Nuevo triunfo incontestable de Sebastian Vettel en el circuito de Singapur. El piloto alemán sigue sin dar opción al resto de pilotos con un pilotaje sin errores y tremendamente veloz. La superioridad mostrada durante toda la carrera no permitía pensar en otro ganador que no fuese el de Red Bull, quien controló de principio a fin a sus rivales. En una carrera sin mucho movimiento, la lucha se centraba en las posiciones de podio, con Rosberg, Alonso, Webber, Button, Raikkonen e incluso Hamilton luchando por subirse al cajón del Gran Premio nocturno. Tan solo el Safety Car, provocado por un accidente de Ricciardo, dotó de cierta emoción a la carrera, que se alargó hasta casi las dos horas. Con esta victoria, Sebastian Vettel se acerca de manera casi definitiva a su cuarto título mundial. 
 
Alonso, protagonista en la salida
 
Las opciones del piloto asturiano pasaban por realizar una gran salida, y el de Ferrari no defraudó. Mientras Vettel y Rosberg luchaban por la primera plaza, la bala roja aparecía por el exterior del primer giro para, con una maniobra excepcional, quitarse de en medio a cuatro monoplazas y colocarse tercero a la estela de un Nico Rosberg que cerca estuvo de arrebatar la primera plaza a Vettel. Webber y Grosjean trataban de seguir la estela de los tres de delante, mientras Massa se centraba en defender su sexta plaza ante los ataques de Lewis Hamilton. 
 
No tardaría Sebastian Vettel en imponer su salvaje ritmo en cabeza, logrando un distancia superior a los cuatro segundos en los tres primeros giros. Ni Rosberg ni Alonso eran capaces de acercarse a los tiempos del alemán. La distancia aumentaría hasta los siete segundos antes de las primeras paradas en boxes. Serían los escuderos de los protagonistas quienes entrasen primero. Massa y Webber montaban sus nuevas gomas en las vueltas 13 y 14 respectivamente. El otro Ferrari, el de Fernando Alonso, haría su parada en la vuelta 15, saliendo por detrás de un Di Resta que le frenaría tras el retorno a la pista del asturiano, quien tenía el objetivo de acercarse a Rosberg cuando éste realizase su parada, ya en el giro 16. El Mercedes conservaría su segunda plaza mientras Alonso no lograba desquitarse del Force India, con una gran velocidad en las rectas. El peligro para el Ferrari venía por detrás, ante un Mark Webber que se situaba a la estela del asturiano.
 
Mientras los monoplazas sumaban vueltas, la situación de carrera no cambiaba. Vettel seguía marcando su ritmo, manteniendo a distancia a Rosberg, que hacía lo propio con un Fernando Alonso incapaz de recortar tiempo con los dos hombres de cabeza, y conocedor de las limitaciones de su Ferrari en el circuito de Singapur. 
 
Accidente de Ricciardo y aparición del Safety Car
 
La carrera caía en una peligrosa monotonía justo en el momento en que Ricciardo estrellaba su coche a la entrada del túnel, al entrar pasado en la curva anterior. La salida del coche de seguridad se antojaba inevitable, y con ella los bailes estratégicos. Alonso optaba por parar en boxes para montar los neumáticos duros. Raikkonen, Massa, Grosjean y Button también seguían la estrategia marcada por el asturiano. Vettel, sin embargo, apostaba por continuar sobre la pista. El coche de seguridad se retiraría justo en el ecuador de la carrera, dividiendo así el Gran Premio en dos fases distintas. Con la parada, Alonso se posicionaba quinto, con la intención de conservar sus neumáticos y no tener necesidad de volver a pasar por el box, misma estrategia que Grosjean, quien se colocaba justo por detrás del español. Poco iba a durar el francés a la estela del Ferrari, y es que el de Lotus perdió más de un minuto en boxes ante un problema de motor, que no le impidió seguir en el Gran Premio durante unas pocas vueltas, aunque ya desde la última plaza. 
 
Por delante se conservaba el mismo guion, con un Vettel que de nuevo se centraba en ampliar la distancia respecto a Nico Rosberg, y que parecía hacerlo con suma facilidad. Webber, Hamilton y Alonso formaban un interesante tren de tres que prometía dar guerra en la fase final de la carrera. La estrategia de Fernando comenzaba a dar sus frutos en el momento en que sus rivales más directos realizaban su segunda parada. El turno de Webber llegaba a 20 vueltas del final, dejando a Hamilton tercero, justo por delante de Alonso. Una vuelta más tarde era Rosberg quien se metía en el box para su última parada, saliendo por detrás de un Mark Webber que ganaba así una posición. 
 
Tras la parada de Hamilton, Alonso lograba subir a la segunda plaza con el objetivo de conservar al máximo sus gomas y poder llegar a la meta sin parar otra vez más ni perder posiciones en la carrera. Los neumáticos del Ferrari aguantarían hasta el final, para subir así al segundo cajón del podio, lo máximo a lo que Alonso puede aspirar si Vettel no comete ningún error. La lucha se centraba en la batalla por el tercer puesto. Button trataba de aguantar la posición para lograr el primer podio para Mclaren del año, si bien detrás apretaba uno de los pilotos más en forma del momento, Kimi Raikkonen. El finlandés lograba superar al inglés a falta de seis vueltas para el final. 

Triunfo incontestable de un Vettel que cabalga a por otro título mundial más, recordando la época de un Michael Schumacher que, al igual que su compatriota, no daba opción de victoria al resto de pilotos. Buena segunda plaza para un Alonso inteligente y talentoso en la salida, donde estuvo la clave de la carrera. Kimi Raikkonen cerraba las posiciones de podio tras un gran final de carrera. Button, Rosberg, Hamilton, Massa y Pérez pusieron el toque de emoción al final de la carrera, sumergiéndose en grandes luchas entre ellos.  
 
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