La presión de los jefes del negocio ha provocado que la crisis de los neumáticos en la Fórmula 1 haya alcanzado cotas insospechadas. Tras sufrir extrema degradación en la apertura del campeonato, los compuestos que calzan los monoplazas del mundial dijeron basta en el exigente trazado de Silverstone. Una serie de reventones inesperados, todos en el neumático trasero izquierdo de varios bólidos, provocó el pánico por la seguridad de los pilotos. Charlie Whiting llegó a sopesar la suspensión del Gran Premio, algo que al final se confió a la sensatez de los participantes.

Fue una serie de accidentes curiosa, ya que afectó a varios equipos y pilotos, sin ningún motivo aparente más allá de la localización exacta del reventón. Tras las curvas 4 y 5, Hamilton, Massa, Pérez, Vergne, Gutiérrez y Alonso sufrieron los problemas en su calzado trasero izquierdo. Más allá del coste en carrera y de la espectacularidad de las imágenes, lo que dejó aturdido a todo el mundo fue la aleatoriedad de las explosiones y el peligro que conllevó para la seguridad de los deportistas, embutidos en su cabina sin demasiadas posibilidades de reaccionar a la imprevisibilidad de los fallos.

Pirelli no ha entonado el mea culpa a pesar de anunciar cambios

La mano y el talento evitaron desastres mayores, y por suerte nadie resultó herido. Los jefes de equipo mostraron su indignación y los pilotos reclamaron una solución inmediata a los responsables de la marca italiana. Las explicaciones del fabricante milanés han señalado varios factores determinantes a la hora de explicar el cúmulo de circunstancias que protagonizaron sus gomas. Según su comunicado, hubo cuatro factores determinantes. Primero, algunos equipos colocaron de forma invertida los neumáticos a sus pilotos; segundo, las presiones bajas no ayudaron a la conservación adecuada de los compuestos; tercero, una adopción de ángulos de caída excesivos por parte de los monoplazas y finalmente, el mal estado de los bordillos en la pista. En definitiva, nada cercano al mea culpa a pesar de anunciar cambios para las próximas citas.

Sin duda, el año pasado ya había los mismos pianos que provocaron los supuestos reventones y los equipos seguro que seguían apurando al máximo sus opciones a la hora de alargar la vida y forzar las capacidades de las zapatillas de sus coches. Este año no se ha encontrado el equilibrio, y las escuderías no han querido adaptarse a un régimen de más paradas, algo que ha provocado en parte los interminables problemas. Se le pidió a Pirelli algo que los equipos no han aceptado nunca, y ahora se dará un paso atrás en clave conservadora.

Hembrey: "introduciremos gomas más fáciles de gestionar."

Paul Hembrey, máximo responsable del fabricante, ha declarado que “mientras esperamos un cambio en las reglas, introduciremos gomas más fáciles de gestionar”. Más allá de las excusas de Pirelli o las circunstancias excepcionales encontradas en Inglaterra, lo ocurrido no puede volver a repetirse. Así lo han defendido los pilotos y también los responsables del campeonato, y por eso en Alemania los neumáticos volverán a basarse en la estructura del 2012, calzando igualmente los compuestos del 2013. Ya va siendo hora de que los protagonistas vuelvan a ser los pilotos.