La Fórmula 1 visita el Nuevo Mundo por segunda vez esta temporada tras la disputa del Gran Premio de Canadá el 9 de junio. La decimoctava cita del campeonato será lidiada en el joven Circuito de las Américas, sito en la capital tejana, Austin. Será la segunda vez que los monoplazas más sofisticados del mundo hagan escala en este trazado tras el retorno del Gran Circo a tierras estadounidenses, ausentes del calendario entre las temporadas 2008 y 2011.

A Estados Unidos, se llega tras la nueva exhibición del equipo Red Bull en tierras abudabíes, donde consiguieron un nuevo doblete comandado por Sebastian Vettel por duodécima vez desde 2009 para alcanzar el doblete número 15 en la historia de la escudería austríaca. Este hito la convierte en el cuarto equipo con más dobletes de la historia de la Fórmula 1. La carrera fue un paseo militar para el piloto germano, que se deshizo de su compañero de equipo, que partía desde la pole, en la salida. Vettel mostró un ritmo comparable al del que hizo gala tras la retirada del Coche de Seguridad en el Gran Premio de Singapur. Solo un fallo mecánico, como bien le recordaba periódicamente su ingeniero de pista, podría haber sido capaz de pararlo.

Sin lucha por la primera posición, el interés de la carrera se centró en la lucha por el podio y la remontada de los Ferrari, con una estrategia diferente a la de los coches que les precedían. Mientras, Webber y Rosberg se centraron en afianzar sus posiciones de podio, amenazadas por Romain Grosjean hasta la misma línea de meta. El trío que estaba llamado a luchar por los lugares de honor optó por la estrategia menos arriesgada, así que decidieron montar los neumáticos duros pronto, así como en su segunda detención en boxes.

Diferente resultado y distinta estrategia usaron Lewis Hamilton y los Ferrari, respectivamente. Mientras el inglés caía en zona de tráfico tras su primer cambio de ruedas, los monoplazas italianos optaron por comenzar el Gran Premio con gomas blandas, sorprendiendo, quizá, a propios y a extraños, dada su clasificación, donde Massa fue su único representante en la Q3, saliendo a calificar con blandos cuando no podía luchar por nada importante. Ferrari, centrada en el stint final de la carrera, decidió mantener a Massa y a Alonso en pista más vueltas que sus rivales, para alargar la vida de su segundo y tercer juego de neumáticos.Sebastian Vettel no tuvo rival en Abu Dabi, la lucha se centró en la remontada de los dos Ferrari y la lucha con Lewis Hamilton

La diferencia de estrategia entre Lewis Hamilton y los pilotos del grupo donde fue a parar fue la salsa que dio sabor a una presumiblemente insulsa cita abudabí. La lucha del inglés con Sutil, Hülkenberg y los Ferrari aportó emoción hasta el tramo final de la carrera. De esta batalla, se aprovecharon estos últimos, que adelantaron al inglés para distanciarlo en la lucha por el subcampeonato y minimizar la pérdida de la ventaja en el Mundial de Constructores respecto a Mercedes, aunque, finalmente, Massa no refrendó su adelantamiento y finalizó tras el británico.

Con las cuatro primeras posiciones estabilizadas en las últimas vueltas, hizo su segunda y última detención Fernando Alonso. Gracias a los pocos giros que restaban para la bandera de cuadros, el asturiano montó neumáticos blandos, permitiéndole marcar hasta cinco vueltas rápidas, entre ellas, la absoluta. A la salida del túnel de boxes, Alonso se encontró inmerso en la lucha que estaban manteniendo Jean-Éric Vergne y Felipe Massa. El piloto francés forzó al español a irse fuera de la pista trasabandonar el carril de aceleración a pesar de que se encontraban emparejados. El resultado fue un ‘bote’ del de Ferrari en el que Fernando se dañaría la espalda, que, a la postre, pondría en duda su participación en el Gran Premio de Estados Unidos. Gracias a su juego de neumáticos blandos, el asturiano fue capaz de remontar hasta la quinta posición final, por delante de Lewis Hamilton, el único rival por el subcampeonato que quedaba en liza tras el accidente de Kimi Räikkönen en la primera curva, donde destrozó su suspensión delantera derecha tras colisionar con Giedo van der Garde.

