Mark Webber se despidió de la Fórmula 1 con una segunda posición en el circuito de Interlagos, trazado que en los últimos años se está acostumbrando a despedir a pilotos y a escuderías. El asfalto de São Paulo ha tenido el honor este año de disfrutar por última ocasión al piloto australiano, que desde 2009 pudo mostrar que era capaz de ganar carreras con un coche competitivo que él mismo venía desarrollando desde hacía dos años. Webber dijo adiós como a todo deportista le gustaría, desde el podio, aunque no desde lo más alto, propiedad en exclusiva de Sebastian Vettel.

Siempre tendrá Mark Webber la espina clavada de no haberse proclamado campeón del mundo. Hubo oportunidad en el año 2010, pero la mala suerte y una política de Red Bull orientada hacia que Vettel fuera campeón le privaron de ello. El australiano mantuvo sus opciones hasta la última carrera, a la que llegó en segundo lugar, pero una errónea estrategia le hizo perder muchas posiciones y, finalmente, las esperanzas de obtener el cetro mundial. Desde entonces, la figura creciente de Vettel, unos neumáticos a los que no acabó de adaptarse y los nuevos difusores soplados, que nunca comprendió del todo, le lastraron en su rendimiento.

Carrera previa a la Fórmula 1

Mark Webber no llegó al Gran Circo tan joven como desde principios de los años 2.000 llegan la mayor parte de pilotos. El australiano arribó con 25 años procedente de la Fórmula 3000. Allí, llegó tras pasar sin pena ni gloria por las 24 Horas de Le Mans, competición que intercaló con el Campeonato de GT, donde fue tercero en la edición de 1998 imponiéndose en cinco pruebas.

Con el apoyo de sus sponsors, Webber llegó a convertirse en piloto de pruebas de Arrows en el año 2000, escudería que ya le había dado la oportunidad de probar su monoplaza en 1999. El paso intermedio entre los GT y la Fórmula 1 iba a ser la Fórmula 3000, donde debutó en el año 2000. Aquel campeonato fue vencido por Bruno Junqueira, que no pasaría de piloto de pruebas de Williams. Mark Webber ganó únicamente una carrera, la segunda de la temporada, disputada en Silverstone. El aussie logró una meritoria tercera posición final en su debut en el campeonato, justo por delante de un piloto que comenzaba a atraer la atención en torno a él, Fernando Alonso.

En 2001, Webber siguió enrolado en la Fórmula 3000, siendo uno de los principales favoritos a la victoria final. Sin embargo, un impresionante Justin Wilson le privó de ella, haciéndose con el campeonato. Mark fue el subcampeón en aquella ocasión, empatando a puntos con Tomáš Enge. Por detrás de ellos, se situó Sébastien Bourdais. Los cuatro primeros clasificados debutarían en Fórmula 1, pero solo el australiano lo haría para mantenerse.

La actuación de Webber llamó la atención de Flavio Briatore, quien le dio la gran oportunidad de su vida al convertirse en piloto de pruebas para la escudería Benetton. Fue el magnate italiano quien le llevaría a debutar al año siguiente a los mandos de un Minardi.

En dos años en la Fórmula 3000, Mark Webber ganó cuatro carreras y consiguió el subcampeonato en 2001

Minardi, el debut en la máxima categoría (2002)

Bajo la protección de Flavio Briatore, llegó a la modesta escudería italiana en el año 2002 en sustitución de otro de los “cachorros” del patrón de Renault, Fernando Alonso. La carrera que vio el debut de Mark Webber en la máxima categoría del automovilismo, en su casa, fue una de las más locas que se recuerdan en los últimos años y siempre será recordada por el “vuelo” de Ralf Schumacher, que se subió en el monoplaza de Rubens Barrichello durante la salida. En la primera curva, se vivió una de las mayores melés que se recuerdan, con hasta ocho monoplazas implicados. El australiano supo evitarla y salir indemne de una auténtica carrera de desgaste que empezaron 22 coches y terminaron tan solo ocho, de los que solo el podio lo hizo en las 58 vueltas programadas. Webber tuvo que soportar la presión de Mika Salo, con el debutante Toyota, en las últimas vueltas hasta que el finés trompeó, lo que le facilitó el cruzar la meta en quinta posición. Mark conseguía así el debut de sus sueños, logrando puntuar en su primer gran premio y, además, en su casa. Era la primera vez que Minardi conseguía puntos desde el Gran Premio de Europa de 1999, cuando Marc Gené finalizó en sexta posición, y la mejor clasificación en una carrera desde el Gran Premio de Francia de 1994, cuando Pierluigi Martini cruzó la meta en el quinto lugar.

