2011) son los otros tres pilotos en activo que han conseguido imponerse en el Gran Premio de Canadá. Muy lejos quedan todos del piloto que atesora la mayor cantidad de carreras vencidas en el Gilles Villeneuve, Michael Schumacher, con siete victorias obtenidas en los años 1994, 1997, 1998, 2000, 2002, 2003 y 2004, año desde el que Ferrari no saborea las mieles de la victoria en Canadá. Empatado con Lewis Hamilton en la segunda posición del ranking de vencedores del Gran Premio de Canadá, se sitúa Nelson Piquet, que se impuso en las ediciones de 1982, 1984 y 1991, siendo esta victoria la última que consiguió en su exitosa carrera en la Fórmula 1.

Fernando Alonso consiguió su primera vuelta rápida en la Fórmula 1 en Canadá en el año 2003, cuando competía para la escudería Renault. Lewis Hamilton también se estrenó, a su manera, en tierras canadienses, consiguiendo su primera pole y su primera victoria en este escenario en el año 2007.

La escudería reina del Gran Premio de Canadá es, sin duda, McLaren, que ha ganado 5 de las últimas 7 ediciones. En total, el equipo de Woking ha obtenido 13 victorias desde 1967, por 11 de Ferrari y siete de Williams.

En Canadá, dos pilotos atravesaron por primera y única vez la meta en primera posición: Jean Alesi y Robert Kubica. El francés lo hizo a bordo de su Ferrari en el año 1995, mientras que el polaco lo hizo en 2008, un año después de sufrir su terrible accidente en el “alfiler”, conduciendo un BMW Sauber. La victoria de Kubica es la única de un piloto polaco en la historia de la Fórmula 1 y la primera y última victoria de BMW en su corta andadura en la Fórmula 1 (2006 – 2009) y, a su vez, la única de la estructura de Peter Sauber.

Por otro lado, la probabilidad de que el Coche de Seguridad haga su aparición durante la carrera es muy alta, de un 67% como consecuencia de la cercanía de los muros a la pista, pues el Gilles Villeneuve es, al igual que Albert Park, un trazado semiurbano. De hecho, en 7 de los últimos 11 grandes premios, el Coche de Seguridad ha tenido que salir para reagrupar a los monoplazas.

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