Circuito de las Américas

El trazado que acogerá la decimoctava prueba de la temporada se caracteriza por un primer sector revirado, donde son de vital importancia tanto la tracción como la carga aerodinámica, pues las diez primeras curvas requieren un gran apoyo a su paso por ellas. Este primer sector guarda muchas similitudes con Silverstone y Suzuka en sus recodos, pero también con Österrerichring, con su pronunciada pendiente en la recta de salida y la primera curva a modo de alfiler. Después de trazar el décimo cambio de dirección, el piloto se encontrará ante una pequeña recta que le llevará hacia la curva 11, de casi 180º. A partir de entonces, las características del circuito se transforman y se aborda una de las rectas más largas del mundial, que desemboca en la curva 12, de 90º, lo que la convierte en un lugar ideal para practicar adelantamientos. De hecho, en ese punto Lewis Hamilton se sirvió del DRS para sobrepasar a Vettel y auparse a la primera posición. A continuación, se encuentra la zona más lenta del trazado, con tres curvas seguidas de más de 90º. El giro que forman las curvas 16, 17 y 18 se trata, en realidad, de un único giro, muy parecido a la curva 8 de Istanbul Park. Para finalizar los 5.513 m del circuito de Austin, los pilotos tendrán que afrontar dos giros de unos 90º, las curvas 19 y 20. Se trata, en definitiva, de un circuito demanda una carga aerodinámica media – alta.

El DRS se podrá activar en dos zonas diferentes del circuito con sus respectivos puntos de detección. El primero de ellos estará situado a la salida de la curva 10 y será válido para ser activado en la recta trasera, entre las curvas 11 y 12. El segundo punto de detección se encontrará situado a la salida de la curva 19 para poder activar el alerón trasero móvil en la recta de meta.

La carrera se disputará a 56 vueltas, lo que supone una distancia total de 308,728 km, con una velocidad media de unos 197 km/h. Durante cada una de los 56 giros, los pilotos pisarán el acelerador un el 60 % de la vuelta. El desgaste de frenos no es de los más altos de la temporada, situándose en la zona media de la tabla, con un total de 8 frenadas, siendo las más fuerte las de las curvas 1 y 12.

Neumáticos

La marca suministradora de neumáticos, Pirelli, proporcionará a las escuderías la misma gama de compuestos que en la edición anterior del Gran Premio de Estados Unidos. El prime será el duro, que podrá ser identificado mediante el color naranja, mientras que el option será el medio, reconocible por el color blanco. Esta será la octava vez que Pirelli Los compuestos elegidos para el Gran Premio de Estados Unidos ya se utilizaron en Suzukaopte por la opción más conservadora de su gama de neumáticos, muy probablemente debido a su falta de fiabilidad. Se estima que el compuesto option pueda conseguir tiempos de alrededor de 0,8 segundos más bajos que el prime.

El trazado acostumbra a ser muy sucio, aunque se va limpiando a lo largo del fin de semana, dando lugar a numerosas salidas de pista y un patinaje excesivo. Vettel recordó tras vencer en Abu Dabi que espera que el circuito estadounidense se encuentre en mejores condiciones de agarre que el año pasado.

Climatología

La previsión meteorológica para Austin durante la disputa del Gran Premio de Estados Unidos se prevé incierta y con probabilidades de lluvia. El viernes, día de entrenamientos libres, se presume parcialmente soleado, con una máxima de 24º C y con poco viento. La lluvia podría hacer su presencia durante la disputa de la clasificación, para la que se prevén un 20 % de posibilidades de lluvia, aunque la temperatura será más alta, presumiblemente unos 26º C y con más viento que el día anterior. El domingo, las posibilidades de que el líquido elemento haga su aparición disminuyen hasta un 10 %, con casi 30º C de temperatura máxima.