El resto de la temporada, carente de carreras tan alocadas como la que levantó el telón, fue incapaz de volver a puntuar, aunque sí consiguió grandes resultados para una escudería tan modesta, destacando la octava posición en Magny Cours, que con el sistema de puntuación de 2003 le hubiera dado un punto, y la décima en Suzuka, que hoy también daría derecho a una unidad.

Jaguar, primera etapa en Milton Keynes (2003 – 2004)

La temporada siguiente, en 2003, Mark Webber fichó por Jaguar, un equipo que, al contrario que Minardi, sí era capaz de situarse en zona de puntos con cierta facilidad, más aún con el cambio en el sistema de puntuación, que, en 2003, pasó a premiar a los ocho primeros clasificados.

Su andadura en Jaguar no comenzó bien, ya que fue incapaz de terminar las cuatro primeras citas. En la tercera de ellas, en Interlagos, Mark sufrió un espectacular accidente en la Subida de los Boxes, donde destrozó su monoplaza, aunque fue capaz de salir sin consecuencias. Fernando Alonso fue incapaz de sortear los restos del accidente de Webber y sufrió el accidente más grave de su carrera deportiva, el cual no le permitió estar en la ceremonia del podio por segunda carrera consecutiva.

Superada la primera parte de la temporada, Mark recondujo su rumbo y consiguió finalizar en los puntos con asiduidad, aunque no fue capaz de igualar el quinto puesto logrado con Minardi el día de su debut. Tres sextos lugares y otros tantos séptimos le valieron para terminar el año cerrando el top 10, con 17 puntos.

La última temporada de Jaguar en Fórmula 1, en 2004, su monoplaza dio un paso atrás, con el consiguiente descenso de las opciones de sus pilotos, Mark Webber y Christian Klien. El australiano solo fue capaz de puntuar en cuatro citas, con un sexto puesto como mejor clasificación. Había llegado el momento de pasar a una gran escudería acorde a sus cualidades.

Las dos temporadas de Mark Webber en Jaguar confirmaron sus cualidades y, en 2005, recayó en una escudería con historia, Williams

Williams, el primer podio (2005 – 2006)

Mark, por fin, tenía un buen monoplaza entre las manos. No tardó en demostrarlo y, favorecido por la lluvia, que precipitó en el momento perfecto, clasificó en tercera posición en el gran premio de su casa, que abría de nuevo la temporada. El domingo, la estrategia de su escudería no resultó la más adecuada y no pudo alcanzar el podio, pero, al fin, lograba igualar su mejor resultado, finalizando en quinta posición. El destino quiso que el cuarto fuera, precisamente, el monoplaza que venía pilotando los dos años anteriores, un Red Bull, el de David Coulthard.

El primer podio pudo llegar en la carrera siguiente, en Malasia, pero un accidente con Giancarlo Fisichella cuando ambos luchaban por el último escalón del podio, le privó de ello. La quinta vez que corría en Sepang se saldó con su quinto abandono, una auténtica maldición. Mark se mantuvo en la senda de los puntos en las siguientes tres carreras. A la cuarta, en su circuito talismán, iba a conseguir su primer podio.

Montecarlo vivió la, quizá, única muestra de debilidad de Renault y Fernando Alonso aquel año, con un desgaste excesivo de los neumáticos. De ello, se valieron los dos Williams, que amenazaban la segunda posición del español. El primero en pasar hacia delante fue Nick Heidfeld y, pocas vueltas después, Mark Webber hacía lo propio a la salida del túnel. Kimi Räikkönen, el vencedor, se vio escoltado en el podio por los dos Williams.

