No era el lugar idóneo para que Ferrari protagonizase una nueva decepción. Tal vez sea un tanto brusco llamarlo así, ya que el ritmo del coche no es malo, pero se han topado con un equipo Red Bull intratable que sabe sacarse ases de la manga hasta en el lugar donde todos apuntaban que no sería propicio para los toros energéticos.

Posiblemente el alerón delantero y algún toquecillo más han aportado a Vettel y Webber las décimas necesarias para despuntarse del resto de pilotos. Ya dieron el toque de atención en la sesión matinal de entrenamientos libres y lo consolidaron en la sesión clasificatoria de las 14:00. Vettel suma una nueva pole (1:23.755), la sexta de la temporada, y le pone las cosas de cara para la carrera de mañana. Webber copaba el segundo cajón de la primera línea, formando el 1-2 de gran estrategia para sus intereses. En medio de los dos Ferrari se coló un sorprendente Nico Hülkenberg. Con el Sauber lograba un tiempo de 1:24.065, pero es de suponer que se vendrá abajo con el paso de las vueltas.

Ferrari optó de nuevo por la estrategia de los rebufos pero, al igual que el pasado año, no ha servido para mejorar los cronos de los dos Red Bull. Alonso siguió a Massa en la distancia durante los diez minutos de Q3, pero en ninguno de los intentos puso en peligro la integridad de la pole de Vettel.

Hülkenberg aparte. Las sorpresas de la jornada las protagonizaron Lewis Hamilton y Kimi Raikkonen, que no pudieron superar el corte de la Q2. Sutil podría haber molestado y estropeado la vuelta lanzada de Hamilton y éste no pudo mejorar el décimo mejor tiempo. A partir de ahí se divisaba un cara a cara entre Alonso y Vettel, pero el alemán ha estado excelso. Sin ningún error, ha marcado el mejor tiempo y se postula como claro favorito para llevarse la victoria. Ferrari, y más concretamente Alonso, se verán obligados, una vez más, a remontar y luchar por el podio.