Una larga relación con la Fórmula 1

La relación de la primera potencia mundial con la máxima categoría viene de lejos, siendo Estados Unidos el cuarto país en cuanto a grandes premios de Fórmula 1 disputados en su suelo, con un total de 63, solo superado por Reino Unido (67), Alemania (74) e Italia (91). De hecho, la Fórmula 1 únicamente ha estado ausente el periodo que va desde 1992 a 1999 y entre 2008 y 2011. Si bien, no todas las carreras en el país norteamericano se celebraron bajo la denominación “Gran Premio de Estados Unidos”, sino que han recibido hasta seis nombres distintos a los que se sumará, previsiblemente en 2014, el Gran Premio de América.Hasta seis denominaciones diferentes han recibido las carreras de Fórmula 1 disputadas en Estados Unidos

El primer vínculo que se estableció fue la computación de las archifamosas 500 millas de Indianápolis para la clasificación del Mundial de Fórmula 1 entre los años 1950 y 1960. Antes de que las 500 Millas de Indianápolis dejaran de ser incluidas en el calendario, se creó el Gran Premio de Estados Unidos en 1959. Esta carrera fue la única que se corrió en circuito de Sebring. Esta única visita quedaría anclada para los anales de la Fórmula 1, pues fue en ella donde el neozelandés Bruce McLaren logró su primera victoria en el Gran Circo, convirtiéndose en el piloto más joven de la historia en conseguirlo con 22 años y 104 días, omitiendo las 500 Millas de Indianápolis, cuya disputa se ha regido siempre por un reglamento muy diferenciado del de la Fórmula 1. Este récord se mantendría en vigor 44 años, hasta que Fernando Alonso lo batiera en el Gran Premio de Hungría de 2003 por 79 días. Posteriormente, sería rebajado por Sebastian Vettel, que se impuso en el Gran Premio de Italia de 2008 con 21 años y 73 días.

Al año siguiente, en 1960, se trasladaría al, hoy desaparecido, circuito de Riverside, que solo vivió aquella visita de la Fórmula 1, con la victoria de Stirling Moss. En 1961, el Gran Circo viajó hasta Watkins Glen, donde se disputaron las veinte siguientes citas de la carrera estadounidense. El trazado neoyorkino fue talismán para Innes Ireland (1961), Jochen Rindt (1969), Emerson Fittipaldi (1970) y François Cevert (1971), que lograron la primera victoria de sus carreras aquí, las únicas en el caso del inglés y del francés. Graham Hill y Jim Clark, con tres victorias cada uno, fueron los reyes de Watkins Glen.

Antes de que la Fórmula 1 abandonara el estado neoyorkino en 1980, se creó el Gran Premio del Oeste de Estados Unidos, disputado entre los años 1976 y 1983 en el circuito urbano de Long Beach. Las ocho ediciones que fueron disputadas sobre el asfalto californiano vivieron ganadores diferentes. De ellos, John Watson consiguió la victoria en la última visita, en 1983, que, a la postre, sería la última de su carrera deportiva. Mario Andretti, en 1977, consiguió el último triunfo de un piloto estadounidense en su patria.

A pocos kilómetros de Long Beach, se disputó en 1981 y 1982 uno de los grandes premios más curiosos que ha vivido la Fórmula 1: el Gran Premio de Las Vegas, disputado en el aparcamiento del hotel y casino Caesars Palace. La primera visita a la ciudad de los casinos se saldó con la última victoria de Alan Jones en Fórmula 1 y con el primer campeonato mundial para Nelson Piquet, evitando el triunfo de Carlos Reutemann. El piloto australiano consiguió sus últimos tres triunfos en tierras

estadounidenses: el Gran Premio de Estados Unidos de 1980 y, en 1981, el del Oeste de Estados Unidos y el de Las Vegas. Por su parte, la segunda y última cita fue vencida por Michele Alboreto, que consiguió en el trazado nevadeño el primer triunfo de su trayectoria en el Gran Circo.