Aquel fue el primer y el último podio de Mark en Williams, que pronto iniciaría una prolongada cuesta abajo en su rendimiento. Webber, que había puntuado en seis de las primeras ocho carreras, solo lo haría en cuatro de las 11 restantes. Sus 36 puntos le permitieron igualar el resultado de 2003 al finalizar décimo en la clasificación final.

La marcha de BMW de la Fórmula 1 como suministrador de motores fue el verdadero punto de inflexión en cuanto a resultados de la escudería de Grove se refiere. El año 2006 comenzó muy bien, con los dos monoplazas en posiciones de puntos, liderados por Mark, que terminó sexto en Baréin. Los buenos resultados en clasificación de la primera parte de la temporada no se vieron premiados con grandes actuaciones los domingos debido a la escasa fiabilidad de los motores Cosworth.

En Mónaco, Williams pudo haber visto la luz en el que, a la postre, sería su peor año exceptuando el de su fundación. Mark estuvo a punto de privar de la pole a Fernando Alonso, quedándose a menos de una décima de tiempo del español. Aunque durante el transcurso de la carrera se vio superado por Kimi Räikkönen, parecía poder finalizar con cierta facilidad en tercera posición. Todo iba bien hasta que su motor dijo basta a la altura de Santa Devota.

Dos sextos puestos, en Baréin y en San Marino, y un octavo, en China, fueron el escaso bagaje del nefasto 2006, tanto para Mark como para Williams. Las dos temporadas que pasó en el equipo británico fueron una decepción para el aussie. Red Bull, la antigua Jaguar, estaba necesitada de un piloto que fuera capaz de dar la talla, algo que ni Christian Klien ni Robert Doornbos había podido hacer durante 2006. Webber sería el elegido para ello.

Sus dos años se saldaron con un pobre bagaje coincidiendo con el inicio de la decadencia de Williams: un podio y 43 puntos

Red Bull, de nuevo en Milton Keynes (2007 – 2008)

Mark Webber volvió en 2007 a la estructura sita en Milton Keynes para quedarse, ya que no la abandonaría hasta su retiro. El australiano, que volvió en busca de un coche fiable que le permitiera realizar buenas actuaciones, se encontró con un monoplaza menos fiable y con menos rendimiento que el que acababa de dejar. Mientras Williams parecía levantar el vuelo, logrando un podio en Canadá, Red Bull pareció dar un significativo paso hacia atrás.

Webber hubo de esperar siete carreras para lograr sus primeros puntos, obtenidos en Estados Unidos. Tres carreras, más tarde, en Nürburgring, la lluvia se tornó como su mejor amiga. La carrera tuvo una gran cantidad de eliminados en las primeras vueltas debido a la lluvia torrencial, que obligó a detener la prueba. Esta volvió hacia el final, lo que, junto a una buena estrategia, le permitió encaramarse al último escalón de uno de los podios con más tensión de los últimos años, con una acalorada discusión entre Felipe Massa y Fernando Alonso, a la postre compañeros. La tercera posición del Gran Premio de Europa de 2007 se convirtió en el segundo podio de la escudería austriaca tras el logrado un año antes en Mónaco.

En Japón, pudo haber llegado una segunda posición, pero la mala suerte quiso que no fuera así. Una conducción agresiva de Lewis Hamilton con el Coche de Seguridad en pista hizo que Sebastian Vettel colisionara con Mark Webber cuando ambos ocupaban posiciones de podio, teniendo que abandonar ambos. Aquel fue el primer encontronazo entre los que, desde 2009, fueron compañeros en Red Bull.

Mark solo fue capaz de repetir en la zona de puntos en Bélgica, finalizando en séptima posición. El australiano volvía a puntuar solo en tres carreras, como en 2006, pero, en esta ocasión, con un podio, que se resistía desde 2005.

La temporada 2008 se mostró como un año de transición entre una escudería de mitad de la parrilla hasta la parte delantera para Red Bull. Lo mismo le sucedió a Webber, que fue capaz de puntuar en el 50 % de las carreras. Su mejor resultado llegó en Mónaco, con un cuarto puesto.

Las dos primeros años de Webber en Red Bull se saldaron con un podio en el GP de Europa de 2007, igualando su mejor posición de siempre

El ascenso de Red Bull y las primeras victorias (2009)

Nada hacía presagiar el salto competitivo que daría Red Bull con la nueva reglamentación estrenada en 2009, que pilló a contracorriente a las grandes dominadoras del año anterior: McLaren y Ferrari. Con un coche capaz, por fin, de conseguir podios con regularidad, Mark Webber mostró que podía luchar por ser campeón del mundo. Vettel y él se convertirían, de la mano de las creaciones de Adrian Newey, en la segunda pareja más exitosa de la historia en cuanto a dobletes se refiere, llegando a marcar 16 en cinco temporadas, solo superados por los 24 de Michael Schumacher y Rubens Barrichello.

El primero de esos 16 dobletes llegaría con el estreno del casillero de victorias del equipo austriaco, que, de la mano de Vettel, se impuso en China. Webber cruzó la meta en segunda posición para conseguir su mejor resultado hasta la fecha. Tras ese primer segundo puesto, Webber se convertiría en un asiduo al podio hasta su retirada.

Su primera victoria y su primera pole llegarían en Nürburgring, donde demostró su velocidad al remontar un drive through que le fue impuesto por tocarse con Rubens Barrichello en la salida. Allá donde logró su primer podio con Red Bull, conseguiría en 2009 su primera victoria. Este primer triunfo de Webber fue el segundo consecutivo de la escudería de las bebidas energéticas y su tercer doblete.

La segunda parte de la temporada no sería tan brillante a pesar de lograr una victoria más en Brasil y dos podios más. El primero de los cuales fue logrado en Hungría, donde consiguió su primera vuelta rápida.

Red Bull dio un gran salto adelante en 2009 y Mark se benefició de ello, consiguiendo sus dos primeras victorias en Alemania y en Brasil

Líder del Mundial y lucha por el título (2010)

El auténtico “do de pecho” de Mark llegaría en 2010, temporada en la que fue el piloto que más días lideró la clasificación mundial. A pesar de un inicio dubitativo, Webber volvería al podio en Malasia, donde acabó segundo, pero lo mejor estaba por llegar. En España y en Mónaco, iba a encadenar dos victorias desde la pole, la única vez que lo conseguiría. Tras Mónaco, Webber se colocaría, por primera vez, líder de Mundial.

Red Bull dominaba el campeonato y encaró cita turca con sus dos pilotos empatados a puntos en la cúspide de la clasificación de pilotos. Sobre el asfalto de Istanbul Park, se iba a vivirel peor momento,quizá,de la relación entre Vettel y Webber. El alemán, en una maniobra arriesgada intentando sobrepasar a su compañero, se quedaba fuera de la lucha por la victoria tras colisionar con él. El accidente acabó con la mejor racha de Webber en cuanto a vueltas lideradas se refiere, pues venía de liderar todas desde el Gran Premio de España.

La relación entre ambos se tensaría más tras el Gran Premio de Reino Unido, adonde Red Bull llevó un alerón nuevo para ambos de los que solo existía un ejemplar para cada piloto. Vettel rompió el suyo y el equipo decidió quitárselo al coche de Webber para montarlo en el de su compañero y rival. La estrategia no le salió bien a Red Bull, ya que Vettel no pudo refrendar su pole con una victoria y cayó hasta la séptima posición el domingo. Por el contrario, Webber se hacía con la tercera victoria de la temporada y dejaba una frase para la memoria por la radio del equipo: Not bad for a number two driver(“No está mal para un segundo piloto”).