La continuidad no se rompió, pues el mismo año que la Fórmula 1 se dejó caer por última vez en Las Vegas nació el Gran Premio de Detroit, que se disputaría entre los años 1982 y 1988. La prueba fue dominada por los brasileños, que se impusieron en cuatro de los siete grandes premios que se disputaron en la ciudad del automóvil, siendo tres de ellas de Ayrton Senna. En 1983, Michele Alboreto consiguió su segunda victoria en la Fórmula 1 tras la obtenida la temporada anterior en Las Vegas y la última para la mítica escuderíaTyrrell, presente en la Fórmula 1 desde 1968 hasta 1998.

En 1984, la Fórmula 1 creó un nuevo gran premio que solo se corrió aquella temporada, el de Dallas, donde Keke Rosberg consiguió la victoria en el circuito urbano de Fair Park, la única de aquella temporada.

El Gran Premio de Estados Unidos volvió en 1989 en el circuito urbano de Phoenix, donde se disputaron tres grandes premios hasta 1991. Los únicos vencedores en la pista arizoniana fueron Alain Prost, en 1989, y Ayrton Senna, en 1990 y 1991. Después de este año, la Fórmula 1 abandonaría por primera vez Estados Unidos para tardar en volver nueve largas temporadas.

En el año 2000, el circuito de Indianápolis vivió, por primera vez, una carrera de Fórmula 1 con todas las de la ley, ya que las once citas anteriores sobre el mítico circuito se disputaron bajo un reglamento propio. De las ocho carreras disputadas en el trazado indianés, cinco fueron vencidas por Michael Schumacher y seis por Ferrari, ganando en 2002 Rubens Barrichello la carrera más ajustada de la historia junto con el Gran Premio de Italia de 1971, cuando las mediciones no eran tan precisas. El káiser le devolvía a su compañero el favor que había recibido sobre la línea de meta del Gran Premio de Austria de aquel año, que significaría la prohibición de las órdenes de equipo, implantadas hasta el fin de la temporada 2011. Las dos victorias que se les escaparon a la escudería italiana fueron para McLaren de la mano de Mika Häkkinen (2001) y Lewis Hamilton (2007).

En 2005, se vivió en este circuito la carrera en la que menos coches la comenzaron, disputándola únicamente las escuadras que montaban Bridgestone: Ferrari, Jordan y Minardi. Aquel gran premio fue el último en el que Jordan consiguió un podio gracias a Tiago Monteiro, el único de la historia para Portugal, al terminar tercero. Fue, también la última vez que puntuaron los dos Jordan (Monteiro y Karthikeyan), la última ocasión en que Minardi consiguió puntuar y los últimos y únicos puntos para Nahrain Karthikeyan, Christijan Albers y Patrick Friesacher. Desde entonces, ni Portugal ni India ni Holanda han conseguido volver a meter un piloto en los puntos.

Tras abandonar en 2006 Indianápolis, la Fórmula 1 volvió a Estados Unidos la temporada pasada para disputar la primera carrera en la capital texana, Austin. La victoria fue para Lewis Hamilton, que es actualmente, la última victoria de McLaren, ya que la escudería de Woking está atravesando su peor año de la historia, sin conseguir ni un solo pódium. El podio fue completado por Sebastian Vettel y Fernando Alonso. Bruno Senna finalizó en décima posición, consiguiendo puntuar por última vez, ya que la siguiente carrera, el Gran Premio de Brasil, fue su última participación en Fórmula y se saldó con un abandono.

Horarios

Foto 1: http://cdn.carthrottle.com

Foto 2: http://imageshack.us

Foto 3: http://www.fia.com

Foto 4: orecast.weather.gov

Foto 5 http://www.grandprixposters.com

Foto 6: http://f1.imgci.com

Foto 7: http://grobbel.org

Foto 8: http://content.worldcarfans.co