En Hungría, Mark se alzaría con su cuarto triunfo del año, lo que le permitió desembarazarse de Lewis Hamilton y volver a liderar el Campeonato. Si bien, ya no conseguiría más victorias, lo que acabaría lastrándole. Aun así, llegó a Corea del Sur, la antepenúltima prueba, como líder, pero un desafortunado accidente y la victoria de Fernando Alonso le alejarían de su objetivo.

A pesar de todo, Mark se plantó en Abu Dabi en segunda posición, con opciones de arrebatarle el triunfo final a Alonso. El australiano, quizá, no podría pensar que Red Bull cumpliría la “amenaza” que venía acechando toda la temporada: favorecer descaradamente a su compañero. En una estrategia suicida, Red Bull hizo pasar a Webber demasiado pronto por boxes, lo que le situó por detrás de demasiados pilotos como para destronar al español. Ferrari, inocentemente, copió la estrategia del aussie y tiró por la borda las opciones de Fernando de convertirse en tricampeón. Sebastian Vettel solo lideraría al término de una carrera aquel mundial, pero la que importaba. Mark pasó en tres carreras de ser líder a ocupar el tercer lugar en la que sería su mejor temporada.

A pesar de no ser el año que más puntos consiguiera, en 2010, Webber logró cuatro victorias y fue candidato a la victoria final hasta el último gran premio

Mark, eclipsado por Sebastian (2011 – 2013)

Webber ya no volvería a mostrarse tan competitivo como en el año 2010 y solo cosecharía tres victorias entre 2011 y 2012, ya que su última temporada en la Fórmula 1 ha sido incapaz de llevarse un triunfo. Ya fuera por el cambio de suministrador de neumáticos, por las características de estos o porque no se adaptó bien a la conducción con difusores soplados, el australiano se fue apagando poco a poco.

En 2011, solo conseguiría imponerse en la última prueba de la temporada, en Brasil, donde Vettel le cedió el paso debido a “problemas” técnicos. A pesar de que se llevó 10 podios, solo uno de ellos fue una victoria y solo dos segundos puestos. No obstante, repetiría posición en el Campeonato al finalizar tercero tras Sebastian Vettel y Jenson Button.

La penúltima temporada de Webber, el año 2012, en la Fórmula 1 fue contradictoria. Ganó dos carreras, en Mónaco y en el Reino Unido, pero solo se subiría dos veces más al cajón, en Corea del Sur y en India. En sus tres últimos años, Mark consiguió tres victorias: Brasil 2011, Mónaco 2012 y Reino Unido 2012 La anécdota de 2012, para Mark, fue que por fin logró mejorar en Australia la quinta posición lograda en su debut al terminar cuarto, su mejor resultado en su tierra natal.

Su última temporada se ha saldado sin victorias, algo que venía sucediendo desde 2009. El triunfo pudo haber llegado en Sepang, pero un insumiso Vettel le privó de ello. Pese a que ambos pilotos recibieron órdenes de no atacarse tras consolidar su enésimo doblete, el alemán hizo caso omiso y, en una peligrosa maniobra, se deshizo de su compañero, que no amigo. Multi 21, Seb, fueron las palabras que dedicó el aussie al, entonces, tricampeón.

Desgraciadamente, Mark no fue capaz de luchar por ganar el resto de la temporada, aunque se despediría con siete podios más, destacando un buen sprint final, con cuatro podios en las últimas cinco carreras de su vida. En la última, en Brasil, Webber dijo adiós de todos con una segunda posición y su última vuelta rápida. Además, dejó una imagen para la historia dando la vuelta de honor sin casco.

De esta forma tan particular, se despidió uno de los pilotos más queridos en los últimos años y que más simpatías ha despertado entre el público.

Foto 1: Facebook de Mark Webber

Foto 2: www.crash.net

Foto 3: www.planetf1.com

Foto 4: www.uk.eurosport.yahoo.com

Foto 5: www.formula1.com

Foto 6: www.f1fanatic.co.uk

Foto 7: www.everystockphto.com

Foto 8: www.theepochtimes.com

Foto 9: Facebook de Mark Webber

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